10 - Confianza.

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Narra Seol*.

No pude contar los las horas que pasaron antes de que como lo predijo Minhee, la conserje de la escuela al limpiar los baños me encontrara.

De lo único que me puedo guiar es que su tiempo de aseo según yo lo lleva a cabo a las cinco de la tarde, o sea que si, estuve aquí por mucho tiempo.

Pero no sé que fue más humillante, el hecho de que me encontró como un perro sobre el piso o que mi cara estuviera completamente llena de mucosa y lágrimas. Después de todo solo me quedo agradecerle muy apenada y salir corriendo por mi mochila y a casa lo más rápido que pudiera, para mí desgracia mamá esta vez estaba totalmente cuerda y despierta así que me dió una regañada de las grandes.

No pude concentrar más mi cerebro en todo el día, así que solo me quedé dormida por todo lo que me quedaba de tarde. Dormí muy placenteramente, no recuerdo cuando fue la última vez que dormí por tanto tiempo.

Y ahora para mí mala suerte, mi momento de dormir perfectamente fue arruinado por la molesta y ruidosa alarma, la cual me hace saber que otro día de ser una de las basuras más grandes de la existencia ha llegado.

— ¡Seol! ¡Calla tu estúpido aparato de ruido insoportable! —gritó mamá.

Dí un golpe tornado y rompiendo el despertador, de cualquier modo ahí va otro.

Como esta vez había puesto el despertador una hora antes de lo habitual tenía algo de tiempo para asearme bien y desayunar aquí.
Me levanté asi de la cama y fui a la cocina, me preparé unos huevos fritos con algo de pan tostado.

— Le debería de llevar algo a Jungkook hoy —dije para mí misma.

Busque en el estante de la cocina, mamá ayer llenó la despensa, no sé de dónde sacó el dinero pero bueno, al menos tenemos que comer.
De tanto que había, en una de las esquinas aprecie manzanas amarillas, las cuales como me dijo ayer eran sus frutas favoritas. Metí dos en una pequeña bolsa de papel de la que disponía y las dejé de momento en el sillón. Terminé mis huevos fritos tranquilamente y sin prisas, una vez acabé fui directo a mi baño lista para tomar una larga ducha.

Al acabar puse mi uniforme y arreglé mi maquillaje natural de siempre con el que tapo los moretones, también cogí un suéter puesto que el tiempo hoy era nublado y con viento. Recogí la bolsa con las manzanas y me dispuse a salir.

— Adiós mamá, ya me voy a el instituto —le dije a mamá al pasar por la sala pero no hubo respuesta alguna de su parte.

Caminé lo que tenía que caminar y llegué a ese lugar de sufrimiento. Por lo visto hoy si que me había excedido en llegar temprano, pues noté que yo era la primera en estar presente. Cómo tenía mucho tiempo de sobra di la vuelta completa para llegar al portón trasero por el que había entrado cuando me tope con Chaeyoung, hablando de ella, no tuve oportunidad de verla ayer en ningún momento.

Con la vuelta que di ahora sí ya había más alumnado presente además de mi. Entre dicho alumnado visualize dos mochilas  que conocía ya.

— ¡Seol! ¡Amiga! —gritó Chaeyoung meneando su mano con intención de que me acercara.

Ella no estaba sola, estaba con Jungkook.

Fuí a ellos quienes se encontraban debajo de la sombra de un árbol.

— Hola bonita —apenas llegando Jungkook dejó un lindo beso en mi mejilla.

— Se te está haciendo costumbre besar a Seol cada que la ves ¿No? —se burló Chae.

Que vergüenza.

— Que quieres que haga, soy caballeroso —respondió orgulloso.

— Sabes, a este manco apenas le conté que entras por el portón trasero decidió que el también empezaría a entrar —lo señaló— Já y  hace días se burlaba de mí porque decía que entrar por el portón trasero era estúpido.

Dolor -Jungkook-.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora