XXIV

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—¡ay! Ginés para que es muy grande—me quejo al ver que no deja de intentar.

—casi esta dentro—dice volviéndolo a meter.

Me muerdo el labio, no sabía que puede doler tanto y encima le digo que pare de ponérmelo y no me hace caso.

—¡ya coño! No entra el puto pendiente y ya, para o me harás una dilatación al estilo lit killah—apartó el pendiente lejos de mi oreja.

—no es mi culpa que mi madre tenga estos pendientes tan grandes. Ademas ¿para que me haces caso? Yo no entiendo de estas cosas—se encoge de hombros dejando el pendiente en sus sitio—venga vamonos que llegamos tarde—

Nos despedimos de los padres de Ginés para ir a tomar algo a un bar. Hemos quedado con el grupo de Ginés, Lacrew. Se ha empeñado en que los conozca y bueno para que mentir, estoy nerviosa, no tanto como cuando conocí a sus padres pero si lo suficiente como para que me de un ictus solo verlos. OKno, Aira centrarte y no cometas ninguna cagada.

Ginés abre la puerta del bar y me deja pasar primero para luego entrar el. Con la mirada busca a un grupo de tres chavales. Entre ellos se saludan con el típico choque de puños y un golpecito en la espalda.

—bros ella es Aira, mi novia. Ellos son Gonzalo—señala al chico con pelo largo hasta los hombros—juan—uno castaño y bastante alto—y Alberto—señala a uno con gafas.

Alberto con el culo abierto. Vale es lógico que eso no lo voy a decir, pero ¿de verdad tiene en culo abierto? Bueno dejémoslo esta.

—se lo que estás pensando—habla Alberto mirándome graciosos—lo del culo abierto—

—psss que va—entre ellos se mria y se ríen—bueno si—y ahí explotan en carcajadas—pero bueno "si sea gay o no siempre le rompen el culo"—imitó la voz de wos y con eso es suficiente para ver a Alberto llorando de la risa.

—estás más que aceptada—Juan me Palmea el hombro cunado a terminado de reír.

—venga vamos a tomar algo—nos anima Gonzalo volviéndose a sentar en la mesa.

Todos pillamos asiento y terminamos pidiendo unas cervezas con olivas para acompañar. Con la tontería pasamos una hora y media entre risas, chistes y charlas agradables. Luego entre todos pagamos en vermut y salimos a la calle para ir cada uno a su casa para cenar.

Alberto es el único que nos acompaña porque resulta que vive cerca de la casa de Ginés.

—oye mi tío vende su piso, lo digo porque tu te querías mudar ys alir de casa de tus padres ¿no? Puedo hablar con el y que te haga una rebaja—explica su amigo parando de caminar.

—¿el piso que está encima del chico?—Alberto le da la razón—no se bro, tengo que ver—siento como me mira de reojo.

A calro con ese tengo que ver estas queriendo decir TENEMOS que ver.

—bueno hay tiempo, el piso ese va a costar que se venda porque como esto no es el centro a la gente no le acaba de interesar, ya sabes—hace una mueca—bueno yo me marcho. Espero verte otra vez enena—me da un abrazo y luego otro a Ginés.

Veo como mete las manos en el bolsillo y se aleja a paso tranquilo de nosotros.

Al instante Ginés se da la vuelta mirándome suplicante. Tengo miedo de lo que me va a pedir.

—son indirectas del destino—sube y baja las cejas en forma pícara—ese piso es bastante grande para nosotros, yo lo he visto. Son tres habitaciones, un baño y un salón cocina—

—no eres al único que le hace ilusión ¿Sabes?—me ecerco un poco más a él rodeandole la nuca con mis manos—peeeeeero, Alberto a dicho que tardará en venderse, si de verdad el destino quiere que sigamos juntos ese piso seguirá sin vender, si es así veremos si lo compramos—

💮🌼 ℙ𝕒𝕣𝕖𝕕𝕖𝕤🌼💮 [𝕨𝕒𝕝𝕝𝕤/ 𝔾𝕚𝕟𝕖́𝕤 ℙ𝕒𝕣𝕖𝕕𝕖𝕤] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora