Primer libro de la Saga Inmortal.
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─ "Su aroma me atraía mas de lo que quería, de lo que podía controlar, su sonrisa inocente me seducía sin pensar, sus ojos tan perdidos en el alcohol y sus labios tan rojizos por los besos... Era el...
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Los ojos negros de Mark se mantenían sobre esa carta que estaba entre sus manos, su expresión reflejaba un sin fin de emociones, no tenía ni idea que hacía ese sobre ahí hasta que lo abrió.
A pesar de haber pasado un poco mas de 100 años, él reconocería esa forma de escribir donde fuera, sin importar el paso del tiempo, esas palabras aun resonarían en su mente.
Nicolas había regresado y presentía que esta vez tenía intenciones de quedarse.
Se maldijo una y otra vez, pensó que lo había olvidado, pero su cuerpo y corazón aun se aferraban al recuerdo de ese hombre que lo marcó para después irse sin siquiera mirar atrás.
Le dolía tanto recordar el pasado, quizás por eso es que aun no podía perdonar a Gun, porque él también lo dejo sin titubear y estaba harto de eso.
Mas ahora que veía la carta destendida sobre el escritorio comprendía que todo este tiempo solo lo había deseado a él.
Pero, ¿donde quedaba Gun en todo esto? No era justo, pero era lo que sentía.
Unos pasos apresurados pudo escuchar desde el exterior, segundos después la puerta de mi despacho se abrió de par en par de forma brusca, un olor a limón llego hasta él, calmando sus nervios.
─ ¿Mark? ─los pasos de Perth se volvieron lentos ─ ¿Estas bien?
─ ¿Por que no me lo dijiste? ─susurró Siwat, mirando hacía el horizonte, su cuerpo ya temblaba aunque no sabía porque
Perth supo de inmediato que había tarde para impedir que su ex amante abriera la carta, miro hacía el piso y luego al librero, podía ver como el cuerpo de contrario estremecerse.
─ Cain pensó que era mejor mantenerlo en secreto
─ ¿Buena idea? ─el rostro perfecto de Mark se giro para encarar el moreno ─ ¡¿Te parece buena idea el haberme ocultado su regreso?!
─ Mark, tranquilizate ─la fuerte presencia de Mean fue percibida por ambos vampiros
─ Él no puede volver, él dijo que no lo iba a hacer
─ No te tocara Mark, eso te lo prometo, no dejaremos que se te acerque a ti o a Gun ─habló Denver entrando al despacho
─ No, no, no lo conoces como yo lo hago ─Mark levantó su mirada y todos vieron lo afectado que estaba
Sus ojos estaban llorosos, su cuerpo era un manojo de temblores incontrolables, su respiración era agitada, la noticia le había pegado mas fuerte de lo que esperaba.
─ Él me encontrara, no importa cuanto intenté ocultarme, no poder escapar de él, no pude hace 100 años, no podré ahora
─ Pero tienes a Gun y ahora a mi ─habló Mean, acercandose dos pasos mas hacía el chico
