Corazón Nevado (Juan Pablo Villamil)

Capítulo 15

Caminé por la escalera y pasé por la sala hasta la puerta de entrada. Respiré varias veces antes de decidirme a abrirla de una vez. Juan Pablo estaba parado en la entrada igual de hermoso que siempre. Su piel se veía pálida por el reflejo de la luna y su mechón fugitivo aun caía sobre su frente hasta el inicio del ojo causándome esa sensación de querer acomodárselo y en el intento entrar en contacto con él.

"¿Qué pasa?" pregunté un tanto seca.

"eso es lo que yo te quería preguntar a ti" ¿a mí? Él era el que había ido hasta mi casa en la madrugada.

"¿Qué hice yo?"

"le dijiste a Sonia cosas que no son verdad"

"y tú le dijiste a Dylan cosas que si lo eran solo para arruinarme mi cita con él"

"solo estaba siendo honesto"

"solo me estabas perjudicando. Para empezar ¿por qué apareciste justo en el hotel?"

"ya te dije, quise invitar a cenar a Sonia"

"¿Dónde sabias que yo iba a estar?"

"si, donde sabía que tu ibas a estar"

"¿Por qué lo hiciste?" quería saber eso. No lo entendía.

"no importa porqué lo hice"

"¿Quién es el de las tácticas evasivas ahora?"

"¿quieres que te diga la verdad?"

"si"

"te estaba haciendo un favor" ¿Cuál era? La verdad era que no lo conseguía encontrar viendo en retrospectiva el evento de esa noche. Las cosas hubieran ido mucho mejor si simplemente hubiéramos sido Dylan y yo.

"ilumíname, porque la verdad que no lo consigo entender"

"Dylan, él no es para ti"

"¿Qué te hace decir eso? Él fue muy lindo conmigo toda la noche y a diferencia tuya no intentó arruinarme las cosas"

"el no siente nada por ti, todos en la isla lo saben. Solo te está usando" ¿enserio acababa de decir eso? Había sido realmente cruel. Me estaba tratando como la nueva tonta del lugar.

"tal vez me esté usando, pero por lo menos lo hace sin lastimarme, algo que deberías aprender a hacer tu"

Eso fue lo último que dije antes de cerrarle la puerta en la cara. No podía seguir viéndolo. O mejor dicho, no podía dejar que me viera así. De mis ojos comenzaron a caer varias lágrimas. Tonta. Tonta. Tonta. No tenía que llorar por él. Después de todo...tal vez la vidente tenia razón, y Juan Pablo si me iba a cambiar la vida, pero lo iba a hacer para mal. Me iba a enseñar lo horrible que es que te rompan el corazón cuando los sentimientos son fuertes.

Tenía que olvidarlo. El día siguiente sería un nuevo comienzo y él no iba a estar en este. Solo iba a ser un espectador de mi búsqueda a la felicidad.

***

"ya estoy en casa" le mencioné a Clara mientras hablábamos por teléfono. Esa mañana después de que me había despertado lo primero que había hecho era llamarla. Necesitaba una oreja que me conociera desde siempre a la cual contarle mis cosas.

"¿es linda?"

"es enorme"

"me gustaría conocerla"

"tienes que venir. Ahora que estamos en vacaciones ¿no crees que tus papás te dejen?"

"tendría que preguntar, pero no lo sé. Está lejos de Dallas" si, lo estaba, por desgracia lo estaba. De otra manera hubiera agarrado el auto y me hubiera ido en un viaje por la carretera solo para llorar en su cama mientras me hacía comer helado de chocolate con almendras.