A la mañana siguiente, Hoseok y Yoongi fueron los últimos en despertarse, porque se habían pasado la noche hablando y besándose. Fueron por el pasillo cogidos de la mano, ya que, si había algo que le gustase a Yoongi, a pesar de su fachada de tipo duro, era coger de la mano a la gente, en especial si se trataba de Hoseok.
Al llegar al comedor, fue él mismo quién soltó la mano de su ahora novio, pero Jimin se había dado cuenta antes de que lo hiciera. Reaccionó de manera tan entusiasmada por el pequeño gesto que derramó la leche sobre el pijama de Agust. Agust no se enfadó porque eso significaba que Jimin le limpiaría el pecho con la servilleta y que luego tendría una excusa para quitarse la parte superior del pijama. Además, era muy difícil enfadarse con Jimin porque ponía gestos adorables y Agust se enternecía con facilidad en todo lo que se refería a él.
-Yoongi, ¿estáis saliendo?-exclamó Jimin.
-No...-dijo Yoongi, suponiendo que Hoseok aún no estaba preparado para que los demás supiesen que había algo entre ellos.
-Sí-dijo Hoseok, entrelazando de nuevo sus dedos con los de Yoongi y sonriéndole como si el resto del mundo no existiera.
-Sabía que esto iba a pasar-suspiró Agust-. No eres lo suficientemente bueno para mi hermano, pero te lo paso porque por ahora parece que le haces feliz.
-Hablas como si tú fueses lo suficientemente bueno para Jimin, que todos sabemos que no es así y que él estaba mucho mejor antes de conocerte.
-Cállate-dijo Jimin, serio-. Tú no tienes ni idea de cómo me hace sentir Agust. Así que cerrad la boca los dos y tengamos la fiesta en paz.
-Si de verdad te gusta tanto Yoongi-prosiguió Agust, ignorándolo-, podías habérselo dicho antes de provocarle un puto coma, genio.
-¡Agust!-replicó Jimin, alterado-Vas a dormir en el sofá como no te calles de una vez. Primer aviso.
-Lo siento-repuso Agust, abrazándose a él. Jimin no pudo permanecer enfadado por mucho tiempo después de eso.
-Son buenas noticias-intervino Tae-, no hay razón para que nadie se enfade. Si acaso, deberíamos enfadarnos nosotros. Acabamos de romper con Jungkook y lo estamos pasando mal y a nuestro alrededor solo tenemos parejitas felices.
-Igual deberíais salir entre vosotros-sugirió Hope.
-Ni hablar-dijo Hye. Una cosa era abrazar a Taehyung por las noches y otra muy diferente entablar una relación romántica con él solo para no quedarse sola. Estaba perfectamente sola.
-Bien dicho-le respondió Agust-, tú eres de las pocas personas aquí presentes que me caen bien. No hagas como mi hermano y te pongas a salir con el primer gilipollas que tengas al lado.
-Segundo aviso, Agust-dijo Jimin-. Como vuelvas a provocar a Hoseok o a meterte con Tae vas a dormir en el sofá durante dos semanas.
-Como si pudieras aguantar tanto tiempo durmiendo sin mí-replicó Agust.
-Tercer aviso. Te la estás jugando.
-Podríamos intentarlo-dijo Taehyung, volviendo al tema-. Podemos pasar un rato juntos mientras las parejitas salen por ejemplo a...no sé...comprar condones o algo así. Quizá podamos hacerlo funcionar.
Hye apartó de inmediato la mano de Tae, que había empezado a jugar con la suya. Cuanto más tiempo pasaba con él, menos lo comprendía. Lo mismo se mostraba juguetón y burlón, con un brillo casi maligno en los ojos, que vulnerable y roto. Quizá en el fondo, lo que más miedo le daba de todo aquello era que se sentía atraída por él. Se había sentido así desde el principio, pero el problema es que ahora esa atracción empezaba a escaparse de lo estrictamente físico.
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BLOOD AND TEARS
Fiksi PenggemarJungkook es agente de policía, y ama su trabajo. Pero esconde un secreto que le haría perderlo si su jefe, Seokjin, llegase a enterarse. Y ese secreto tiene mucho que ver con Kim Taehyung, miembro de la banda de Kim Namjoon, y sigue doliéndole pe...