CAPÍTULO 6: Overdose

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Era de noche cuando Hoseok, que se había quedado dormido en la silla al lado de la cama velando el sueño de Yoongi, se despertó al oír un golpe en el suelo, junto a la puerta. Se trataba, cómo no, de su compañero, que había intentado, en su estado, irse para dejarle la cama y no molestarle.

-No digas tonterías, Yoongi- respondió Hoseok, ayudándolo a levantarse antes de cargarlo en brazos para llevarlo de nuevo a la cama.

-No quiero que duermas ahí. Vas a joderte la espalda.

-Y yo no quiero que te levantes. Tienes un corte muy profundo.

-Entonces ven a la cama. Es tu cama, ¿no?

-Solo si me prometes que no vas a levantarte otra vez-Hoseok sonrió suavemente. Casi parecía que ya había salido el sol.

-Te lo prometo.

Hoseok retiró entonces la manta y se acomodó en la cama como pudo, abrazándose a su amigo con cuidado, como si temiese romperle. Notó como sonreía antes de dormirse.

......

Jimin, mientras tanto, no había sido capaz de conciliar el sueño. Volvió a vestirse y salió a la calle. Deambuló sin rumbo, con la mano metida en los bolsillos, dispuesto a sacar la pistola si alguien quería meterle en problemas. Sus pasos le llevaron a la calle donde malvivía Agust, casi de forma inconsciente. Se detuvo en la puerta, dándose cuenta de dónde estaba.

Tal vez no podría quedarse tranquilo hasta que no lo viera. Tenía un mal presentimiento. Sabía que su novio era capaz de cometer cualquier locura, así que subió los escalones, cada vez más deprisa. La puerta estaba entreabierta.

Agust estaba en el suelo, inconsciente y con peor color del habitual. Estaba aún más pálido que de costumbre, como si fuera de cristal. Parecía más en calma de lo que había estado nunca.

En un primer momento, a Jimin le dio un vuelco el corazón al pensar que estaba muerto. No parecía tan descabellado teniendo en cuenta que debía haberse metido un buen cóctel de pastillas y alcohol y un par de rayas. Además había una nota encima del colchón que era bastante explícita pese a su brevedad.

"Por si a alguien le importa, adiós. Agust D".

Jimin contuvo sus sollozos y trató de buscarle el pulso. Cuando lo encontró, ya no pudo aguantarse las lágrimas por más tiempo.

-Levanta, por favor. Tenemos que ir al hospital.

-¿Jimin?-por un momento, pareció haber algo de esperanza en sus ojos, pero no tardó en desvanecerse-Déjame morir. Quiero morir. Estarás mejor sin mí.

-No digas eso.

Le obligó a poner el brazo sobre su hombro para así poder arrastrarle hasta una moto que "tomó prestada". Agust se agarró con desgana a la cintura de Jimin y este puso la moto en marcha para llevarle al hospital más cercano a que le hiciesen un lavado de estomago urgente. Tendría que vivir, aunque fuese en contra de su voluntad, porque Jimin no pensaba dejarle morir.

Antes de entrar a que le atendieran, lo repitió una vez más.

-Tendrías que haberme dejado morir.

-Prefiero morirme yo.

-¿Por qué no te rindes de una vez? No tengo remedio.

-Yo tampoco.

-¿Qué ves en mí?

-No lo sé. Te quiero. No es algo que pueda explicarse con palabras.

-Yoongi tenía razón. No soy bueno para nadie. ¿Está...?

BLOOD AND TEARSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora