Una amargada y un tierno se vuelven a encontrar después de varios años, desatando ciertas pasiones que pensaban perdidas.
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Créme es la reina de su instituto...
Joel sale del agua para respirar por primera vez desde cuando cayó en el agua, con miedo sus ojos recorren los alrededores, su corazón late fuertemente, imágenes desgarradoras cruzan por su mente, sacude su cabeza para alejarlas.
Un grito hace que su atención se vire hacia un pequeño hombre que intenta salvar a un niño pequeño del agua, sus ojos se agrandan al ver que es Eric, nada como puede hasta llegar a lado de su compañero. Los dos cruzan miradas asustadas al ver que el niño no contesta y se mantiene dormido, lo sacan del agua con mucho esfuerzo, le colocan una manta olvidada del suelo para protegerlo del frío.
—¿Qué hacemos ahora?—dijo Joel preocupado sacándose un mechón de la cara. Eric le vió con la misma preocupación, tenía entre sus piernas al niño y le sobaba el pelo como si fuera un gatito, un pensamiento rápido le cruza por la cabeza, se suelta la cadena que tenía y la pone en cambio en el cuello del castaño que está durmiendo, el más alto le mira con un deje de pregunta, sin entender qué es lo que pasa por su mente.
Eric corre, dejando a lado al niño, Joel se quede congelado viendo como el otro sale disparado hasta llegar a una cabina telefónica cercana. Un miedo se desliza por su cuerpo igual que miles de serpientes listas para alimentarse de sus presas, ¿qué estás pensando?, pensó Joel mordisqueando su labio, quiere correr también, sin embargo, no cree ser capaz de dejar el niño solo.
—¿911?—por el otro lado Eric ha llamado a la solución de sus problemas—¿sí? Hay un niño que se está ahogando—silencio—¿nombre?—sonríe viendo de abajo a arriba su rostro en el cristal—. Yo ya estoy muerto—y cierra la llamada.
Corre rápido hacia Joel, lanzando sus zapatos a la orilla del lago, tira al agua su abrigo e insta al otro a hacerlo, le quita los zapatos y los pone dispersos por la tierra. Se quita la cédula, el más alto le mira confundido, pero también saca la suya, los dos al mismo tiempo las lanzan al fondo del agua, juntos se arrancan pelos de sus cabelleras y las riegan al borde del lago.
Eric se acerca al niño, lo toma entre sus brazos, su corazón late fuertemente, sabe que está mal... por qué le rescató y ahora intenta... no, mejor no hacer eso. Le susurra al niño sobre sus hijas, sobre las hijas de Joel, el niño asiente su cabecita como si entendiera.
Escucha a la ambulancia desde lejos, tiene miedo, tiene vergüenza por lo que acaba de hacer, sin embargo, Joel al ver a su amado luchando contra sus propios demonios, toma las riendas del plan y hace lo que debía hacer, lo que era correcto hacer.
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El Universo
Mayo 11, 2008
Se encontró a un niño de once años flotando en las aguas del lago Quilotoa, la policía y la ambulancia acudió al sitio antes de que el niño perdiera totalmente la consciencia. No se sabe quién fue el autor del hecho, solo se tiene pruebas de una llamada justamente a las 10h45 pm advirtiendo del suceso.
