IX

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Me impulso saltando sobre el, enrollando mis piernas en su cadera y pasando ambos brazos por detrás de su cuello. No me puedo creer que este aquí.

—tu... Que... No entiendo—digo apartandome un poco del abrazo y mirándolo a los ojos.

—¿sorpresa?—hace una expresión rara con la cara—en teoría tendría que haber gritado sorpresa antes, pero has sido tan rápida que no me has dado tiempo—

—igualmente es una pedazo sorpresa—vuelvo a abrazarlo, y esta vez el me agarra mejor de la cintura, mientras que deja caricias en toda mi espalda—pero ¿porque no estás en Murcia con tu familia?—pregunto ahora subiendo ambas cejas.

—ni el del rosco hace tantas preguntas como tu—dice entre risas, contagiandome a mi también—pues porque aquí esta mi segunda familia—

—oh, un murcilan—digo fusionando murciano y catalán, haciendo que otra vez los dos riamos.

Me doy cuenta de que una estoy encima de el, y entonces con un poco de vergüenza bajo mientras le regalo una sonrisa disculpándome, a lo que el solo niega divertido con la cabeza.

Lo he echado tanto de menos.

—venga, vamos al salón que están todos—agarro su brazo y tironeo de el hasta lograr llegar al comedor.

Todos paran de hablar en el momento exacto en el que Ginés y yo nos sentamos en unos taburetes. Luego, entre todos ellos se miran y luego a Pablo, hasta que sus miradas vuelven a nosotros.

—¿cuento hace que salís?—pregunta Sergio, subiendo y bajando las cejas.

—¿y a ti cuanto tiempo hace que te falla el cerebro?—hago otra pregunta tratando de esquivar el tema.

—venga chuty no dejes umillarte—dice Chemi.

—tu calla—le digo amenazante.

—ja ¿ya nos sabes que decirme? ¿No se te ocurre ningún insulto ingenioso?—se hace el chulo, mientras hace ver que sus dedos son una pistola y sopla la punta. Que infantil.

—si. Tu nariz son las nuevas cuevas de Atapuerca—le contesto logrando que todos le lanzan el típico "uuuh".

—esa es buena—me felicita mientras choca el puño.

Esta es la mejor segunda familia que me podría haber tocado, en serio que los aprecio y valoro mucho.

Me levanto para ir a la cocina y llevar al salón las bolsitas con las doce uvas para las campanadas. Agarro la bandeja y me encaminó nuevamente al salón, donde trato de dejar la vandeja en la mesa, pero, un zapato de mi queridisimo hermano se pone en mi camino, y así acaba la bandeja en el suelo con las uvas desparramadas por todo el salón y yo tenido al lado de la bandeja. Mierda.

—¿estas bien?—pregunta alguien.

—¿tenemos que llamar a la mabulacia?—otra voz.

—mirar que tenga pulso—alguien alarmado grita a todo pulmón.

—hecerle preguntas a ver si sabe quién es—un gilipollas como el mismísimo Alfon es el que dice tal estupidez.

—ya nos hemos quedado sin uvas—una persona se agacha al suelo para tratar de limpiar la fruta, ese el force.

—acho callar y ayudarla—sin duda ese es Ginés, el cual se acerca hasta mi y me extiende ambas manos para incorporarme.

—lo siento, pero esto a sido por tu puto zapato—le digo mirando malamente a mi hermano—ets un desastre—{traducción:esers un desastre} le suelto enfadada.

—Ho sento molt germana—[traducción:lo siento mucho hermana} se disculpa arrepentido.

—ven aquí bobo—abro los brazos y el se acerca hasta a mi con miedo por que le suelte un zape en toda la cabeza, hasta que comprueba que no lo voy hacer y me estrecha entre sus brazos.

—y así es como se pelean dos catalanes—chemi se carcajea de nosotros mientras graba la escena con su móvil.

En serio que tengo ganas de matarlo a balazos con las pepitas de laa uvas, pero no, vamos a acabar bien el 2017 para empezar con buen pie el 2018.

La medio hora restante la pasamos hablando de temas triviales y recordando anécdotas de batallas más antiguas, que a pesar de no he estado presente mes las han narrado tan bien que me he sentido parte de ellas.

La que más me ha llamado la atención es una en el que el protagonista es chemi y Manel. Me han contado que todos se fueron  a una casa rural de esas que están en el campo, y los listos de Manel y Chemi, por la noche dejaron la puerta principal abierta, y cuando se fueron a dormir no la cerraron, entonces entre la oscuridad un gato entro es su habitación y los atacó en media noche, donde Manel no tuvo otra mejor idea que llamar a la policía y a los bomberos.

En fin, terminaron pagando una multa por las molestias.

—ey las 23:59h—grita Alfonso señalando el reloj.

—prestarme atención—me levanto del sofá y me pongo encima de la mesa de café—quiero deciros que gracias por aparecer en mi vida, estos cinco meses han sido maravillosos y no los cambiaría por nada en el mundo, y aún que aveces mienta más de lo que respiro—todos rien por la última tontería  que he dicho—lo más sincero y de corazón que puedo deciros es que os quiero muchísimo—sonrió a todos los presentes y entonces bajo de la mesa.

Entre todos gritan un "por dos" y se abalanza hacia mí para hacer un abrazo grupal. Son tan infantiles aveces...

Pip pip

¡las doce!—gritamos nuevamente todos juntos.

—feliz años chicos—abrazo a cada uno con todo el cariño del mundo.

Cuando llego a mi hermano lo miro orgullosa y llena de felicidad, este hombre es el de mi vida, ni mi papá, ni mi príncipe azul, es mi hermano el único que me conoce y al que le devo tanto.

—te amo—me dice después de una mirada infinita.

—y yo cabeza de champiñon—le plantó un beso en la mejilla super sonoro.

—ala ya te has cargao' el momento emotivo—me río por lo bajito y entonces me separó de el.

Cuando veo un hueco libre donde esta mi charmander/hermano no hermano, sin dudarlo me tiro a su espalda y le grito en el oído:

—¿¡te han dicho alguna vez que si te pones haciendo el pino pareces una vela del rebés?!—grito tan fuerte que hasta a mi me asusta.

—¡aaaah!—grita cómo si se hubiese tragado un silbato—¿y a ti te han dicho que podrías cantar ópera?—los dos reímos y entonces me bajo de su espalda y lo abrazo correctamente.

A este también lo quiero mucho.

Ahora solo queda localizar al murcilan.

......

.....
¡BINGO OBJETIVO LOCALIZADO.

El se gira directamente hacia mi, y, cuando nuestros ojos chocan en ambos se dibuja una sonrisa, el se acerca poco a poco hasta a mi, y cuando nos separa nada más que un palmo de distancia, me atrae hacia el rodeandome con los dos brazos por los hombros.

—feliz año nuevo paredes—susurro de lo a gusto y segura me siento entre sud brazos.

—feliz año a ti Pérez—noto como diposita un beso castoso en mi cabello.

Sin duda alguna, mi 2018 no puede empezar mejor, con alguna caída, pero con muchas subidas.

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3/3

💮🌼 ℙ𝕒𝕣𝕖𝕕𝕖𝕤🌼💮 [𝕨𝕒𝕝𝕝𝕤/ 𝔾𝕚𝕟𝕖́𝕤 ℙ𝕒𝕣𝕖𝕕𝕖𝕤] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora