XVI

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A pesar de que la mañana fué bastante dramática, el día se recompone completamente cuando busco a mis niños en el colegio.

Los llevo a comer un helado porque siento la necesidad de contagiarme de su buen humor y su energía. Luego de verlos jugar en el parque, comer algunos dulces más y disfrutar de nuestra tarde, llegamos a casa. Los ayudo a hacer sus deberes del colegio para luego incluirlos en la preparación de la cena que consiste en hacer hot dogs. Realmente la pasamos increíblemente bien, me encanta estar con mis hijos y hacer las cosas juntos. Al terminar ellos me ayudan a recoger la cocina y yo los acompaño mientras se bañan, para después hablar un poco con su padre por teléfono e irse a dormir.

Una vez que ambos están dormidos me permito observarlos y agradezco a la vida por haberme dado la dicha tan infinita de ser madre de este par de muñecos. Tengo unos hijos maravillosos, que no dejan de enseñarme cada día, ni tampoco de sorprenderme por su madurez y su inteligencia. Cada ocurrencia que tienen la disfruto inmensamente. La verdad es que ser madre es la mejor decisión que he podido tomar en toda mi existencia, no lo cambiaría por nada, jamás.

Una vez que me baño y me meto debajo de las sábanas tomo mi teléfono, tengo un sinfín de notificaciones que aún no he podido revisar porque cuando paso tiempo con mis niños, evito usar el móvil. Reviso la bandeja de entrada de los mensajes y observo que tengo varios de mi secretaria, algunos clientes, mi hermana... Pero hay uno en especial que llama mi atención, lo abro:

Ken:
Feliz inicio de semana Rubia, espero todo marche bien.
Pd: no creas que se me olvida que me debes una comida.

Termino de leer y es inevitable sonreír, Logan tiene el poder de mantener mi buen humor a flote. Son casi las once de la noche y el mensaje lo envió cerca de las tres de la tarde, pero de igual manera decido contestarle.

Ivanna:

Buenas noches Ken, estuve un poco ajetreada hoy, gracias por tu mensaje.

Pd: no te preocupes, tengo bastante claro que comeré contigo en algún momento.


Para mí sorpresa, la respuesta no tarda en llegar.

Ken:
¡Hola! Honestamente pensé que no querías hablarme.
Pd: ese “algún momento” me parece que puede ser mañana.

Ivanna:

¿Por qué razón no querría hablarte?

Pd: me gusta esa idea, pero debe ser el almuerzo, debo buscar a mis hijos al colegio en la tarde.


Ken:
Imaginé que por andar de gracioso el otro día te podrías haber molestado conmigo.
Pd: mejor aún, luego de almorzar podemos ir a buscar a tus hijos, así me los presentas y vamos juntos por el postre.

Ivanna:

No estoy molesta contigo, el hecho de que seas un inmaduro provocador no es algo nuevo para mí, así que tú tranquilo.

Pd: deten tu caballo ahí, podemos ir a comer y pedir el postre si quieres, pero a los niños no los metemos en la salida.


Ken:
Lo de inmaduro lo entiendo. Lo de provocador necesito saber en cuáles contextos te provoco.
Pd: si me quieres tener para tí solo, está bien, no hay problema con eso.

Me gusta que se lo haya tomado a modo de broma, la verdad es que me da terror esto de salir a comer con alguien más. Obviamente con Logan no pasa nada, somos amigos, pero es un amigo que Bastian odia y que si los niños conocen podrán decirle a su padre y todo puede salirse de control.

Las Vueltas Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora