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Pocas veces se había sentido vulnerable ante los demás pues siempre intentaba mantenerse fuerte y daba igual la situación en la que fuera, Martín jamás había llorado frente a alguien que no fuera Simón.

No sabe desde cuándo viene eso, pero recuerda que siempre esperaba a que sus padres se fueran para poder llorar y desahogarse en paz. Tal vez era más sensible frente a su hermano debido que era con quién pasaba casi todo el tiempo. Por ello no pudo hacer más que sentirse avergonzado y patético cuando Alejandro Posada lo encontró un día llorando en el lugar más escondido de toda la escuela.

-¿Que hace acá? - preguntó Martín al mayor mientras intentaba quitar sus lágrimas del rostro lo más rápido posible.

-Paseo sin más - afirmó este -. Ahora pregunto yo, ¿por qué lloras? - cuestionó.

-No es importante - aseguró Martín.

-Claro que lo es, me importa a mí, le importa a Moncho, le importa a Isaza e incluso le importa a Villamil - dijo Aleho antes de sentarse a su lado -. Así que ¿que pasa? - insistió.

-Te digo que no es nada - continuó insistiendo Martín.

Aleho pasó un brazo por el hombro del menor y lo atrajo hacia sí mismo, para darle un abrazo. Martín apoyó su cabeza en el hombro contrario y dejó que algunas lágrimas rodarán libres mientras que Aleho frotaba su espalda en un intento de calmar a su amigo.

-Odio tener que escucharlos, ellos creen que susurran y no puedo oír aquello que dicen, pero lo hago. Creen que soy algo horrible y una aberración por no sentirme como debería - empezó a decir el joven entre hipidos -. ¿En verdad soy todo eso que dicen? - preguntó Martín.

-No, ellos son los monstruos. Se creen que tienen el derecho de juzgar y criticar cuando en realidad no es así, tú eres libre de ser como quieras y eso no está mal, nosotros te queremos así - afirmó Alejandro.

Se quedaron un poco de tiempo más así hasta que se separaron, Aleho se levantó y le tendió la mano a Martín para ayudarle, este gustosamente aceptó la ayuda brindada.

-Creo que te adoptaré - comentó Aleho de broma.

-Uy que padre más joven tengo ¿y quién es mi mamá entonces? ¿Villamil? - preguntó el menor continuando la broma, pero ante la mención del chico de ojos avellana Aleho se sonrojó violentamente.

-Vaya, esa no me la sabía Alehito - le molestó, amigablemente, un poquito.

-Silencio - pidió Aleho avergonzado de haber sido atrapado.

-Soy una tumba - le afirmó.

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Aleho era normalmente apodado como "el papá del grupo" y no era solo por ser el más mayor o el que sabía cocinar, si no por lo mucho que se preocupaba por sus amigos y eso quedó demostrado para todo el mundo.

Habían quedado a y media, era menos cuarto y Martín todavía no había llegado. Aleho empezó a entrar en modo "papá protector" e insistió junto con Simón ir a buscar al menor.

Primero fueron al aula, no estaba, luego al gimnasio y tampoco. De la salida acababan de llegar por lo cual los lugares se agotaban, pero de repente escucharon gritos en el patio.

Los cuatro corrieron al ver tantas personas aglomerada en un corro, pero lo que más les hizo aumentar la velocidad a la que avanzaban fue la voz de Martín en mitad de todo el bullicio de gente frente a unos cuantos chicos bastante más altos que el menor del grupo

-¡Dejadlo en paz! - gritó Aleho a la vez que Villamil se lanzaba sobre el que más cerca tenía, siendo seguido por Simón e Isaza inmovilizando a los otros en el suelo.

Alejandro Posada era uno de los alumnos más respetados en "Gimnasio La Montaña" por lo cual los que no fueron aplastados por Villa, Simón e Isaza se apartaron lentamente de Martín.

-Susana, busca a un profesor - pidió Juan Pablo a su hermana, está asintió y salió corriendo.

Y para que nadie se marchara airoso Laura Villamil, María Posada, Ángela Isaza y Laura Jiménez se quedaron enfrente a modo de barricada.

De esa no escapaban ni con un milagro.

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Bueno esto es un añadido de última hora, así que es normal que no todos lo lean.

En fin, está historia queda cancelada temporalmente.

Fin del comunicado, gracias por su atención.

~Diana

NO SOY ELLA | Finalizada | MoratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora