Curiosamente, el día parecía estar igual de triste que mi alma.
Confundida, enojada, abrumada, estaba desanimada. No había podido pegar un ojo en toda la noche después de la charla que había tenido con el amigo de Jungkook. Por más que intentaba conciliar el sueño, al cerrar los ojos pensaba en lo destrozado que él había estado en mi ausencia, y eso provocaba que mi cabeza quiera explotar de cólera.
Joder, ¿como pude ser una persona tan egoísta? ¿Alejarme de los demás sin siquiera preocuparme como iban a sentirse? No quiero sonar como una persona avara al decir que quizás soy una persona crucial y que sin mi asistencia todos iban a sufrir. Yo no soy ni más ni menos que nadie. Simplemente que la compañía y el amparo en momentos tan considerables así son esenciales, y que las personas que más he querido hayan sufrido y no estuviera presente en ese momento me hacen querer replantearme: ¿realmente los ame de verdad? Porque si realmente lo hice no los hubiera dejado a la deriva, desolados.
Si, no quería perder todo mi orgullo. Pero de alguna manera podía sentir que Jungkook tenía toda la razón.
Era una cobarde, huí de la cruda realidad. Le quise dar la espalda a una situación que me negaba a asumir, pensaba que yéndome a estudiar a Seúl, al tener nuevas responsabilidades y preocupaciones con las cuales tapar mi dolor. Pero, mierda, había perdido a mi hermano gemelo, y el dolor que me había producido aquello era inaguantable.
Creí que la decisión que había tomado era la más apropiada para mi salud mental. Pero al encontrarme completamente sola en un pequeño departamento -que por suerte podía pagar el alquiler pues no quería molestar a mis padres con el dinero- sentada en el balcón todas las noches, sosteniendo una foto juntos o revisando repetidas veces nuestro chat esperando a que llegue un mensaje de su parte diciéndome que me esperaba en casa para tomar chocaste caliente y comer galletas horneadas, ahogándome en un mar de lágrimas y siendo víctima de un remolino de sentimientos; ahí me había dado cuenta que fue la peor decisión de mi vida. Ser terca, y pensar que sola iba a poder solucionar mi dolor.
Afortunadamente, la universidad fue completando toda mi agenda. Estar ajetreada con los estudios, las prácticas y demás logró que mi malestar emocional disminuyera. Tener la mente ocupada y estar estresada por los extensos exámenes había sido un beneficio, a pesar de que mis niveles de de hormonas de Cortisol hayan aumentado considerablemente durante ese periodo.
Suspiré por enésima vez y me puse de pie. No podía estar todo el día acostada, viendo por la ventana con la lluvia caía y esperar que todos mis problemas se resuelvan como por arte de magia.
Tal fue la casualidad que me llegó un mensaje, quizás sea de los chicos. Pero para mi sorpresa era un número desconocido.
Desconocido:
Princesa, el clima está perfecto para ir a tomar un capuchino, ¿te apuntas?
Si no es así, no sabes de lo que te pierdes kekeke.
Por cierto, soy Yoongi. Te preguntaras de donde saque tu número de móvil. Pues digamos que tus amigos son muy accesibles cuando toman mucho.Solté una risita, y mordiendo mi labio inferior negué con la cabeza. Decidí agendarlo primero, y luego conteste.
Yo:
Aceptaré. Necesito un capuchino inmediatamente :PMiau:
Es decir que vas por el capuchino y no por mi? :((((Yo:
La comida es primero Min...Miau:
Me dueles Kim Miyeon :(Solté una pequeña risita y decidí que era momento de alistarme. Entre tanto revoltijo, prendas que volaban por la habitación y un ataque de indecisión de mi parte, Yoongi acordó la hora en la que me pasaría a buscar. Por suerte aún tenía tiempo para seguir alistándome. Debía ocultar todos estos machucones en mi cuerpo con base, aunque tenía la ventaja de que era invierno y las ropas abrigadas ayudarían a esconder los moretones, pero aún así debía maquillar algunos que se encontraban en mi rostro y cuello.
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Clandestino𒊹︎ᴊᴊᴋ
FanfictionEsa necesidad de velocidad era lo que los volvía el uno para el otro. El destino los volvió a juntar, y no diría que fue pura coincidencia. Juntos seguirían teniendo la misma pasión por las carreras, y un secreto el cual iban a descubrir pronto...