En esta vida hay buenas y malas rachas, que las decepciones ya son rutina y cada vez se hacen menos sorprendentes. Te acostumbras a algo que ya, es cotidiano. He aprendido que las cosas más bonitas, son las que se acaban, que hay miles de personas pero una te marca. Claro que todo acaba, claro que siempre duele, claro que raro no importe. Las personas que más sentimos, somos las que de verdad nos hemos caído. Nos ha dado cada día un empujón más para seguir adelante, para aparentar que todo te da igual, que pasas olímpicamente del mundo, que sabes como va.
Quisiera aparentar normalidad pero en fin, no me voy a engañar, es imposible de ocultar. De que todo esta bien, de sonreír, de fumar para olvidar, para no afrontar la realidad. Supongo que ando algo perdida, sin recorrido fijo, primero en un sitio y luego en otro, creo que he llegado demasiado lejos.
