Dicen que un clavo, saca a otro clavo, o sino 200 clavos alomejor. ¿Para que engañarnos? Sabemos perfectamente que no terminara de sacarse y, mucho menos que venga otro y lo quite. Eso sería autoengañarnos,esta es la realidad. Si bien sabemos que todo clavo: pincha, duele, abre, destroza, se oxida y después, queda una parte de tí, dolida y más aun cuando pasa el tiempo, muerta. Que ingenuos sois, el pensar que uno, quitara al otro, que, como toda herida, sana, pero esta vez, cicatriza y deja marca.
Porque puedes encontrarlos de todos los tamaños, de diferente estilos y colores, que clave más o menos pero siempre, aunque solo sea un poco, te duele.
«Dicen que un clavo saca otro clavo, pero no dicen que a base de clavos se hunde el barco.»