20. La despedida. (Parte final).

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             ARDIENTE TENTACIÓN

                    Capítulo 20.

                  Zoe Johnson—

Miro a todos lados viendo cómo la gente se despide de lo que supongo son sus amigos o pareja, parecen tristes y sé cómo se deben sentir porque a pesar de estar decidida a irme tengo un nudo en la garganta por todo lo que aquí dejo. No solo lo material, sino que me voy incompleta porque una parte de mi corazón se queda aquí junto con Alex.

Lo amo, pero cada vez que lo veo recuerdo que íbamos a ser padres y gracias a nuestras estupideces perdimos esa dicha de tener un bebé en brazos, quizás todo hubiese sido diferente si mi bebé creciera en mi vientre, por él sería mejor persona, pero en mí solo hay tristeza y miedo de comenzar otra vida lejos de aquí donde no sé si voy a seguir cometiendo error tras error como hasta hoy.

—Se les informa al vuelo K19 que en quince minutos despegaremos.

A voz aguda suena por las bocinas informándonos de nuestro vuelo.

Nos levantamos para ir preparándonos y cuando estamos por irnos escucho mi nombre y, automáticamente, todo deja de existir para mí, mi cuerpo se tensa y mi mente se nubla. Me giro decidida a no echarme para atrás acerca de mi decisión de irme y me encuentro con esa mirada que todavía me pone nerviosa y que sin importar lo que haya pasado todavía quiero seguir viendo.

—Alex —susurro cerca de sus labios que están a centímetros de los míos. No sé en qué momento se me acercó tanto.

—Zoe, no te vayas, por favor —me mira directo a los ojos—. Te necesito aquí conmigo porque te amo y no puedo estar sin ti, me di cuenta tarde que te amo, pero por favor quédate a construir un futuro conmigo.

—Es demasiado tarde para nosotros, Alex, no me voy a quedar, ya no me queda nada aquí —hablo con voz firme —. Te tocó hacer tu futuro con alguien más.

—No me digas eso, por favor, ya sé que te dije que no sentía nada por ti, pero lo dije porque tenía rabia de saber que te acostaste con el que era mi mejor amigo —toma mis manos—. Quédate, podemos arreglar todo.

—Quedarme solo me hará más daño y créeme que eso no es lo que quiero. No te voy a negar que te quiero, pero lo nuestro no puede ser, los dos tenemos heridas que sanar y estando juntos nos haremos daño —me acerco y le doy un beso en la comisura de sus labios—. Te deseo lo mejor del mundo.

—No me digas eso, no puedes irte —me toma del mentón—. No sé qué voy a hacer sin ti.

—Zoe, tenemos que irnos —me avisa Thamara—. Nos dejará el avión.

—Ya voy —miro a Alex que tiene sus mejillas empapadas, igual que las mías —. Tengo que irme.

Me aparto para irme, pero me toma del brazo haciendo que lo mire.

—Si te vas en este momento me perderás y perderás la oportunidad de ser feliz con alguien que te ama —seca sus lágrimas—. Si te vas me has perdido.

—No te voy a perder por la simple razón que nunca fuiste mío —le digo con voz fría y demandante—. Me amas, pero me lastimaste sabiendo lo que yo sentía por ti, y quien ama no lástima.

—Te juro que te voy a olvidar cueste lo que cueste —mira mis ojos, volviendo su expresión dura—. Hasta nunca, Zoe Johnson.

—Hasta nunca, Alex.

Las lágrimas intentan salir de nuevo.

Me suelto de su agarre y camino con paso firme, me duele tanto que nuestra despedida sea de esta manera porque lo amo, y aunque quiera darle punto final a esto sé que no será fácil, Alex marcó un antes y un después en mi vida que sencillamente no se pueden borrar.

—¡Te olvidaré, juro que lo haré, Zoe Johnson! —Escucho su grito, pero no me giro, sigo caminando con todo el dolor que siento porque sé que luego de esto no volveré a ser la misma de antes, mi corazón está vuelto pedacitos y tardaré mucho en remendarlo para volver seguir adelante con mi vida.

Una parte de mí nunca regresará, porque nadie vuelve a ser la misma persona cuando sabe lo que es llorar por un amor al cual nos acostumbramos, pero con el que no podemos estar por el hecho que nos haremos más daño del que ya nos hemos causado. Hoy me doy cuenta de que todos salimos perdiendo por meternos en un juego del cual la única salida era terminar vueltos nada.

Si hoy lloro es porque sé que nada será como antes, nadie volverá a ser el mismo después de todo lo que vivimos en unos meses. Acepto la parte de mi culpa porque gracias a eso empezó todo, pero una de las razones por la que no decidí quedarme con Alex es porque me lastimó con cada insulto que salió de su boca, porque él simplemente no es para mí y porque quedarme implicaría volver a lo de antes y eso es lo que no quiero. Sé lo que valgo, aunque muchas veces lo haya puesto en duda gracias a que no me aceptaba como era o pensaba que no era suficiente para nadie, eso se acabó.

Está mal que yo misma me haga sentir menos cuando soy todo lo que un hombre desea tener, y no es tener el ego por los cielos, el hecho aquí es que valgo mucho más que las migajas que yo pensaba que era o que valía por no ser el prototipo de mujeres que buscan los hombres. Pechos grandes y un culo exageradamente bueno, yo solo soy una chica del común que hoy deja ir al amor de su vida por su estabilidad emocional.

Me voy sabiendo que Alex siempre será el dueño de mi corazón, que siempre será el único chico al que le entregué mis primeras experiencias y de quien aprendí tantas cosas buenas y malas que sé que en algún momento me servirán. A sé si volveremos a coincidir algún día, pero sí tengo claro que Alex Parker nunca dejará de ser mi... Ardiente tentación.

                     Continuará...

—Nota—

«Esto no es el final, solo es un punto aparte porque el amor de dos personas nunca puede quedarse inconcluso, y yo, Zoe Johnson, estoy segura de que la vida me dará una segunda oportunidad aunque vuelva a equivocarme porque Alex Parker marcó un antes y un después en mí que nadie podrá borrar porque eso me ayudará a saber quien debe estar en mi vida y quien tiene que irse para poder ser feliz y no tener que lidiar otra persona que puede volverse una tentación en mi vida».

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