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Nadie podría entender como esta mi cabeza, un mundo lleno de posibilidades y yo me encuentro sin ningún recurso.

No creo en el destino, no hay hoy que pueda cambiar el mañana, no existen las segundas oportunidades, simplemente un tercer intento fallido. No es que sea negativa o solo objete la parte menos buena. No todo lo malo es tan malo, como lo bueno no siempre es tan bueno. No creo tampoco en los finales felices, solo en los finales menos malos. Quierdo decir, no entiendo el sentido lógico de que solo se tiente a llegar a los límites, nunca un maldito punto intermedio, ni un más ni un menos, ni un antes, ni un después, no hoy ni mañana, no bien ni mal.. Porque no creo en los días felices, sino en los menos malos. La felicidad no existe, solo el simple hecho de sentirte bien por un termino intermedio, no porque sea un " perfectamente" que te de el motivo. Deja la puerta abierta, dejalo en el aire, no todo es un si o un no, la parte temblante siempre es la más interesante y misteriosa.

Decepciones, una detrás de otraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora