Kim Jennie había entrado a trabajar a la comisaría casi un año después de Jungkook. Era una chica delgada, pequeña y bonita, pero que tenía poco de delicada cuando se trataba de lidiar con delincuentes.
Jungkook tenía el corazón roto cuando se conocieron, pero la presencia de la chica nueva había supuesto un soplo de aire fresco para él. Tenían una relación cordial, y quizá no se los podía considerar amigos, pero se llevaban bien y trabajaban de maravilla juntos.
A ella le gustó él casi desde la primera vez que lo vio. Era un chico honesto, bueno, trabajador, algo tímido y guapísimo. No era la primera ni la ultima que había caído enamorada de Jungkook. Nunca se lo había dicho, aunque todos, incluido el propio chico, lo sabían de sobra. De hecho, Jin había tratado en vano de juntarlos cuando había visto a su amigo más desanimado que de costumbre.
Jennie se conformaba con saludarle por las mañanas, llevarle el café al despacho o que él se lo llevase a ella, y con alguna vez que él la había conducido hasta casa cuando se hacía de noche. Era un enamoramiento casi platónico. No sabía por qué, pero sentía que Jungkook estaba fuera de su alcance. Desde que había empezado a sentir cosas por él, Jennie solo había salido con un chico; uno alto y bastante guapo llamado Kai, pero aquello no había durado ni un mes.
Jungkook había vuelto al trabajo al día siguiente de la fuga de Tae, pese a las recomendaciones de Seokjin. Prefería mantenerse ocupado que pasar el día en casa pensando en todo lo que le había salido mal.
Y aquello propició que Jin volviese a sus antiguos planes de juntarlo con Jennie...
-Jungkook...
-¿Sí?-preguntó el chico, levantando la vista de unos papeles que tenía desplegados sobre el escritorio.
-He pensado que podríamos salir esta noche a cenar para que te distraigas un poco.
-Pensé que tenías una cita esta noche. No quiero que canceles tus planes por mi, y mucho menos quiero ir de sujeta velas... Te lo agradezco mucho, pero estaré bien.
-Jungkook, la cita sigue en pie. Solo que se me ocurrió convertirla en una cita doble...
-No me apetece salir con nadie. Literalmente acabo de romper con mi novia hace menos de una semana. Además...es con Jennie, ¿verdad?
-Me has pillado. Pero...pensé que te caía bien Jennie...
-Me cae bien. Precisamente por eso te lo digo. No quiero que se haga ilusiones; no quiero hacerle daño.
-Hazlo por mí. Quizá hasta acabe gustándote. Y si no es así, fingimos que nos hemos ido al baño y no volvemos. Bueno, yo puedo hacer eso. Pero tú no porque ves a Jennie todos los días...
Finalmente y, aunque de mala gana, Jungkook aceptó.
Cuando llegó la noche, el chico recogió a Jennie en la puerta de su casa. Jennie sabía muy bien a qué atenerse, al menos si trataba de pensar con claridad. Pero estaba en una cita con el chico que tanto le gustaba, así que no pudo evitar tener una mínima esperanza, y una gran ilusión. No pudo evitar sonreírse en el espejo mientras se maquillaba con esmero, y tampoco pudo evitar ponerse su mejor vestido.
No pudo evitar nada de eso, a pesar de que, en el fondo, era consciente de que si Jungkook no le había pedido salir en todo el tiempo que llevaban trabajando juntos, sabiendo muy bien que ella se sentía atraída por él, había sido por algo.
Se reunieron con Jin en la puerta del restaurante. La chica con la que se había citado el jefe de policía llegó un poco más tarde, subida sobre unos tacones enormes.
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BLOOD AND TEARS
FanfictionJungkook es agente de policía, y ama su trabajo. Pero esconde un secreto que le haría perderlo si su jefe, Seokjin, llegase a enterarse. Y ese secreto tiene mucho que ver con Kim Taehyung, miembro de la banda de Kim Namjoon, y sigue doliéndole pe...