Las Vueltas Del Destino

XXI

Logan Harvey
Parte 2

¿Qué he hecho yo para merecer este tipo de mierda?

— ¿Qué demonios significa esto? — suelto con brusquedad cuando me acerco a ella. Sé que Ivanna aún sigue detrás de mí y esto me molesta aún más, porque aunque nunca me esperé nada parecido, me gusta menos sabiendo que la Rubia está presente.

— Logan... Quería darte una sorpresa — dice con tono tímido, como siempre. — ¿No te gustó? — pregunta sonriendo y definitivamente mi sangre empieza a hervir.

— ¿Qué es lo que esperas que me guste? ¿Que aparezcas luego de varios meses sin saber de tí? — la furia emanando de mis poros — ¿O tal vez que estés embarazada? — su mirada se vuelve triste — ¡¿Qué diablos esperas que me guste de esta sorpresa, Tessa?! — no puedo evitar perder los estribos. Esta mujer ha estado evitándome desde que me vine a Reino Unido y ahora se aparece aquí, sin avisar y para completar el cuadro, tiene su vientre bastante abultado.

— Señor Harvey disculpe la interrupción — habla el vigilante y yo le dedico una mirada poco amable — Hay un taxista en la puerta preguntando por usted.

— Toma — saco un par de billetes del bolsillo de mi pantalón con molestia — Dile que se marche — ordeno y vuelvo mi mirada a la mujer que tengo en frente. — Entonces, ¿no quieres hablar? — espeto.

— Logan — la voz de Ivanna detrás de mí me hace voltear inmediatamente. — No pretendo inmiscuirme en este asunto, pero creo que debes ser un poco más considerado con ella, está embarazada y asumo que debe estar un poco cansada tal vez — agrega mirándola — ¿Por qué mejor no vas a tu departamento y hablan calmados? Aparte este no es lugar — apunta. Teniendo en cuenta que esto debe ser tan incómodo para ella como lo es para mí, el hecho de que sea capaz de hablar de una manera tan calmada y paciente, me parece sorprendente.

— ¿Y tú qué harás? — sé que después de lo que acaba de pasar entre nosotros, esto debe ser algo difícil de digerir para ella.

— Eso no es lo que debería importarte en este momento — su tono es frío y puedo entenderlo, así que no insistiré.

— Tienes razón — tomo su mano y ella mira de mí a Tessa con nerviosismo. — Te explicaré apenas pueda entender esto, todo estará bien — le prometo aunque no estoy seguro de eso.

— ¿Será que interrumpo el momento romántico? — la irritante voz de Tessa se cuela en mi oído y rompe por completo la atmósfera con Ivanna. La Rubia me suelta, asiente con su cabeza, da media vuelta y se marcha. Yo me volteo con exceso de molestia.

— Vamos, tienes demasiadas cosas que explicarme y muy poco tiempo, porque mi paciencia está a minutos de agotarse — aseguro. Agarro su maleta y empiezo a caminar en dirección al ascensor rogando al cielo porque Ivanna ya haya subido.

Desde que entramos a mi departamento lo único que escucho es el llanto de la mujer que me acompaña. Ella está sentada en el sofá de la sala de estar, con sus codos en las rodillas y sus manos sosteniendo su cabeza. No ha dicho nada. No ha hecho nada. Simplemente llora y para ser completamente honesto ¡Odio ver a una mujer llorar! Me parece la cosa más inquietante del mundo, sobre todo si no entiendo la razón.

— ¿Puedes por favor tomar un respiro y parar de llorar?– sé que no soy la persona más amable del mundo en este momento, pero esta mierda fue como recibir un baño de agua fría en pleno invierno. Ella sube su cabeza y me observa con unos ojos muy hinchados.

— Al menos podrías ser un poco más considerado.– es su reproche.

— ¿Yo tengo que ser considerado?– pregunto con sarcasmo y su mirada me dice que no entiende lo que le digo — Vale Tessa, no quiero hacerte sentir mal, pero debes comprender que todo esto es para mí una... Sorpresa.