01. Primo desesperante

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Atención todos los capítulos de esta historia aún no han sido editados por lo tanto encontrarán muchas incoherencias y mala ortografía.

Capitulo 1 - Primo desesperante

- ¡Joder déjame ver a mi hombre, estúpida! - bromeo Daniel mi primo mientras veíamos en la tele su serie favorita.

- Solo quiero que me des mi helado Daniel - bufe y le mire mal lo cual el ignoro como siempre lo hace.

- ¡Te dije que no me dijeras Daniel! - chillo - mi nombre es Chikis

- No te diré Chikis pendejo - dije mirándolo con horror fingido

- Alicia eres tan difícil - fingió estar ofendido

¡¿Difícil?! difícil es tener que pasar toda la tarde con el gruñón de mi primo que se la pasa quejándose de todo lo que hago, a veces quisiera que un elefante con diarrea le cayera encima a ver si me deja de fastidiar.

- Yo mando quieras o no, ahora dame mi helado

- Cállate que no me dejas escuchar nada

- ¡Solo dame mi puto helado! - me queje.

- ¡Ya cállate!

- ¡Peter la anguila! - le insulte haciendo que se volteara a mirarme como si hubiera dicho la palabra más grotesca dicha jamás.

- ¡¿Perdón?!

- Estas perdonado - dije con fingida elegancia

Lo que no me espere fue que el gorila que dice ser mi primo me lanzara el bote de helado encima el cual esquive, provocando que se derramara todo en el sofá favorito de mi tía, aquel sofá que le costó mil dólares, aquel sofá que ella quiere más que a nada, ese mismo sofá estaba embarrado de helado de chocolate y lo peor del caso es que aquel sofá era blanco, ya estaba imaginando todas las formas de tortura que nos daría mi tía.

Mire en dirección a Daniel y el estaba igual o peor que yo, con una expresión de terror que no se podía ni describir bien de lo fea que era.

- ¡¿Que has hecho Alicia Marie Connor?! - grito Daniel con los ojos como platos.

- ¡Yo no he hecho nada! - grite aun más fuerte que él.

- Tenemos que hacer algo

- No me digas - dije en tono sarcástico

- Tenemos que hacerlo ahora

Bufe y camine hacia al armario donde se encontraban los utensilios de limpieza y me dirigí a donde estaba sentado Daniel comiéndose las uñas por los nervios le lancé una esponja a lo que él se levanto sobresaltado.

- ¡MAMA YO NO HE HECHO NADA TODO FUE CULPA DE ALICIA! - grito muy alto

- ¡No te ayudare en nada estúpido prostituto! - grite más alto que él haciendo que abriera los ojos más de la cuenta.

- No, no te vayas por favooor hare lo que quieras pero no me dejes solooo porfavor - lloriqueo y escuche mi frase favorita ''Hare lo que quieras''

- ¿Lo que yo quiera? - pregunte alzando una ceja en su dirección.

- Lo que tú quieras

- Enserio, ¿lo que quiera? - repetí nuevamente.

- ¡Que si!

- Bien - sonreí triunfante

Fui hacia el sofá y le saque el cojín, lo voltee y ¡Tadaa! esta como nuevo, siempre buscaba la solución a las cosas de la manera más fácil, en cambio mi primito querido no, aun no puedo creer que este fenómeno y yo , Alicia Marie Connor, compartamos la misma sangre, aun sigo creyendo que es adoptado, incluso no hace mucho hice una pequeña investigación con mi tía para confirmar que Daniel alias ''Chikis'' era hijo de ella, pero para fortuna de el y desgracia de ella resulto ser hijo de ella, volviendo al tema mire a mi primo como todo cobarde que es, a lo lejos sentado en una silla del comedor aun mordiéndose las uñas-

- ¡Ven princesa ya arregle el problema! - lo llame con el apodo que tanto odiaba.

- ¿Qué hiciste? - dijo asombrado

- Pues solo tuve que voltear el cojín - dije en tono obvio

- ¿Y... si mamá lo voltea?

- Nunca lo hará tarado

De hecho no estaba segura de lo que estaba diciendo, porque si un dia decide levantar el cojín para buscar algo que se le haya entrado por el obviamente iba a ver la terrible mancha de helado de chocolate en el cojín, pero mi primo es fácil de engañar así que solo tuve que decirle eso para que el hiciera lo que yo quisiera y estaba más que claro que iba a ser ese favorcito que me haría.

- ¡Gracias, gracias, gracias eres la mejor prima del mundo! - chillo y se abalanzo encima de mi para abrazarme.

- Lo sé, ahora el trato que me acabas de ofrecer - dije empujándolo para que me quite sus manos pegajosas de helado.

- ¿Qué trato? - fingió no saber nada

- ¿Quieres que le diga a tía lo que has hecho? - pregunte con sonrisa malvada.

- Bien, hare lo que me digas - se rindió y soltó un bufido de resignación.

- Así me gusta princesa

- ¡No me digas princesa! - le mire mal - Ya, ¿qué quieres que haga? - dijo cansado

- Quiero que me ayudes a separar a mi Austin y a la nerd

- ¡¿Qué?! estás loca, Lucy me cae bien su pelo es hermoso - Me miro sorprendido y con una cara de como si lo hubiera ofendido Pff ni para tanto.

- ¿Y..? no me interesa

- ¡Eres mala! - me dedico una mirada acusatoria la cual ignore como siempre hago - además se ven muy felices - agrego a su argumento.

- No me importa - le dije como si nada y mirándome las uñas restándole importancia.

- ¿Acaso estas enamorada de Austin? - dijo en tono pícaro a lo cual me sonroje y oculte mi cara mi rando hacia abajo para que Daniel no se diera cuenta de ello.

- ¡¿Qué?! pff por favor ni creas - dije como si hubiese dicho algo estúpido.

- No lo hare - declaro con tono seguro y mirándome.

- Si lo harás, si no quieres que le diga lo que hiciste a tía - canturree y le mire con una sonrisa malvada, se que puedo ser un poco mala a veces con el pero si es para lograr mis objetivos, realmente me importa un pepino llevarme a quien sea por delante.

- Esta bien - dijo inseguro y resignándose a lo que le iba a encargar.

Le dedique una sonrisa triunfante, porque así soy yo y nadie me podrá cambiar.

Sé que voy a lograr quitarle el novio a la nerd.

¡Quiero al novio de la nerd!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora