BLOOD AND TEARS

CAPÍTULO 4: Promise

Tae había esperado en vano a Jungkook y pasado la noche en vela. Tal vez si le hubiera dicho que sabía que era él, no se habría ido. Tal vez entonces hubiese podido retenerlo a su lado, incluso si era después de una discusión, o de unas lágrimas, incluso si era después de destruir su propia coraza. Pero no lo había hecho, y tal vez lo había perdido para siempre, una vez más.

Cuando subió a su habitación finalmente eran casi las cinco de la mañana. Jimin estaba levantado, y los demás estaban también allí. Hablaban agitados y, cuando se dieron cuenta de su presencia, Hoseok se dirigió hacia él con un gesto bastante más duro de lo acostumbrado. Le agarró por el cuello de la camisa antes de increparle.

-¿Sabías que estaba aquí?-preguntó, furioso.

-Que si sabía que...¿Quién?

Tae observó al resto de sus compañeros, todos con los ojos fijos en él. Jimin le miraba entre apenado y preocupado, la mirada de Namjoon estaba centrada en un punto fijo, sin expresión, y Yoongi estaba tan serio como siempre. Hoseok seguía mirándolo con fiereza.

-El policía. Ese tal Jungkook.

-Yo...

-Lo sabías, ¿verdad? Se la ha llevado. Esa chica puede contar cosas de nosotros. Vio lo que le hiciste a Seungri.

-Incluso la policía sabía que Seungri no era trigo limpio. Además no creo que ella diga nada...-intervino Jimin, tratando de arreglar las cosas.

-Cierra la puta boca, Jimin-le respondió Yoongi.

-Taehyung, no sé que te pasa últimamente. Somos tus hermanos, y tienes que pensar en nosotros antes que en nadie, como nosotros hacemos contigo. No puedes encandilarte con un chico, por muy guapo que sea, y olvidarte de todo lo demás. ¿Qué ha pasado con el Tae que conocíamos, ese que iba por ahí rompiendo corazones con una sonrisa en la cara? Nosotros nunca te traicionaríamos, pero él es un puto policía. Entiendes lo que significa eso, ¿verdad?

-Hoseok, escúchame. No he visto a Jungkook desde que estuve en la cárcel. No significa nada para mí. Le utilicé, y me lo pasé bien haciéndolo. Es muy guapo, tú mismo lo has dicho, pero no siento nada por él.

-Eso suena más como Tae-observó Yoongi-. Creo que es suficiente.

Justo en aquel momento, alguien se abalanzó rápidamente sobre Yoongi, echándole las manos al cuello. Todos estaban atónitos ante la escena, olvidando por completo el tenso cruce de palabras que habían tenido Tae y Hoseok hacía unos segundos.

Yoongi, en el suelo, trataba de defenderse del repentino e inesperado ataque. Jimin reconoció al atacante entre aquel torbellino de pelo rubio desvaído y verde menta:

-¿Agust?

Agust se detuvo y se giró hacia él, sin soltar el cuello de su hermano. Jimin parecía estar a punto de llorar.

-¿Se puede saber qué demonios haces?-dijo el chico de pelo rosa, tirando de él para levantarle y alejarle de Yoongi.

-¿Me has dejado por él, Jimin? Me pedías que cambiara...¿porque lo querías a él? Y tú...mi hermano...

-¿Pero qué dices, gilipollas?-preguntó Yoongi, llevándose las manos a la parte magullada de su cuello-¿De qué coño estás hablando?

-Jimin...dime que no es verdad...

-Claro que no. Lo peor que puedes hacer para superar a tu ex es liarte con su hermano gemelo únicamente porque te recuerda a él. ¿Quién te ha contado eso?