XVII

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Capítulo 17

Decir que la paso mal con Logan sería una soberana mentira.

Estar con él es como detener el tiempo, es genial, no puedo pasar un minuto sin sonreír o soltar alguna carcajada porque es un ser increíblemente ocurrente. No sólo son chistes, es su manera de ser, su esencia la que es tan chispeante, que nada de él sale forzado.

Cuando pidió la comida se dió cuenta de que no era mucho de mi agrado, sin embargo se ha dedicado a enseñarme qué llevaba cada cosa, qué cosas son mejores que las otras y así, entre bocados de kibbe, maqlouba, tabulé y tabaquitos de hoja hemos pasado un almuerzo realmente agradable.

— Hacía tiempo que no me reía tanto.– confieso mientras tomo un sorbo de mi bebida.

— Eso es porque hacía tiempo que no nos veíamos.– comenta con superioridad.

— Oye, es que tu ego no te abandona en ningún momento.– bromeo.

— Admítelo Rubia, yo soy lo único bueno que has tenido en la vida, desde que me fuí de tu lado nada fue igual, me has extrañado tanto que apenas me viste no quitaste los pensamientos acerca de mí de tu cabeza.– sonríe mostrando sus perfectos dientes.

Sé que lo está diciendo únicamente para molestarme, pero me tomo mi tiempo para pensarlo. No es que sea lo único bueno que he tenido en la vida, pero sí que tiene razón en que mis pensamientos han estado viajando a él cada tanto desde que lo ví.

— Claro, como digas.– menciono restándole importancia.

— A ver, ¿no tiene nada de cierto lo que digo?– yo niego con mi cabeza mientras sonrío un poco — Pff, sabes que no te creo. Aunque sea algo debe haberse movido dentro de tí cuando me volviste a ver.– asegura.

— ¿Por qué estás tan seguro de eso? ¿A tí si te pasó?– inclino mi cabeza a un lado evaluando su mirada. Sus ojos mostraron una chispa al instante de que procesó la pregunta.

— Sí.– afirma y mis ojos quieren salir de sus órbitas — Desde que te encontré en el ascensor no he dejado de pensar en tí.

¡¿Qué... Diablos?!

No hace falta ser un adivino para saber que mis mejillas están sonrojadas, lo sé porque siento mi rostro tan caliente que me da una vergüenza horrible estar delante de Logan.

» ¡Vaya!– exclama y suelta una carcajada — Parece que dejaste ser la Ivanna que nada la intimidaba, para ser una dulce Ivanna que se sonroja por una confesión.

— ¿Qué?... Ay por Dios, claro que no, simplemente me dió calor la bebida.– me excuso fatalmente y él ríe muy fuerte.

— Rubia, estás tomando Coca-Cola, cómo te va a dar calor. Deja las mentiras y admite que te puse nerviosa.

— No son nervios, sólo me tomaste por sorpresa.– admito.

— ¿Y eso por qué? ¿Acaso no sabes que estás más hermosa que antes? Cualquiera pensaría en tí todo el tiempo.– suelta sin más.

— Se me olvidaba lo lanzado que podrías llegar a ser.– bromeo.

— No es lanzado, es honesto. No te lo estoy diciendo porque quiera llevarte a la cama...– se queda pensando un poco y agrega — Aunque eso no suena tan mal.– se burla mientras mis mejillas se encienden aún más si es posible.

» Te lo digo porque realmente estás muy bella, es decir, siempre has sido bella, pero parece ser que la maternidad te dió un nuevo tipo de belleza, estás muchísimo más atractiva.

Las Vueltas Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora