Tras haber luchado desgarradoramente para subir a mi habitación el cuerpo laxo y casi inerte de Jungkook por las escaleras, tuve que reprimir unas terribles quejas llenas de improperios puesto que el muchacho no podía siquiera afirmar sus pies sin caerse; pero por fin lo recostamos sobre mi cama.
Agradecí internamente que ni Jimin ni Jungkook abrieron la boca, pues mis padres estaban durmiendo, y no quisiera que se enteraran que Jungkook está medio muerto sobre mi cama.
¿Qué haría en ese entonces? Si no estuviese tan preocupada, seguramente tirase el cuerpo de Jungkook por la ventana y le diría a Jimin que se lo lleve a otro lugar, que lo que le pasaba a Jungkook no era de mi incumbencia. Si no estuviese tan preocupada...
— Jimin... — lo llamé en un tono tranquilo a pesar de que este igual de nerviosa que el. Pues podía notarse el rubio estaba tan preocupado que se le podía notar fácilmente al observarle la cara.
— A-ah, ¿si?
— Tienes que contarme qué ocurrió. ¿Estabas con él? — el rostro de Jungkook estaba muy caliente, pero algo pálido, unas leves ojeras se instalaron debajo de sus ojos. Claramente, algo había ocurrido.
— Eh, si, estaba conmigo. — contestó concentrado, como si estuviera tratando de recordar exactamente cada pequeño detalle de lo que ocurrió. Le di una mirada preocupada para que prosiga contándome la historia; mientras tanto, le quitaba las zapatillas Nike blancas para poder acobijarlo dentro de mis sábanas, estaba temblando, lo cual me extrañó un poco más. — Pues, simplemente fuimos a un bar. Jungkook estaba estresado, pues tuvo una fuerte pelea con su padre y su mandaré no lo defendió. — asiento oyendo atentamente. — También me contó que habló contigo, y que de algún modo se sintió ansioso después de esa charla. Así que simplemente, bebió mucho. Demasiado diría yo.
Asiento lentamente. — ¿ocurrió algo más?
— Pues, no creo que sea tan relevante. Solamente que unos chicos lo invitaron a jugar billar, y, pues, luego simplemente desapareció.
— ¿Y cuando lo encontraste, estaba con ellos? — fruncí el ceño.
— Estaba en el suelo, inconsciente. — el rubio podría ligeramente sus uñas. — ¿Puedes hacer algo? Jungkook me contó que estudiabas medicina, y hasta entonces eras la medida más razonable que había. — hizo una mueca, jugando nerviosamente con sus manos pequeñas. — Lo hubiese llevado simplemente al hospital, pero cuando Jungkook despierte me arrancaría la cabeza. Si lo hubiese llevado a su casa, sus padres le arrancarían la cabeza a él. Y si lo llevaba a mi casa, mi madre nos arrancaría la cabeza a los dos.
— Y si mi abuela se despierta, nos arrancará la cabeza a los tres. — retruqué dejando caer mis hombros.
Suspiré tratando de pensar, calmarme, pero con Jimin mirándome minuciosamente y mordiendo sus uñas con frenesí tenía ganas de tirarme por las escaleras. Joder, que intenso.
— Diría que está hasta los cojones de borracho, algo así como un coma etílico según lo que me dices, pero hasta ahora no ha vomitado. — busqué dentro de mi maletín estetoscopio, solamente para asegurarme de que su ritmo cardiaco no esté sufriendo irregularidades. Aunque curiosamente, sus palpitaciones estaban aceleradas. — Huh...
— ¿Que ocurre? — pase de largo de Jimin, tenia una leve sospecha, la cual ahora no me sorprendería viniendo de Jungkook; y encendí la linterna de mi celular. Abrí sus párpados con delicadeza, y confirmé que sus pupilas estaban dilatadas.
Abro los ojos sin poder creer lo que estaba viendo. ¿En serio Jungkook había caído tan profundo? Dios mío, necesito más aire para respirar. — ¿J-Jimin? ¿Jungkook es adicto? — cuestiono, observándole con una pizca de decepción en mi ojos.
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Clandestino𒊹︎ᴊᴊᴋ
FanfictionEsa necesidad de velocidad era lo que los volvía el uno para el otro. El destino los volvió a juntar, y no diría que fue pura coincidencia. Juntos seguirían teniendo la misma pasión por las carreras, y un secreto el cual iban a descubrir pronto...