Capitulo II

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Cuando Yoongi salió de la oficina, Jin pudo soltar todo el aire que había retenido durante la mitad de la entrevista, los nervios casi lo consumen pero pudo controlarse muy bien. Al fin su vida y la de Nam iban a poder cambiar. 

Sin embargo había una cosa que se le hacía curiosa, Yoongi no le había preguntado nada sobre su desempeño laboral o si había trabajado antes, simplemente lo contrató, después de meterle un gran susto con lo de su maestría, pero lo contrató. 

Dejó de pensar en eso y comenzó a mirar la gran oficina en la que se encontraba.

Espero bastante tiempo hasta que el dueño de la firma Min volvió con los papeles para realizar el contrato.

—Bien señor Kim, debe firmar en los espacios que se encuentre su nombre y todo estará listo— Yoongi sacó un bolígrafo de uno de los bolsillos de su costoso traje y se lo extendió a Jin.

—Gracias— contestó recibiendo el bolígrafo y haciendo lo que Yoongi le había indicado anteriormente.

Después de firmar alrededor de cinco hojas, le devolvió el bolígrafo junto con el contrato.

—Muy bien, desde mañana a las 7:30 am puede venir a trabajar. Abajo en recepción se le entregará todos los documentos y fechas importantes para que pueda ponerse al día.

—Muchas gracias por la oportunidad señor Min— dijo Jin mientras le otorgaba una leve sonrisa y una inclinación.

—No hay de qué Seokjin, bienvenido a la firma Min— contestó mientras se deleitaba con la pequeña sonrisa que su asistente le había ofrecido.

Seokjin salió de la oficina con una gran sonrisa, dirigiéndose al elevador con todas las miradas de los postulantes al trabajo puestas en él, ya no le interesaba, después de todo tenía el puesto.

Yoongi por otro lado, apenas vio que Jin puso un pie fuera de su oficina, camino de manera acelerada a su escritorio e hizo una llamada rápida a recepción.

—Señor Min, ¿Se le ofrece algo?

—Sí Seulgi, cuando el joven Kim se te acerque para pedirte los papeles, quiero que le des el sobre.

—¿El que me entregó cuando le di el contrato? 

—Exacto— contestó mientras arrastraba su silla y se sentaba

—Muy bien señor, ¿Eso es todo?

—Sí.

No espero respuesta y colgó el teléfono, soltó un suspiro bastante fuerte y luego comenzó a reír como si le hubieran contado el mejor chiste del mundo. 
Cualquier persona que lo viera pensaría que Yoongi había perdido la cabeza pero no le importaba, la felicidad que sentía era inmensa.

Cuando logró calmar su risa, se levantó de la silla y se dirigió a la puerta de la oficina. Acomodó su cabello y volvió a poner un semblante serio.

Salió y miró a cada uno de los postulantes, todos estaban en silencio y con expectativa por ver a quién iba a seleccionar para el puesto, sin embargo no les gusto ni un poco las palabras de Yoongi.

—Gracias por presentarse caballeros pero yo ya hice una elección y lamento decirles que no es ninguno de ustedes, quizás si estudian más tendrán suerte la próxima vez, aunque dudo que haya una próxima— las últimas palabras las dijo con sorna— En el bufete Min no nos gusta trabajar con personas sin educación.

Se quedaron sorprendidos por lo que dijo Min, no sabían lo que habían hecho mal.

—Disculpe señor Min, pero todos hemos tenido un comportamiento intachable.

—Salvo por ese hombre Kim, se nota que es una persona sin educación.

—¿Cómo es posible que dejen entrar a gente de esa clase?

Min miró como los demás movían la cabeza en signo de afirmación ante las palabras de los dos sujetos. Si en la universidad no había permitido que los imbéciles de la facultad hablen idioteces de Jin y su hermanito, pues ahora mucho menos iba a tolerar a un grupo de malcriados.

—Debería de lavarse muy bien la boca antes de hablar de un empleado de las empresas Min joven Choi, no creo que a su padre le guste saber que su comportamiento deja mucho que desear— Yoongi sonrió de una manera que incómodo a todos los presentes— Y ahora respondiendo a la siguiente pregunta, tiene razón no entiendo cómo permitimos personas de esta clase.

Todos estaban de acuerdo hasta que continuó hablando.

—Por ese motivo les voy a pedir a todos que no vuelvan a poner un pie en la firma Min nunca más, porque la próxima no seré tan compasivo con ninguno de ustedes.

La sorpresa golpeó a cada uno de los presentes, no sabían que hacer ante lo dicho por Min. 

Por otro lado Yoongi mantenía una expresión relajada, la situación se le hacía cómica pero para su mala fortuna tenía trabajo que hacer, así que se dio media vuelta para volver a su oficina, no sin antes molestarlos un poco más.

—Ah, se me olvidaba— comentó con diversión—  Les recomiendo que presenten su currículum en el bufete de Oh Sehun, después de todo a él le encanta trabajar con personas igual de malcriadas e incompetentes que ustedes. 

Puedo escuchar todo tipo de lloriqueos a sus espaldas pero le importaba muy poco.

Entró a su oficina y miró el gran ventanal del que se podía ver toda la ciudad.
Luego miró su Rolex y comenzó a contar ansiosamente los minutos para que ya fuera mañana.

Jin había recogido todo lo que el señor Min le había indicado en recepción y además le entregaron un sobre que quizás solo era más información sobre su nuevo trabajo.

Camino feliz hacia el jardín de infantes y espero a que Namjoon salga.

Cuando el pequeño lo vio corrió a sus brazos y lo abrazó fuertemente.

—¡Papi!— gritó alegre el niño. La verdad es que Seokjin ya estaba acostumbrado a oír esa palabra por parte de Namjoon, claro que al principio tuvo que explicarle de manera delicada sobre sus padres, pero apesar de eso Namjoon lo seguía llamando así, después de todo fue su primera figura paterna, por lo que para él no había ningún problema.

—¿Cómo estás príncipe?

Namjoon río ante el apodo cariñoso de Seokjin y comenzó a contarle sobre su día mientras se dirigían al departamento.

Al llegar, Jin se quitó sus zapatos y los de Namjoon y los acomodó.

—Nammie, ve a lavarte las manos mientras acomodo la mesa.

—Sí papi— Namjoon sonrió y se fue corriendo al baño dejando a Jin con una sensación de felicidad.

Dejó los papeles en la mesita de centro que había en la pequeña sala, se sentó en el sofá viejo que tenía y empezó a revisar todo los documentos que le habían entregado con calma.

Vio que habían horarios de reuniones, contrataciones con otras empresas y algunas fiestas a las que Yoongi debía se asistir.

Mientras revisaba y escribía algunos horarios en su agenda, el sobre amarillo de manila llamó su atención por lo que decidió abrirlo.

—¡Oh por dios!— gritó emocionado.

Dentro del sobre había una cuantiosa suma de dinero, pero eso no era todo, al parecer a la firma Min le gustaba pagar en dólares.

Las manos de Jin temblaban, no había visto tanto dinero desde que sus padres lo habían dejado, esto era demasiado.

Pensó que tal vez era una equivocación y que debía devolver el dinero, pero cuando comenzó a buscar algún número, se fijó que dentro del sobre había una nota.

Un pequeño adelanto de sus honorarios señor Kim.

                                 M.Y

Si antes Jin estaba decidido a demostrarle a Yoongi que era competente, ahora iba a mostrarle que fue su mejor elección.

Psycho (Yoonjin/Sujin/Sin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora