Narrador omnisciente*.
Decidió que esa esquina no era el mejor lugar para hablar y contarle su historia con calma y sin que fueran sorprendidos por nadie. Jungkook ofreció diciendo que el vestidor de los del equipo de baloncesto se encontraba en estos horarios vacío, Seol aceptó platicarle las cosas en ese lugar, después de todo Jimin ni estaba en el equipo de baloncesto así que no tenía razones para buscar o estar ahí.
- Bien, ya estamos solos, me puedes contar sin miedo bonita -habló Jungkook apenas llegaron.
Seol estaba decidida a contarle todo a Jungkook, o bueno, la mayoría de las cosas. Solo había dos posibles resultados, que el pelinegro la entendiera y pudiera ayudar con su problema o que se marchara espantado dejándola sola. Al fin y al cabo si la segunda opción sucedía no iba a ser la gran sorpresa, las personas siempre la dejaban sola.
- No sé po-por dónde em-pezar -dijo la menor.
- Seol... Mira, tranquila ¿Si? Solamente suelta todo lo que tengas que soltar -Jungkook acarició sobre los hombros a Seol intentando darle un poco más de confianza.
- E-es muy di-difícil para mí, por favor en-entiéndeme. -tartamudeó como siempre.
- Yo te entiendo perfectamente mi bonita, tomate tu tiempo entonces.
- Aparte si te cuento te vas a alejar... Igual que todos -miraba el suelo.
- Mi bonita, yo te puedo más que prometer que no me alejaría de ti ni por qué me ofrecieran un millón de pesos, no soy igual que al resto y si confías en mí me vas a permitir demostrarlo. No tengas miedo, conmigo nada te pasará, somos jóvenes, sean cuál sean nuestros problemas no pueden ser tan gra-
No soporto escuchar más su sermón, Seol se quitó el suéter dejando al descubierto el grande moretón que ahí se alojaba. Jungkook al instante se quedó perplejo.
- Seol... -fue lo único que pudo decir, estaba sin palabras.
La menor después doblegó un poco su falda a arriba, mostrando un moretón verde muy grande en su muslo. Y por último desabrochó un poco su camisa, solo de la parte del abdomen, dejando ver sus cicatrices y hematomas. Tanto los ojos de Seol como los de Jungkook se lagrimaron.
- Bonita... ¿Quien?... ¿Por qué?... Fueron ellas... Las de tu salón, ¿No es así? -el mayor apretó los puños, sentía mucho coraje- T-tenemos que ir a reportarlas en dirección, esto no-
- No fueron ellas -interrumpió Seol.
Jungkook la miró directo a los ojos criztalizados y supo que ahí estaba diciendo la verdad.
- Entonces... ¿Tu madre?... ¿T-te golpean en tu casa?
Seol negó con la cabeza, Jungkook también supo que ahí decía la verdad.
- Pues dime quien Seol, dime quien es la ser repugnante que te hizo eso, ¿Quien fue la insensible? -preguntó Jungkook totalmente impactado.
- No es mujer -soltó Seol.
El pelinegro tomó gentilmente por amabas manos a Seol, dando una mirada tan llena de impotencia.
- N-no,no puede s-ser, u-un maldito ho-hombre, un poco hombre t-te golpea... ¿Quien es el maldito desgraciado? Dime Seol, ¿A quien le tengo que romper la cara? -cuestionó ahora repleto de coraje.
- Ji-jimin, su-su nombre es J-jimin. -y le costó pero al fin lo pudo decir.- Va e-en mi salón...
- Ahora mismo investigo quien es y te juro que lo mato -dijo Jungkook apretando los dientes.