Un ultimo intento

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Eres fuerte 

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Eres fuerte 

Un lejano susurró irrumpió en su sueño inducido, al principio, Gun no sabía de quien podía ser, la voz sonaba confusa, como si le estuvieran gritando desde el fondo de una piscina.

Lo has hecho muy bien, Gun

¿Mark?

Gun abrió sus ojos pausadamente, dandose cuenta que estaba en la soledad de una habitación azul y en una cama de color blanco.

Saldrás de esta, pero esta vez, yo voy a ayudarte

─ ¿Ayudarme?

Unos suaves labios se posaron sobre los suyos, obligandolo a cerrar sus ojos, disfrutando por escasos segundos esa dulce sensación que trajo consigo, los recuerdos mas profundos que guardaba.

Conocía muy bien a quien pertenecían esos labios, su mente se había aferrado al recuerdo como si de un bote salvavidas se tratase, incapaz de dejar ir a Mark.

De pronto, la calidez y dulzura de esos labios se perdieron y un vació se instaló en su pecho, trato de volver a abrir sus ojos de nuevo, pero una fuerza se lo impidió, quiso gritar, pero tampoco pudo, era como si su cuerpo no respondiera a lo que su mente le ordenaba.

Sit tibi cura meum sanguinem, et orationes, quibus excitare vos

Su amado susurró en otro idioma, aun pudiendo sentir el aliento de Mark chocar con su rostro, sintiendo a través de la marca de unión, tristeza y felicidad.

Eran las emociones de Siwat.

Sintió como lentamente las cosas parecían volverse mas oscuras, cualquier rastro de dolor que hubiera tenido comenzó a desvanecerse, la especie de paralisis pareció pasar, pero seguía sin poder abrir sus ojos.

Quería llorar, demostarle de alguna manera a Mark que él lo estaba escuchando, se removió de la cama con frenesí, desesperado, mas en el exterior, permanecía tan quieto y tranquilo.

Como si nada perturbara su estado inducido.

Y cuando menos lo espero, sintió de nuevo esos ansiados labios reclamar los suyos, esta vez en un beso algo mas apasionado del primero, no pudo evitar gemir cuando los dientes de su amado mordieron el suyo.

Las emociones revoloteaban en su pecho, casi gritando que despertara.

Mas no podía hacerlo por mas que intentaba.

Te amo Gun

Napat creyó haber oído mal, sin embargo, esas palabras resonaran dentro de las cuatro paredes, como un recordatorio que no debía de olvidar.

Destino Indeseado ➡ MarkGun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora