XXIII

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—tu... —se acerca a nosotros con pasos fuertes, como si la ravia le recorriera de arriba a abajo.

—hey Irene—saluda Ginés.

O venga ya. Ginés tu ex-novia nos esta apunto de matar con la mirada y tu tan tranquilo aquí, no se tu pero yo tengo ganas de salir corriendo.

—Ginés tu...y esa... Así que es verdad. Es verdad que me has cambiado por una busca fama ¿eh?—todo lo que ha dicho a sido mirandome a la cara con odio.

—Irene me parece que ya hemos hablado bastante del tema—el me agrra de la mano y retrocede un par de pasos—pero por si no te ha quedado claro, yo no fui quien echó lo nuestro a perder. Y ella no es una busca fama, ella es quien a estado para mí en cualquier momento sin importar el cuando, el donde y el porqué—y con eso su intención era huir de ahí, pero claro he dicho era, en pasado, porque a Irene no se le ocurre otra cosa que decir esto;

—no te preocupes Ginés, ya verás que poco tarda en tirarse a otro, total le quedas muy grande y ella cuando vea a otor más bueno que tu correrá a sus brazos sin siquiera pensar en ti—

En ese instante mi paciencia a abandonado mi cuerpos al igual que mi razonamiento. Me digo a mi misma de no estamparle el puño en la cara y de no bajarle todos los dientes de un sopapo, pero ahí va la gota que hace derrame el vaso.

—Y cuando te hayas cansado de esta puta me llamas y te ayudo a olvidarla como tu hiciste con lo nuestro—

Y ahí si que me importa una mierda todo. Sin más mis manos viajan a él pelo de Irene, tirando de él con mucha fuerza hasta dejarla en el suelo y sentarme encima de ella. Por su parte se dedica a poner sus manos en mi cuello para que me aleje, pero gente os olvidáis de que fui un año entero a clases de artes marciales. Le soy una ostia en la mejilla, pero de golpe me empuja bruscamente, hasta que mi espalda choca con la acera para luego notar una patada en mi costilla y otra en mi cara.

—¡parar ya joder!—Ginés agarra del brazo a Irene separandola de mi.

Me arrodilló en el asfalto a la vez que comienzo a toser. Un fino hilo de sangre baja por mi nariz y aun que no me he visto la costilla seguro que un moratón no tardará en aparecer.

Al volver a ver hacia Ginés, lo único que me encuentro es a Irene corriendo y a él gritándole. Después se acerca a mi y me ayuda a levantarme. Sin decir ni una palabra empieza a camiran hacia casa. El abre lentamente la puerta  ayudándome a entrar silenciosamente.

—Aira por favor no hagas ruido, no quiero que mis padres se preocupen—asiento con la cabeza y volvemos a caminar.

Esto es mucha tensión para mi. Escucho paso por la cocina que justo esta a dos puertas de la habitación de Ginés. Pasamos por delante de ella en sielcio, procurando que de José no nos vea. Soy la primera en pasar y cuando lo está por lograr Ginés, su padre se da la vuelta.

—pero hijo ¿cuando habéis vuelto?—pregunta extrañado.

—aaa... Eee... Solo he vuelto yo porque me he dejado la cartera—veo como sonríe exageradamente y luego se va corriendo a su cuarto.

Entró con el y me siento en la cama para que me cure la nariz. Esto está siendo muy surrealista. Primero sus padres creen que soy su mejor amiga y luego me encuentro a la loca de su ex y nos liamos a puñetazos. Menudo día.

—a ver, te va a escozer—de sienta el la silla delante de mi mientras que moja un algodón con alcohol desinfectante.

Subo la cabeza para que tenga más acceso a mi nariz. Al notar el algodón aohgo un pequeño jemido de dolor. Me cago en todos mis muertos como quema esto la puta madre hijos del mismísimo Satanas quien inventó esto era primo de el  Tarantino.

💮🌼 ℙ𝕒𝕣𝕖𝕕𝕖𝕤🌼💮 [𝕨𝕒𝕝𝕝𝕤/ 𝔾𝕚𝕟𝕖́𝕤 ℙ𝕒𝕣𝕖𝕕𝕖𝕤] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora