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-¿Que tal les fue con el mánager ese? - preguntó Martín.

-Fatal, nos dijo que sonamos anticuados - respondió Simón.

-Pues él se lo pierde - afirmó Martín abrazando a su hermano -. ¿Todavía harán la actuación este fin de semana? - preguntó.

-No estamos seguros - respondió Simón apartándose un poco del abrazo para mirar a Martín.

-Yo creo que deberían hacerlo, tal vez ahí sí consigan llamar la atención de alguien y os ayude, porque ustedes son increíbles en esto - afirmó el menor con seguridad.

-Pero... - intentó excusarse Simón -. Nada de peros, yo sé lo que digo - le interrumpió Martín.

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La actuación había terminado y el público ya estaba de vuelta a sus conversaciones, pero no había ni rastro de ninguno de ellos.

Justo cuando estaba por ir a buscarlos sintió como unos brazos rodeaban su cintura haciendo que se girara rápidamente, encontrándose con un Juan Pablo Isaza muy sonriente, por lo cual Martín dejó sus brazos en los hombros del mayor y le devolviera la sonrisa.

-¡Alguien se interesó en nosotros! - dijo Isaza.

-¿¡Enserio?! - preguntó Martín sorprendido.

-¡Sí! - afirmó el más alto.

-Me alegro un montón - aseguró el menor.

La felicidad y emoción eran tantas que Juan Pablo no pudo evitar besar al menor.

-A claro y a los demás no le dices nada ¿eh? - los molestó un poco Villamil.

Martín se apartó de los brazos de Isaza y fue a abrazar a sus amigos formando así un gran abrazo grupal.

-¿Y quien fue el que se interesó en ustedes? - preguntó Martín intrigado.

-El mismo que nos dijo que no servimos - respondió Simón.

-¿Es enserio? - preguntó anonadado ante lo que su hermano había dicho.

-Lo que escucha, Pedro Malaver ha cambiado de idea - afirmó Aleho.

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-Deberían dormir algo, llevan mucho tiempo despiertos - les dijo Martín dejando otra reacción de cuatro tazas de café.

-¿Y tú? Llevas el mismo tiempo acá que nosotros - le dijo Aleho.

-Sí, pero yo dormí - afirmó.

-Marto, dormir cinco minutos no está considerado como descanso - aseguró Simón.

-Cállese, que intento ser responsable y ayudaros - dijo Martín.

-Responsable y tu nombre en una misma frase normalmente es algo negativo - comentó Villa antes de empezar a reír.

-Eres odioso - le dijo el menor.

-Mentira, me amas y te alegras de que este día a día en tu vida - afirmó Villa haciendo una pose de diva.

-Eso podemos discutirlo - comentó Martín.

El silencio volvió a la sala mientras los integrantes de Malta revisaban los papeles y el otro les miraba en silencio desde el sofá.

Eran ya las dos de la mañana y los ojos se le cerraban hasta que se quedó completamente dormido en el sofá.

Un poco más de tiempo paso hasta que al final Simón dijo:

-Deberíamos ir a dormir

-Sí, yo ya no aguanto más - estuvo de acuerdo Isaza.

-¿Y como nos repartimos? - preguntó Aleho.

-Uno a la habitación de invitados, otro en el sofá y el otro en el otro sofá - dijo Simón solucionando rápidamente el problema.

-Pues a mi me parece que Martín se ha adueñado del sofá - comentó Aleho con diversión, viendo al nombrado dormir hecho bolita en el sofá.

-¿Puedo despertarlo con una bocina? - preguntó Villa sacando su maleante interior.

-No, que mis padres nos asesinan - se negó el mayor de los Vargas.

-¿Y si solo lo despertamos? - propuso Isaza.

-Le quitáis lo divertido a la vida - se quejó Villa.

Isaza movió el hombro del chico que dormía hasta que abrió los ojos de forma perezosa.

-¿Qué? - preguntó todavía adormilado.

-Uy que mal humor al despertar - comentó Aleho.

-Vamos a poner el sofá cama, para que puedan dormir acá - le explicó Simón

NO SOY ELLA | Finalizada | MoratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora