Primer libro de la Saga Inmortal.
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─ "Su aroma me atraía mas de lo que quería, de lo que podía controlar, su sonrisa inocente me seducía sin pensar, sus ojos tan perdidos en el alcohol y sus labios tan rojizos por los besos... Era el...
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Mark abrió sus ojos de golpe, mirando todo a su alrededor, el dolor lo atacó, haciendo que mordiera su labio con fuerza recordando de pronto todo lo ocurrido y entendiendo como fue que terminó así.
La habitación se mantenía en un silencio agradable, Siwat quiso incorporarse, pero decidió que era mejor no hacerlo y el dolor en su columna se lo confirmó
Nicolas casi lo mataba.
─ Yo que tu no me movía
Una familiar voz le habló, Mark pudo percibir cierta hostilidad y frialdad en esas palabras, sus ojos vagaron por todo el cuarto hasta llegar a la única persona ahí.
Su respiración se atoró en su garganta y sus ojos se abrieron enormemente al reconocer al sujeto recargado en la pared, de una manera tan despreocupada, pero en sus ojos se reflejaba los sentimientos turbios que agitaban las aguas de lo tranquilo.
Siwat supo que estaba en problemas.
─ Cain ─ignorando el dolor en su cuerpo, se incorporó rápidamente en la cama, arrepintiéndose al instante ─ ¿Que haces aquí? ¿No se supone que llegarías en 4 días?
─ ¿En verdad eso es lo que te preocupa? ─el chico en la cama bajo la mirada, sintiéndose acorralado de alguna forma
Denver se separó de la pared y comenzó a caminar hacía su menor, lucía tan mal con esos hematomas y cortadas, su piel se encontraba tan dañada y su corazón dividido entre lo que quiere y lo que las leyes imponen.
Las cosas no deberían de ser así, no serían así si esos dos chicos hubieran dejado de lado su orgullo desde un principio.
─ Cain, yo puedo explicarlo, solo...
─ ¿Creíste que no me daba cuenta de los maltratos que Nicolas te daba cuando yo no estaba?
Esa pregunta tomó por sorpresa a Mark, siempre se empeño en ocultar cualquier rastro de moretón y trataba de bajar lo mas rápido posible la inflamación después de recibir golpes en su cara.
Pensó que nadie se daba cuenta, que nadie podía ver el dolor y sufrimiento que cristalizaban sus ojos.
Que nadie veía como estaba muriendo en vida.
─ ¿Por que no me lo dijiste? ─preguntó Cain ahora mas cerca de la cama ─ ¿No soy lo suficientemente confiable?
─ Yo... Lo sien...
Cain ni siquiera le dio la oportunidad de terminar su frase, solo se abalanzó sobre el mas joven, abrazándolo antes de soltarse a llorar, escondiendo su rostro en el cuello de Mark.
Siwat no podía creerlo, jamás había visto a Cain llorar y ahora lo estaba haciendo, de una manera que le rompía el corazón al mismo tiempo que le provocaba escalofríos.
¿Que había sido tan grave como para que Denver este así?
─ Estuviste en coma durante dos días, Mark ─dijo entre sollozos el mas grande, aferrándose mas al cuerpo del contrario
