Primer libro de la Saga Inmortal.
|| En Edición ||
─ "Su aroma me atraía mas de lo que quería, de lo que podía controlar, su sonrisa inocente me seducía sin pensar, sus ojos tan perdidos en el alcohol y sus labios tan rojizos por los besos... Era el...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Vacío y sombras.
Eso era todo lo que Gun percibía a su alrededor, cualquier rastro de sonido estaba tan distante, tan confuso, imposible de escuchar lo susurrado.
Sentía el viento gélido congelar cada parte de su cuerpo, pero no lo suficiente para matarlo, solo para envolverlo, presionandolo a rendirse.
Y estaba considerando seriamente en hacerlo.
¿No querías verme?
Su aliento se retuvo en su garganta, mientras que la emoción lo recorría por completo, la neblina le dificultaba ver, sin embargo, sus ojos seguían buscando al dueño de aquella voz.
Aquella que constantemente le susurraba, como una suave caricia que le brindaba la seguridad que necesitaba.
Esa que nunca se dio cuenta de la falta que le haría una vez fue separado de su lado.
─ ¿Mark? ¡¿Mark?!
Debes despertar Gun
─ ¡Estoy despierto Mark! ─grito desesperado Napat, buscando de manera desesperada a su amado a través de la neblina ─ ¡Estoy aquí!
Abre tus ojos Gun, sigue luchando
─ ¡¿Que crees que estuve haciendo todo este tiempo?! ─los ojos de Gun estaban cristalizados en lágrimas de emociones confusas ─ ¡Siempre luche por ti y por Ai'Nic!
Estas al borde Gun, debes aferrarte, yo te necesito
─ ¡Y estoy aquí! ─grito ahora mas alterado ─ ¡¿A que me aferró?! ¡Yo también te necesito! ¡Y no estas aquí como prometiste!
Yo no te dejaré Gun, pero tu tampoco puedes hacerlo
─ ¡No lo hago! ¡No pienso dejarte!
Entonces, haz que tu corazón siga latiendo
─ ¿Mi corazón? ¿A que te refieres?
Mas un silencio macabro fue todo lo que recibió como respuesta, su cuerpo se invadió del temor, fue entonces que se percató de la oscuridad que lo envolvía, aquella que no pensaba dejarlo ir.
No sin antes darle batalla.
Gun estaba confundido y temeroso, no entendía nada de lo que sucedía, ¿donde estaban todos? ¿que era este lugar? ¿Por que se sentía tan frío?
Casi como si la muerte pisara sus talones.
─ ¡Mark! ¡Mark! ¡Vuelve! ¡Por favor! ─suplicó Napat, cayendo de rodillas al suelo de hielo
