Narrador omnisciente*.
Seol corrió, corrió mucho y muy rápido con tanta desesperación y asco. Corrió de la biblioteca donde minutos antes Jimin le había obligado a hacer eso tan feo que ella no quería. La obligó a meter su parte íntima a su boca y ella no quería. Quería vomitar mientras todo pasaba,no aguantaba más. Lo peor de todo fue al final cuando el dijo que ella lo había disfrutado. No,ella no había disfrutado eso,le dió tanto,tanto asco y solo queria desaparecer,el era el único que lo había disfrutado según el, Seol solo sufrió
No disfrutó en absoluto el resto de día escolar y menos ponia atención,lo único que su cabeza abordaba era el echo de querer irse ya. Las feas miradas de Jimin sobre Seol con burla no eran nada agradables.
Al final de toda la clase salió con pena, caminando lento y avergonzada de siquiera mirar al mundo. En momentos así era cuándo más quería desaparecer. Tardó unos diez once minutos asta llegar a su casa.
- ¡Mamá! -gritó una vez ya adentro, avisando como otras veces de su llegada a su madre.
No escucho respuesta alguna y esta vez en la casa si que había silencio. Eso significaba que su mamá no estaba.
Seol se cambió en su cuarto de uniforme, poniéndose ropa más cómoda. Tenía el plan de dormir todo lo que quedaba de día,sin hacer tareas ni deberes. Buscó en la alacena esperando encontrar algo de comida o algo que pudiera preparar pero no encontró nada. Resignada a no comer, se casi aventó en su sillón,viendo así la foto enmarcada de su muy amado padre.
- No sabes la falta que me haces -dijo mientras tocaba la foto con las llemas de sus dedos.
Hoy no dormiría,mejor pensó en dar un paseo al panteón. A visitar al que por años fue su mejor amigo.
Sacó dinero de sus ahorros y se colocó ropa negra «por respeto» casi al terminar de ponerse sus zapatos la puerta de su casa fue abierta.
- Seol -se escuchó.
- Mamá llegaste -dijo ella.
- A dónde piensas ir tan elegante -preguntó su madre con por primera vez algo de interés.
- Quiero ir al panteón a visitar la tumba de padre,podemos ir las dos si qui...
- Ay sabes que Seol,no me interesa,ve tu si quieres, esas cosas de los panteones solo me abruman -interrumpió su madre.
Seol no dijo más solo se quedó callada.
Salió de su casa,en camino al panteón,pero antes tendría que pasar a comprar unas flores a su amado padre. Gardenias,las favoritas de su padre. Una vez ya compradas fijo su vista en su camino y se dirigió con toda calma.
Duro unos quince minutos aproximadamente su trayecto,sin darse cuenta ya se encontraba frente a las gigantes rejas del cementerio.
- Aquí vamos -suspiro antes de entrar.
Narra Seol*.
Siempre había sido una chillona,una llorona,una miedosa cuando de este tipo de cosas como cementerio se trataba,pero al estar aquí para mí padre nada de eso me importaba. Aún así no podía negar que el aura del lugar era bastante sombria.
Tragué en seco cuando ya podía visualizar aquella lápida triste y gris; la tumba de mi amado padre. Deposité las flores a un lado.
- Papi... No sabes cuánto te extraño -me puse de rodillas.- Papi,en l-la escuela na-nadie me h-habla, mamá no me-me quiere,todos me tra-tratan de to,de tonta,hay un chico que-que me asusta mucho el-el me... -y no pude evitar derrumbarme en llanto.
- Papito... Regresa conmigo,ayúdame -supliqué entre hipos.
Empezé a "abrazar" la tumba de mi padre. Es lo más cercano que lo he sentido desde que murió.
- Tengo miedo papito,tengo mucho miedo, un chico en la escuela me intimida y me toca y yo no quiero papi,yo no quiero -a este punto lloraba cuál magdalena.- Hoy me-me obligó a-a hacer algo orrible,orrible, cada vez se pasa más y no se asta do-donde pu-pueda llegar ¡Ayúdame!.-finalizé con un pequeño grito.- ¿Porque lo hiciste papá?¿Porque te suicidaste?¿Acaso no me querías? Me dejaste sola,sin nadie que me proteja,sin nadie que me cuente historias,sin nadie que me haga sentir especial,me dejaste sin nada -empezé a controlarme.- ¿Acaso la solución también sea suicidarme? -miré al cielo.- No. Esa no es la solución,tu habrías querido que peleará,que fuera una guerrera,pero ¿Porque tú no peleaste? Te rendiste papi,suicidandote. Aún así,yo sé que te habría gustado verme llegado lejos,por eso y solo por eso aguantaré,por ti papito,por mi héroe
