Después de ese momento de ensueño Seol creyó que le esperaría una tremenda regañada de su madre pero se equivocó, su madre ni estaba en la casa así que solo precedido a encargarse de como prometió hacer sus deberes correspondientes del hogar así como algunas de sus tareas del instituto.
Al acabar solo durmió placenteramente y al despertar e ir a la cocina por café se encontró con su madre tirada en el sofá dormida y con un increíblemente olor a alcohol, de no ser por la todavía existente respiración de Goeun, Seol habria creído lo peor.
No perdió más el tiempo y se alistó con su uniforme para ir a la escuela, de uno de los bolsillos del pegado vestido de su madre salía un pequeño fajo de billetes, Seol tomó tan solo un billete de veinte para la escuela y salió de casa.
- Hoy pasaré el recreo con Jungkook, espero no estar haciendo mal -se dijo a si misma mientras tomaba su recorrido.
La única y mejor opción por el momento era tratar de ser optimista y no imaginar que sucederían cosas malas, es lo que quedaba, un largo día le esperaba.
Narra Seol*.
Al parecer en este día el universo se había alineado de mi lado, Jimin hoy no vino, por problemas familiares según se le dijo al profesor.
Pero la razón de su ausencia no me importaba en absoluto, mientras que estuviera lejos de mi sin molestarme todo estará bien, más con el hecho de que hoy me veré con Jungkook en receso, prometió que traería un poco del tteokbokki de la mamá de Chaeyoung.
En estos momentos solo faltan de unos cuantos minutos para que la campana de el receso toque, no puedo describir los nervios que tengo, es como si con solo decir una mínima palabra con la letra a Jungkook lograra que todo mi yo entero entre en pánico.
- Y recuerden que mañana aplicaré el examen para determinar si pasan o no esté semestre, pueden irse -el profesor Koh de química termino de decir seguido de la por fin campanada.
No tuve prisa ni miedo al salir como usualmente lo hago, en cambio salí con toda tranquilidad y con una gran sonrisa que podia jurar era más grande que una sandía.
Rumbo a los casilleros frontales al aula del décimo B, donde quedé me encontraría con Jungkook.
Después de tan solo unos cortos dos minutos lo visualize, recargado en los casilleros como si fuera el chico malo-bueno de mis sueños, de esos que he visto en las películas.- Seol, bonita por aquí -gritó levantando su mano.
Caminé hacia el, quedando casi hipnotizada por sus hermosos ojos.
- Mira, traje el tteokbokki que prometí, también un poco de pan y aperitivos -dijo resaltando la bolsa de plástico que tenía con el.
- Se ve delicioso, gracias -dije a la par hice una reverencia.
Sin previo aviso me tomo unió nuestras manos, se sentía algo raro pero agradable. Comenzamos a caminar.
- Iremos al patio trasero, nadie va a ese patio, así que podremos estar tranquilos sin que nos moleste y no te tendrás que avergonzar porque nadie nos verá -explicó.
Asentí con una pequeña sonrisa en mi rostro. El que nadie esté tras de ti cuidando que no le hables a nadie y que te golpee por una mínima cosa normal se sentía realmente bien, creo que este era mi día de suerte.
Al llegar al patio tomamos espacio en el suave pasto, Jungkook abrió la bolsa de plástico, sacando así un Topper azul, sandwiches, dos lechitas, arroz en triángulo y algunos cubiertos. Colocó todo esto en nuestro alrededor, creando así un pequeño pic nic.
- Sentí que solo traerte tteokbokki era muy poco agradecimiento por querer ser mi amiga, asi que me esforcé lo más que pude por conseguir algo de almuerzo para compartir -detalló abriendo el trapito de los cubiertos.