Alyssa en la multimedia
Crème ha vivido toda su vida lleno de secretos, la muerte de su padre, que nunca la policía pudo llegar a una respuesta que le llenara el corazón, la partida de su hermana Orianne hace tres años al exterior, el motivo por el cual su madre quemó todas las pertenencias de su progenitor, mientras ella observaba el fuego alzarse de las cenizas, cayó todo lo que su alma deseaba decir, cuando se vió arrastrada a un nuevo mundo que no conocía, que se le hacía extraño, no entendía su idioma, ni los motivos de su madre de hacerla amiga del niño de rulos, trataba de ser grosera con él, pegarle cuando intentaba acercarse, rechazaba con mucha pena los macarons—aunque algunos si los aceptaba con rabia, porque se le hacía agua la boca solo verlos—, tener que guardar ese horrible secreto de su familia y de Theo, aguantando las ganas de decirlo, pero lo guardo en su pecho, cuando volvió a su casa, vió a su hermana volver a agarrar sus maletas, se despidió y se fue sin más, aguantando las lágrimas al verse sola en un país tan conocido, pero nuevo a la vez, decidió ponerse una máscara para no volver a ser dañada por la gente que decía quererla y a la final la terminan lastimando.
Se va lentamente, arrastrando sus tacones, su cabeza palpita fuertemente, está cansada mentalmente, los recuerdos de la pelea con Alyssa la visitan, agitando su cabeza igual que a un mono agitando una fruta antes de comerla, la cara de su querido profesor, las pecas en la nariz, sus ojos grises, su pelo castaño lleno de rulos, niega con la cabeza, se acomoda la postura, irge su cabeza, se dirige de vuelta a los casilleros para agarrar sus cosas, una mano la agarra de la muñeca, la vira lentamente, sus ojos verdes rozan lentamente los otros, el profesor traga saliva, nervioso, pensando ¿qué será que escuchó?
—Ma cherie—murmura. La mencionada ni parpadea, cruza sus brazos en su pecho, viéndolo altiva, como si no hubiera estado a punto de llorar unos segundos atrás—¿Estás bien?
—Claro—su voz suena seca. Theo siente un retorcijón en su pecho, parpadea, sintiendo la piel cálida de la pelirroja, se chupa el labio inferior, sin entender la razón de su nerviosismo repentino—. Le iba a decir que debía haber enfocado mejor en la conjugación de los verbos antes de pasar a la escritura de los mismos—agrega seria sin dejar el formalismo, el de rulos se queda sin palabras, vuelve a parpadear sin creerse que esa chica seria sea la que antes andaba sonriéndole lindamente por todo lo que hacía, se siente incómodo—¿Me puede soltar?—el mencionado reacciona, ni se acordaba que la estaba sosteniendo, la deja libre, observando como se aleja unos centímetros, lo vuelve a ver, mezclando sus miradas, un juego, un reto, para ver quién podía soportar, obviamente Theo pierde, baja la mirada con sus mofletes sonrojados, Crème se controla para no sonreír por el gesto—. Solo somos conocidos—son simples palabras que pasan como veneno en la garganta del profesor, vuelve a tragar saliva para suavizar el dolor, sonríe como si su alma no estuviera desgarrándose por dentro, observa a su alumna que lo mira como si se tratara de una basura que debe deshacerse antes de que sea tarde. Pero no lo va a decir, se va a guardar todas sus inseguridades acerca de ella, porque ahora que la ve bien, puede notar cómo ha crecido de esa niña gruñona a una mujer decidida, una mujer que hará lo que sea para serle fiel a sus principios, a pesar de que eso signifique destrozarle el corazón como si nada, finge recuperarse del dolor, que va partiendo su alma poco a poco, robándose toda la certeza de que la conocía, porque la persona que está al frente suyo, no la conoce—. No puede perder su trabajo, profesor—remarca las últimas palabras como un ultimátum de que su relación ya no va a volver a ser la misma.
—Todo lo estoy haciendo por ti—Theo confiesa, intentando transmitirle todo su cariño con sus ojos, mala suya porque la pelirroja no le cree, ya no.
La chica no le responde, solo agita su mano en forma de despedida, se caminando, pensando en que la única persona que pensaba que podía hablar de lo que tanto le atormentaba, le ha demostrado que oculta demasiados secretos, y ella ya está harta de ellos.
✨✨✨
Alyssa se seca las lágrimas con el dorso de su mano, gimotea, sintiéndose mal por gritarle a Crème, entiende que no quisiera irse del salón a buscar a Gemma por miedo a las represalias del colegio, no obstante, ella sabría cómo salirse con la suya y no acabaría con un castigo como la mayoría de mortales. Llama preocupada a la rubia, exhala ruidosamente el aire de sus pulmones al ser contestada al tercer tono.
—Gemma ¿estás bien?—pregunta la morena, ignorando las miradas que recaen en su cuerpo—. No...—murmura—regresaste temprano y...—solloza, se seca los mocos con la manga de su abrigo—estaba preocupada.
—¿Está contigo?—pregunta. La morena se siente insultada por ser la primera persona que sale de la boca ajena, pero no puede recriminarle porque sabe lo mucho que la rubia ama a la reina de hielo.
—No está.
—No hubieras llamado entonces—hace un amago de terminar la llamada, Alyssa chilla enojada, Gemma se ríe por la dulzura de su amiga, agrega:— Estoy bien, Ally ¿y tú?
—No puedes fingir ser fuerte ahora, G—dice enojada por el susto que le causó, y que ahora se ponga a bromear le parece de mal gusto. Gemma del otro lado mira sin pena a su padre acostado en la camilla del hospital, conectado a esos cables, unas ganas la llenan de arrancarlas y dejarlo que vaya muriendo lentamente... sus ojos bajan a las heridas en sus rodillas ¿sería correcto convertirse en aquello que tanto odia? ¿la haría sentirse mejor? Se queda observando a su madre con su sobrino sonriendo mientras juegan en las baldosas vacías del hospital. No podría darse el lujo de lastimar a la gente que tanto la quieren.
—¿Hola?—regresa a la realidad con la linda voz ajena—. Te juro Gemma que no me maté corriendo desde el colegio hasta aquí para que me dejarás esperándote en plena calle. Ya dime dónde estás o le dijo a Crème que...
—Shh—la calla a la otra que se encuentra tan furiosa que le gruñe, intentando parecer seria, pero solo produce ternura—. Nadie debe saberlo porque...
—Porque no estás lista, ya lo sé.
—Estoy en el hospital.
—Por...—murmura, buscando las palabras exactas para no lastimarla—¿tu padre?
—Ese imbécil estaba más borracho que una cuba. Me lastimó... nada grave...—no puede ni terminar de hablar, porque ya a la mitad de la frase, escucha a una Alyssa gritándole miles de insultos que se pierden con el ruido de las alarmas sonando múltiples veces.
Su madre entra preocupada, intentando revivir a su esposo que no da señales de vida, asustada, deja al niño en una silla, mientras ella sale a llamar al doctor. La rubia solo ve los números incrementándose, sus labios están pintados por una mueca seria, el doctor ingresa con un séquito de enfermeras que empiezan a revisarle bajo la mirada cautelosa de su progenitora.
—Su padre...
Las palabras son un revoltijo en su cabeza, no llega ni a conectar lo qué está pasando, le dice rápidamente el nombre del hospital sin importarle si entendió o no, el celular cae al piso, provocando un ruido ligero que hace llorar a su sobrino que no sabe lo que está pasando y solo quiere irse a casa.
"Estamos jodidos" piensa.
N/L
Ayer casi muero por los bugs que hubieron so les traigo capítulo atrasado.
¡Ya llegamos a los 2k! Yesss. No me olvido de mi promesa de los 3k, maratón uwu
Muchas gracias por leer, los tqm
Dudas, comentarios, opiniones, mensajes de amor aquí
ig: ironicsweety
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Detrás de los muros
Teen FictionUna amargada y un tierno se vuelven a encontrar después de varios años, desatando ciertas pasiones que pensaban perdidas. ** Créme es la reina de su instituto...