Capítulo 27 (Final)

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Con Juan Pablo estuvimos paseando por varios lugares. Fuimos a uno de los parques, caminamos por la avenida principal mientras yo me paraba a ver todas las vitrinas. Siempre me llevaba tomada de la mano. En varias ocasiones nos deteníamos simplemente a besarnos. En mi cabeza no entraba como todo eso estaba siendo real. Esperaba que en cualquier momento alguien me empujara y me encontrara caída de la cama. Pero no pasaba. Él seguía estando ahí y yo con él.

"bueno ¿crees que estás lista?" me preguntó cuando empezaba a anochecer.

"no se... ¿estoy?" pregunté nerviosa.

"yo creo que si" dijo sonriéndome y entonces dio media vuelta para comenzar a avanzar por el sentido contrario al que veníamos. Cuando se detuvo me di cuenta que era el hotel de Marie. ¿Qué hacíamos ahí? Abrió la pequeña tranquera de madera del frente y avanzó por el camino. Cuando estaba por chocarse la puerta de entrada giró y caminó en sentido paralelo al hotel. Yo lo seguía por detrás. Rodeamos el lugar y entonces quedó al descubierto una pequeña cabaña. Estaba al fondo del terreno que le pertenecía a Marie. Juan Pablo solo me miró y se dio cuenta que realmente estaba sorprendida. Caminamos hasta que llegamos a la puerta y ahí la abrió. Dentro había una pequeña sala en la cual estaban todos los muebles corridos hacia los costados dejando en el centro una mesa lista para una cena... ¿romántica? Si, eso parecía. Había una puerta que daba a la cocina y una escalera de madera que daba a un entre piso donde se encontraba el sencillo dormitorio. Era tan linda. Tan acogedora.

"¿te gusta?" me preguntó. ¿Qué me si gustaba? Claro que si. Estaba hermoso.

"me encanta" contesté emocionada.

"se la pedí prestada a Marie y dijo que no había problema. Aquí solía vivir con su esposo antes de que falleciera, ahora no le gusta mucho venir por acá, prefiere quedarse en el hotel" debe ser horrible vivir en una casa donde todo te recuerda a la persona que amaste y ya se fue.

"le tengo que dar las gracias entonces" comenté. En ese momento, los brazos de Juan me abrazaron por detrás, su barbilla se apoyó en mi hombro y yo quería que el tiempo se detuviera en ese instante.

"¿tienes hambre?" preguntó

"no me digas que también cocinaste" dije sorprendida.

"no, pero conseguí un montón de folletos para pedir comida" en ese momento solté una pequeña risa.

"contestando a tu pregunta. Si tengo hambre" tenía mucha hambre. Habíamos pasado toda la tarde sin probar bocado.

"Espera te muestro los que conseguí y elige" dijo soltándome para caminar hasta una pequeña alacena que colgaba en la cocina.

"no, elige tú, yo tengo que llamar a mamá, tengo que avisarle por qué no volvimos" debe estar muriéndose del susto esa mujer.

"está bien" y me sonrió.

"¿nos vamos a quedar acá? ¿a dormir?" pregunté un tanto nerviosa.

"si quieres" ¿quería? ¿sería una buena idea?

"si" dije y después saqué el celular del bolsillo de mi chaqueta y subí hasta el entrepiso donde me senté en la cama. Esperé dos tonos hasta que escuche la voz de mamá del otro lado.

"__________, por fin llamas" exclamó. Estaba nerviosa.

"má, te llamo porque con Juan se nos hizo tarde y vamos a quedarnos acá, estamos donde Marie" teóricamente era cierto. No iba a entrar en detalles que "donde Marie" no se refería precisamente al hotel, sino que incluía una cabaña para los dos solos atrás.

Corazón Nevado (Juan Pablo Villamil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora