Primer libro de la Saga Inmortal.
|| En Edición ||
─ "Su aroma me atraía mas de lo que quería, de lo que podía controlar, su sonrisa inocente me seducía sin pensar, sus ojos tan perdidos en el alcohol y sus labios tan rojizos por los besos... Era el...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•Gun•
No había vuelto a ver a Mark desde hace unas horas que él salió, dejándome solo y roto de nuevo.
Me seguía preguntando: ¿Realmente lo nuestro puede funcionar?
Temía la respuesta, pero a la vez la deseaba.
Una parte de mi quería escaparse y escaneaba cada rincón que la vista me permitía, pero algo en mi interior se negaba profundamente a hacerlo.
-"Ya le has hecho mucho daño"
Y cuanta razón tenía...
Si tan solo hubiera escuchado a Liana cuando me dijo lo malo que había hecho al irme sin exigir explicaciones, ahora mismo ninguno de los dos estaría sufriendo.
Quizás era mi culpa, o quizás la culpa recaía en ambos.
- ¿Gun? -una voz masculina me llamó, causando que diera la vuelta -Vaya, pensé que para esta hora ya te habrías escapado
Ganas no me faltan
- Eh, ¿Te conozco?
El hombre frente a mi era un chico realmente joven, de mi edad me atrevería a decir, tez morena, ojos oscuros y cabello negro, pero una sonrisa amistosa pintaba su rostro.
Había algo importante de destacar de este chico: La belleza sobre humana que este poseía.
- Tu a mi no, pero he escuchado hablar mucho de ti -el hombre se acerco a mi con pasos cautelosos - Perth, Perth Tanapon
- Gun Napat -dije y Perth soltó una suave risa que por alguna razón hizo calentarme las mejillas
- Si, se quien eres, de hecho, todos en esta casa lo saben
- ¿Todos en esta casa? ─le mire confundido
- Los empleados claro -la sonrisa no se iba de su perfecto rostro y cada vez mas me era difícil concentrarme - Y el papá de Mark
Mi respiración se corto de pronto al escuchar eso, ¿Mark tiene a su padre? ¿Que él no era huérfano?.
- ¿El padre de Mark? -mi voz tembló al completar la oración
- ¿Mark no te lo dijo? -se notaba el arrepentimiento en el rostro del moreno, negué suavemente ─ ¡Mierda! ¡¿Por que siempre la cago?! ─escuché que murmuró y luego levantó su vista hacía mi ─ Tu, solo no le digas que yo te dije eso, ¿estamos?
