Capítulo 23

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Mamá había hecho té de manzanilla. Estebamos las dos en la sala sentadas en los almohadones del sofá que habitamos bajado hasta el piso para quedar bien frente al fuego. Yo estaba callada todavía. No estaba segura como empezar. No sabía que era lo que quería preguntar. Por dentro algo me decía que tenía que hablar con ella, que tenía que conversar el tema, pero no sabía que del tema tenía que hablar.

"entonces... ¿sientes cosas por Juan?" preguntó rompiendo el silencio. Me alegraba que lo hubiera hecho.

"si" acepté. ¿Qué ganaba con mentirle? Nada. Ella era mi mamá, sí no se lo podía contar a ella ¿entonces a quién?

"y él también por ti" no lo preguntó. Me lo afirmó.

"a veces tengo miedo" confesé "de lo que siento, nunca me pasó con nadie"

"está bien que tengas miedo" me aseguró "serias una tonta o una loca si no lo tuvieras __________, pero tienes que asegurarte de que ese miedo no te detenga de hacer las cosas que quieras, sino que te haga estar segura de que cuando las hagas, sea porque sientes que es lo correcto"

"¿Cómo estar con él?" pregunté "de esa manera" agregué en caso de que no hubiera entendido.

"como de esa manera" dijo mamá dándome una sonrisa y acomodándome un pelo que se me había venido a la cara. "yo también tenia tu edad cuando me enamoré por primera vez"

"¿él sentía lo mismo por ti? pregunté curiosa.

"si, lo hacía" contestó sonriente "con él tengo varios de los mejores recuerdos de mi vida"

"¿Quién era?"

"tu padre" sabía que se habían conocido de jóvenes. Se habían casado cuando mamá tenía apenas veinte. Pero no sabía que había sido el único amor de ella.

"¿Cómo supiste cuando estabas lista?" pregunté ahora volviendo a mí.

"no lo sé..." confesó "solo estaba segura que lo amaba y que si con ese sentimiento no valía la pena arriesgarme, entonces no me imaginaba con cual lo hacía"

Después de que terminara de conversar con mi mamá, me fui a mi habitación y me acosté a pensar. Tenía ganas de llorar. No sabía por qué. No era un llanto malo, de tristeza. Simplemente era como darme cuenta que estaba creciendo. Que tenía que animarme a dar pasos hacia el futuro. Estaba por quedarme dormida cuando mi celular sonó.

"_________" escuché la voz de Lola preocupada del otro lado.

"Lola ¿pasó algo? Te siento alterada" ella nunca estaba así y la había aprendido a querer. No me gustaba la idea de pensar que algo malo le podía haber pasado.

"¿estás bien?" preguntó. Su tono de preocupación todavía seguía.

"¿yo? Si estoy bien ¿Por qué preguntas?" No entendía absolutamente nada.

"Sonia" dijo ¿Qué significaba? "se enteró que Juan pasó la noche en tu casa"

"¿Cómo?" Oh. Dios. Mio. Esa chica era capaz de golpearme solo porque en mi primer día de esquí había caído encima de Juan Pablo. Al haberse enterado que pasó la noche en mi casa me va a asesinar.

"con Dylan quisimos detenerla, pero dijo que te iba a encontrar"

"estoy en casa, así que no pasa nada"

"bueno. Cuídate. Enserio está loca" ¿Por qué no me extrañaba?

"Lo hare. Gracias por llamar Lola" agradecí y después colgué la llamada.

"__________, baja por favor" pidió mi mamá ¿Qué nadie me iba a dejar dormir? Me destapé, me puse las pantuflas y bajé con lentitud hasta la planta baja. En la sala estaba mi mamá con... ¡no! ¿Sonia?

"Sonia ¿Qué te trae por acá?" pregunté intentando sonar distendida.

"te voy a matar, perra" escuché que gritó y después solo la vi saltarme encima. Mis piernas trastabillaron con ellas mismas y todo mi cuerpo cayó detrás. Sentí un dolor agudo en la parte de atrás de mi cabeza. Y de pronto todo tomó color negro. Podía sentir que Sonia todavía gritaba, pero ahora también lo hacia mi mamá. Y entonces después de eso no escuche nada más.

***

El cielo estaba de noche cuando me desperté. Las luces de la habitación donde me encontraba solo lastimaban mis ojos de lo blancas que eran. No estaba segura qué lugar era. No recordaba como había llegado ni tampoco entendía que era el dolor que había detrás de mi cabeza. Llevé mi mano a mi nuca, que era donde estaba esa sensación punzante y sentí como una gaza no me dejaba investigar del todo bien. ¿Qué había pasado?

"mi amor, por fin despertaste" escuché decir a mi mamá al lado mío. Me giré y la vi sentada al lado de mi cama con gesto cansado, pero aun así tenía una sonrisa.

"¿Dónde estoy má?" pregunté. Me desesperaba no entender nada.

"estás en el hospital" ¿Qué? ¿en el hospital?

"¿Qué hago aquí?" no entendía absolutamente nada.

"Sonia te empujó y te golpeaste contra uno de los escalones de la escalera" explicó. Ahora recordaba. Lola me había avisado que ella se había enterado que Juan Pablo había pasado la noche en mi casa y entonces me estaba buscando. La chica estaba más loca de lo que creía.

"¿podemos ir a casa?" pregunté. No quería estar más ahí.

"no _________. El doctor dijo que tienes que quedarte hasta mañana en la mañana para asegurarnos que no surge ninguna complicación" ¿dormir ahí? Qué horror. No quería.

"pero ya estoy bien" aseguré intentando incorporarme, solo que el dolor en la parte de atrás de mi cabeza me hizo perder la fuerza y solo caí de vuelta en la cama.

"no estoy tan segura de eso señorita" me regañó mi mamá "descansa un rato más y ya va a llegar el momento de irnos" siempre quería hacerme ver que todo iba a pasar rápido. A veces no lo hacía. A veces todo tardaba mucho.

"¿Juan?" pregunté de golpe. No quería preguntar. Pero tampoco lo resistía. ¿Por qué no estaba al lado mío? ¿se habría enojado? No quería ni pensar en las cosas que se habían sucedido en mi lapso de inconciencia.

"está durmiendo en su casa" ah... "_________, son las dos de la mañana" eso explicaba muchas cosas. Y eso me dejaba más tranquila.

"está bien" fue lo único que pude decir.

"si, ahora te quedas descansando tranquila, mañana te voy a dar una sorpresa que te va a encantar" ¿mi mamá chantajista? Eso no me lo esperaba ¿Qué podía ser la sorpresa? Me intrigaba. Me tenía totalmente comprada. Odiaba que hiciera eso.

"¿Qué es?" no perdía nada con intentarlo.

"ya te dije, quédate tranquila y mañana la vas a saber" Esa iba a ser una noche muy larga. Pero estaba dispuesta a quedarme tranquila. No resisto una buena sorpresa.

Corazón Nevado (Juan Pablo Villamil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora