Las Vueltas Del Destino

VIII

Bastian Relish

Alguna vez en la vida se han preguntado ¿En qué diablos estaba pensando cuando hice eso? Porque yo sí, en este momento precisamente lo estoy pensando.

Observo de Natalia a Ivanna y sé que ambas esperan a que hable, pero sinceramente no salen las putas palabras de mi boca. ¿La razón? Pues, supongo que el hecho de verle la cara de fiera a mi esposa y también el saber que mis padres están detrás de mí y quién sabe que otras personas se acercaron a ver el show que armó la idiota de Natalia.

¡Ay Natalia!. Siempre supe que era una mala idea acercarme a ella, todo el tiempo tan dramática y desequilibrada. Sin embargo, aquí estoy, siendo el centro de atención en la fiesta de mis hijos porque no pude mantener mi polla dentro de mis pantalones.

– Bastian, creo que todos necesitamos una explicación para esta clase de espectáculo. – mi padre me saca del trance en el que me encuentro. Doy media vuelta y paseo la vista por todas las personas que se acercaron hasta acá, entre ellas los padres de Ivanna, alguno que otro amigo que tienen en común nuestras familias y mis padres. Observo como los ojos oscuros de Jacob me apuñalan hasta el alma, sé que está pensando en mil maneras de acabar con mi vida por la vergüenza que le estoy haciendo pasar con todo este circo.

– Creo que la fiesta está del otro lado del salón.– digo para todos – Así que sería muy amable de su parte que vayan hacia allá y dejen que este asunto se resuelva entre las partes implicadas.– no me molesto en ocultar mi cara de odio hacia todos, realmente me molesta la gente que vive pendiente de un acontecimiento para luego ir a hablar de ello. Muchos cambian sus caras a unas de desagrado o molestia y se marchan, otros como mis padres y los de Ivanna deciden que es mejor idea quedarse.

– A pesar de pensar que tienes razón en que esto es algo que deben solucionar ustedes como pareja... ¿O debería decir trío? En fin, pese a eso, siento que es nuestro deber quedarnos para enterarnos de una vez cómo es que se te olvidó anotar en la lista de invitados de la fiesta de tus hijos, a la señorita que dice ser tu novia.– dice Isaac. Para ser sinceros, él siempre ha sido bastante directo, así que no me extraña este tipo de comentarios, aunque sé que a su hija si pueden afectarle.

– Estoy de acuerdo contigo papá.– habla Ivanna y realmente me sorprende, ella siempre es reservada con nuestras cosas, es evidente que la rabia ya se apoderó de ella y eso solo significa una cosa: Peligro. Ivanna puede ser la mujer más tierna y entregada del mundo pero una vez que se cabrea, toda ella se convierte en fuego y arrasa con todo a su paso. La misma entrega que tiene para ser dulce, se multiplica para ser malvada y esa es a la mujer que siempre le he temido, sobre todo por lo que ha pasado entre nosotros últimamente.

» Así que, no te preocupes por nuestros expectadores Bastian, puedes hablar con entera confianza, aquí todos te conocemos. O al menos, eso es lo que creemos.– termina de decir. La observo y veo su determinación para acabar conmigo hoy y decido que es momento de hablar, ya no queda nada más que hacer.

– Está bien, aclararé un par de puntos. Y empezaré contigo – dirijo mi mirada a Natalia, ella me observa y en su mirada hay molestia y picardía. Sé que esto lo hizo a propósito, pero no voy a dejar que se salga con la suya. – Sabes perfectamente que tú no eres mi novia y obviamente tampoco estabas invitada a esta fiesta. Entre tú y yo no hay nada, pasó algo, sí, pero no existe nada ni quiero que exista tampoco.– le digo y espero que ella entienda que debe mantener su jodida boca cerrada, pero su mirada de superioridad me dice totalmente lo contrario.

– Bastian, querido, sé que te conviene quedar bien ante tu familia y la familia de... Tu esposa. – lo dice en tono de burla y puedo notar las manos de Ivanna convertirse en puños, sé qué está intentando controlar su ira. – pero ambos sabemos que entre tú y yo sí pasa algo.