ARDIENTE TENTACIÓN

9. Estimulante sexual.

             ARDIENTE TENTACIÓN

                     CAPÍTULO 9.

                 —Zoe Johnson—

Siento un tierno beso en mi mejilla y abro mis ojos encontrándome con el rostro más bonito que he visto en años, Alex tiene una sonrisa en sus labios y lo mejor es que está solo con su bóxer y puedo ver todo su cuerpo que descaradamente me como con la mirada. Me inclino sobre mis codos y me adueño de sus labios que no tardan en seguirme el beso, me voy dejando llevar hasta que Clarine entra sin tocar haciéndonos separar de golpe.

—¡Ay, perdón! Pensé que Zoe estaba sola —se disculpa apenada—. Estaba creída que te habías ido, Alex.

—Zoe me convenció para que me quedara —lo empujo y le tiro una almohada—. No, mentiras, me quedé por voluntad propia.

—¿Qué pasó, Clarine? —le pregunto con una sonrisa al ver que lleva la camisa de Tyler.

—Me llamó Emma, no tenemos que ir a la universidad porque harán limpieza general o algo así le entendí —murmura, rascándose la cabeza—. Los dejo solos para que sigan en lo que estaban, Alex, te pido de favor que le des una buena follada para ver si deja el mal genio.

—Tus deseos son órdenes —sonríe y Clarine suelta una carcajada saliendo de la habitación.

—Los dos son tan parecidos, por eso se llevan bien —le hago mala cara—. ¿Quieres desayunar antes de irte a la empresa?

—Pasemos el día juntos —lo miro sorprendida porque no esperaba eso—. Vayamos a visitar a Joseph y a Libesth.

—¿No tienes que ir a trabajar?

—Que no se te olvide que soy el presidente. ¿Entonces, vienes conmigo? Le podemos decir a Tyler y a Clarine que venga con nosotros.

—Está bien, pero pensé que nada más sería tu novia por una noche y ahora me pides que vayamos a visitar a tu hermano, no entiendo nada.

—No diremos que somos novios, solo vamos a ir, ellos no preguntarán nada, pero veo que no quieres por todas las excusas que pones.

—No te pongas en ese plan, claro que iré contigo y los chicos a visitar a tu hermano —acaricio su mejilla, esta vez no me detiene.

—Bueno, vamos a darnos una ducha —me carga como recién casados y no evito reír.

—¿Qué haces? —pregunto sin dejar de reír y se detiene.

—Iremos a bañarnos juntos, yo te voy a bañar a ti, hagamos de cuenta que eres mía y puedo hacerte lo que me plazca.

Camina hasta el baño donde me baja, me quita la pijama y se quita el boxer dejándome ver absolutamente todo. Muerdo mi labio involuntariamente y cuando pretendo tirármele encima me pega a la pared sujetando mi mano contra la pared, me pide que las deje donde están y se aparta tomando el jabón líquido en su mano y comienza a pasarlo por todo mi cuerpo formando sensaciones de deseo, sus manos recorren mi trasero con la espuma del jabón y baja por mis piernas haciendo que ya no pueda estar en pie porque siento que en cualquier momento me voy a caer.

Sus manos suben y bajan por mis piernas como si las lavara y luego hasta mi entrepierna, con sus dedos toca mi vagina como si estuviera haciendo un masaje, eso me excita más. Mi cuerpo tiembla cuando siente cómo dos dedos entran en mi sexo con una facilidad impresionante y eso es gracia al bajón que ha esparcido en mi cuerpo. Sus dedos se mueven con suavidad en mi sexo y ya no puedo tener las manos arriba, así que clavo mis uñas en su espalda, saca sus dedos y lo miro tocar su miembro erecto para luego pasearlo por mis labios mayor y menor, hasta que me penetra sin compasión alguna haciéndome gritar. Me gusta esto.