Capitulo VII

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Min había estado debatiéndose en su oficina sobre si ir o no. La verdad se sentía inseguro y no sabía si Jin lo iba a perdonar, pero si quería arreglar todo, él tendría que dar el primer paso.

Al final no lo pensó mucho, cogió su saco y salió de la oficina. Cuando llegó a la salida subió a su auto y se dirigió al lugar en el que vivía Seokjin.



Después de la conversación con Hoseok, Jin sentía que se había quitado un peso de encima. 

Caminó hasta el jardín de infantes y volvió a reconsiderar su situación. El trabajo era bueno, y la paga era bastante, sin embargo tenía un jefe con un humor de perros.

Y sin dudas esa era una gran desventaja.

Jin tomó su cabello entre sus dedos y los jaló. Se estaba volviendo loco con esta situación.

Pensó un momento más hasta que suspiró y se decidió. 

Trataría de estar un mes en ese lugar, si no lograba aguantar a Min, iba a tomar todas sus cosas e irse. Aún tenía dignidad.

Recogió al pequeño Namjoon del jardín y se dirigió a casa.

Cuando llegó, empezó a cocinar algo. Puso una sonrisa en su rostro y empezó a picar algunas verduras.

Mientras lo hacía, hablaron sobre cómo le fue en sus clases y si había aprendido algo bueno. Nam asentía y le contaba animadamente que habían hablado sobre los mamíferos.

Jin sonreía y afirmaba cuando Namjoon le preguntaba algo, le gustaba ver así de feliz a su pequeño.

Iba a ser positivo, todo estaría bien.

Cuando empezó a acomodar la mesa para almorzar, alguien tocó la puerta.



Estaba dudando si tocar o no la puerta.

Yoongi había salido con todas las ganas de pedirle perdón a Jin, pero cuando llegó a su departamento, comenzó a debatirse seriamente si tocar a la puerta o irse como un cobarde.

La segunda opción era bastante tentadora.

¡No! Min Yoongi no era ningún cobarde, iba a jugar hasta su última carta con tal de que Jin lo perdone.

Tocó tres veces la puerta de manera decidida.

Y luego se arrepintió, aún podía huir y dejar al otro pensando que simplemente fue broma de algún mocoso travieso.

Justo cuando se dió la vuelta, la puerta se abrió y una dulce voz lo llamó.

—¿Señor Min?

A Yoongi no le quedó más remedio que voltear y poner su cara neutral para que Jin no viera lo nervioso que estaba.

—Kim.

Min lo vió y se dió cuenta de que llevaba un delantal, se veía demasiado lindo. Le daban ganas de plantarle un beso ahí mismo.

Jin veía que Yoongi no se movía ni ponía expresiones en su rostro. Hasta que notó que miraba un punto en específico, agachó la mirada y se acordó que aún estaba con su delantal de cocina.

Sus orejas comenzaron a arder al igual que sus mejillas, se sentía muy avergonzado.

Mientras tanto Yoongi seguía mirando su rostro con adoración y ternura. ¿Ese ser en frente suyo era real o una bella ilusión? 

Seokjin carraspeó e hizo regresar a Yoongi al mundo real.

—Se que esto sonará un poco grosero pero ¿Qué hace aquí?— Preguntó nervioso

Psycho (Yoonjin/Sujin/Sin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora