Con mucho enojo y fuerza bruta llevaba a rastras de el brazo a la pobre Seol quien no podía hacer más que pedirle en llanto a su pesadilla viviente que la dejara de lastimar.
- ¡Zorra de mierda! - dijo Jimin con veneno en sus palabras.
Seol no quería más golpes ni moretones pero ya nada quedó cuando se encontraban ya frente a la puerta de el solitario salón de química. A él pelinegro le bastó de tan solo un empujón para meter a la frágil chica para adentro.
Apenas cruzaron la puerta Jimin le
proporcionó una fuerte cachetada en
la mejilla derecha a Seol.
- ¡NO QUIERO QUE VUELVAS A HABLAR CON ESE IDIOTA! -gritó el jalando fuertemente el pelo a Seol- ¡ME ENTENDISTE! -la rabia lo consumía entero.
- ¡M-me,me estás las-lastimando! - dijo ella llorando con miedo sin responder a la pregunta de Jimin.
— ¡Cállate!
Jimin hizo caso omiso y lleno de coraje se limito a darle un doloroso puñetazo a Seol justo en su escuálido abdomen. Seol debido al impacto del golpe y sin aire cayó al frío suelo de el salón.
- Me gusta que sufras mi pequeña perra -esbozó el con una sonrisa que siempre daba miedo.
Sin compasión Jimin se dedicó a proporcionar patadas por todo el cuerpo de Seol. La nombrada solo lloraba y pedía en súplicas a Jimin que se detuviera.
El no hacía caso.
Y así una patada en su espalda,una en sus piernas y una directamente en la panza la cual provoco que la pobre Seol escupiera un poco de sangre de su boca.
- ¡Ba-basta¡ ¡Deten-te! P-por,por fa-vor y-ya,ya no m-más - chilló la pobre Seol mientras con sus manos abrazaba su cabeza.
Jimin se detuvo al fin para posteriormente tomar por el cuello del uniforme a Seol y ponerla de pie dándole un desagradable beso.
Seol apenas y se podía sostener le dolían mucho las piernas y abdomen.
- Nada de esto pasaría si no fueras una puta -pronunció Jimin mientras subía a Seol a una de las mesas de trabajo de aquel salón.
La subió a la pequeña mesita y empezó con la peor tortura de Seol ; El que Jimin la tocara.
Iba a empezar por los besos en el cuello.
- N-no,no,yo no quiero e-esto - dijo mientras las lágrimas caían en picada.
El como siempre solo la ignoraba y continuaba besando a la fuerza sin importar que de la boca de Seol haya salido sangre segundos antes.
Jimin se empezaba a calentar de más y metió una de sus asquerosas manos por debajo de la falda colegial de Seol.
Los sollozos de Seol retumbaban por todo el laboratorio.
- Eres muy suave bebé y eres toda mia, siempre lo serás -habló Jimin con enfermas palabras
Se mantuvo así un rato, exitando se con los lindos muslos de Seol y cuando ya había tenido suficiente salió de el salón como si nada.
Cómo si no hubiera golpeado a una chica débil asta dejarla sangrando, como si no hubiera manoseando a una persona sin su consentimiento, como si no hiciera lo mismo siempre con la pobre Seol.
Seol acomodo bien su falda, secó sus lágrimas y respiro hondo antes de salir de aquel salón.
Camino triste rumbo a su casa preguntando se a si misma que había echo para merecer todo eso y verdaderamente,nada.
Después de un largo camino a su hogar finalmente llegó. Cómo siempre el silencio invadía su morada. Se dispuso a ir a su pequeño cuarto y quitar su uniforme cuidando de no hacer ruido y despertar a su mamá.
