ARDIENTE TENTACIÓN

18. Cerrando ciclos

ARDIENTE TENTACIÓN

Capítulo 18;

-Alex Parker-

Soy un total imbécil, no solo me bastó con acostarme con Clarine hace unos meses sino que tras de eso, trato como una porquería a Zoe. No quiero justificarme, pero pensé en buscarla cuando salió de la oficina y cuando la vi abrazada de su novio todo se derrumbó para mí porque entendí que su amor no me pertenece.

No sé si todo lo que ha pasado los últimos meses ha afectado tanto a Zoe para hacerla cambiar, su sonrisa se esfumó, la chica de mirada tierna fue reemplazada por una chica de mirada fría que no deja ver en sus ojos lo que piensa, su manera de ser quedó atrás desde hace meses. Acepto que quiero correr a buscarla, aún sabiendo que después de como la traté no creo que quiera verme.

Sé que está viviendo con su novio porque he visto cuando salen de una enorme casa junto con otra chica rubia, se nota que a él sí lo quiere. Me he dado cuenta cómo se ríe estando con él o cuando está con la rubia y otro chico que supongo es el novio de ella porque los he visto besándose.

Doy vueltas de un lado para otro pensando que hacer con todo lo que está pasando, siento el timbre de la puerta sonar pero lo ignoró. Lo siguen tocando con desesperación y siento que me estresa porque de verdad no quiero ver a nadie así que voy dispuesto a insultar al que sea que ahí y recibo un golpe que me hace caer al suelo. Me levanto enseguida, pero recibo otro golpe, me toma de la camisa con fuerza y lo empujo.

-¿Quién carajos te crees para venir a pegarme a mi casa? -Le devuelvo el golpe.

-Deja a Zoe en paz, ¿acaso no te cansas de joderle la vida? -Me da otro golpe haciendo que mi labio sangre-. La vuelvo a ver llorando por ti y te juro que te mato.

-Lo que esté pasando entre los dos no es tu maldito problema -le doy otro golpe en el estómago-. Tú eres el que tiene que alejarte de ella.

-Estás advertido, la veo derramar una lágrima más y vengo aquí te te rompo los huevos -sale tirando la puerta y mando un puño al aire de frustración.

Ese chico no tenía por qué meterse en esto que está pasando, apenas está llegando a la vida de Zoe y ya se siente con derecho sobre ella. ¡Maldito imbécil! Me miro en el espejo y tengo el labio roto y la mejilla colorada, lo más seguro es que me salga un morado en unos minutos. Ese imbécil le pesa la mano, pero él no se fue limpio porque también me defendí, apenas lo conozco y no me cae nada bien por estar con la chica que quiero.

(.....)

Por segunda vez en el día he recibido un golpe abriendo la puerta, Zoe me ha dado una cachetada que me ha dejado ardiendo la mejilla y creo saber por qué está aquí.

-¡Eres una bestia! ¿por qué le pegaste a Hunter? -Me empuja-. Todo tienes que arreglarlo a los golpes.

-Él fue el que vino a golpearme, yo solo me defendí -le doy la espalda ignorándola y siento cuando cierran la puerta-. ¿No me digas que me harás compañía?

-Eres un animal -se me pone en la mitad-. Casi lo matas.

-Y tú eres... -me le acerco-. Muy sexy cuando te enojas.

-No me cambies de tema -su voz sale más calmada-. ¿Por qué le pegaste?

-Te dije que él comenzó todo -la tomo de la cintura y su cuerpo se tensa-. Estás nerviosa.

-Claro que no, nada más no me agrada estar cerca de ti -susurra a milímetros de mis labios-. Odio todo lo que venga de ti, Alex.

-Y yo te deseo, Zoe -antes que pueda decir algo rompo con la distancia pegando mis labios con los suyos, intenta apartarse pero la pego más a mi cuerpo hasta que va cediendo. Pongo mis manos en su trasero y la cargo un poco para que enrolle sus piernas en mi cintura, sin dejar de besarla la llevo a mi habitación y la dejo caer en la cama quedando entre sus piernas. Le saco la blusa que trae puesta dejando ver su sostén blanco, la miro por unos segundos hasta que vuelvo a besarla. La levanto un poco y le quito el sostén, con su ayuda me quito la camisa y los pantalones así que yo le quito el jeans dejando ver sus grabas de encajes-. Esta sí será la última vez.