Despues de esa escena en la entrada ayude a Rubén a levantarse para ir directo a casa y hacer que pare el sangrado de su nariz, lo cual se me hizo una tarea muy difícil ya que no dejaba de sangrar y ya había manchado el piso y toda mi camiseta.
Al final pude hacer que dejará de sangrar, pero eso no le quitó el enojo que traía y ahora estaba más enojado, no recuerdo bien que fue lo que pasó esa tarde, sólo se que tenía otro gran hematoma morado en el estómago y una gran cortada en mi brazo, me levante del piso con un quejido, y como pude camine hasta el baño para desinfectar las heridas y buscar una pomada, al entrar evite todo lo que pude el hacer contacto alguno con el espejo del baño, pero tenia que ver si no tenia alguna cortada o moreton en la cara, asi que sin mas rodeos me pare enfrente y me observe, sangre seca se adería a mi piel desde mi nariz hasta mi barbilla, manchando la parte derecha de mi cara, desde la cien hasta detras de mi oreja, las lágrimas comenzaron a caer una tras otra al verme así de mal, no quedaba nada del chico de hace un año que soñaba con formar un hogar con el hombre que más amaba, de la noche a la mañana el sueño se habia convertido en una horrible pesadilla, de la cual sentia que nunca despertaria, mañana tenía que ir a trabajar y esto no me dejará dar el 100 %, solte un leve suspiro, liempie mi cara y parte de mi cabello, y con cuidado lave mi torso, ya que hasta respirar me dolia y entre gemidos de dolor y muecas, termine de desinfectar y me enrolle el torso con una venda cubriendo el gran moratón junto con la pomada.
Me dejé caer con cuidado en el sillón después haberme cambiado de ropa y miré la hora en el reloj de la pared, ya pasaban de las 7, eso me llevó a la conclusión de que estuve al rededor de 4 horas tirado en el suelo inconsciente, tenía que hacer la cena pero no tenía ganas de cocinar y lo más probable es que Rubén no regrese hasta mañana en la noche, tenía que comer a pesar de que no tenía hambre y eso no estaba a discusión, con pesar me levante para ir a revisar si habían leche y cereal y me lleve la gran sorpresa de que no había ninguna de las dos, y que lo único que había en el refrigerador eran latas y botellas de diferentes marcas de cerveza, algo que nunca debía de faltar en esta casa, por mucho a que no me gustará que bebiera.
Camine a paso lento hasta la puerta, me pare enfrente de una de las fotografías que estaban colgadas en la pared, tomé con cuidado el cuadro para quitar la fotografía y sacar un par de billetes, coloque de nuevo el cuadro en su lugar y suspire con tristeza al verlo, en esta fotografía Rubén se veía como la primera vez que lo conocí, nada que ver con el Rubén de ahora.
Salí del departamento y tomé el ascensor para ir al super que estaba cerca y comprar lo que sería mi cena.
Mientras caminaba por los pasillos tratando de encontrar el área de los cereales y galletas mi mente se llenó de amargos pensamientos, los mismos de siempre, no quería llorar justo ahora pero me era totalmente inevitable el no hacerlo cuando yo mismo me causaba dolor con estos tristes y desastrosos pensamientos que mi mente escupe hacia mi persona, varias lágrimas lograron caer y las seque rápidamente con la manga de mi suéter, me detuve enfrente del estante y miré la caja de color rojo con aritos de colores como imagen de portada, traté de levantar el brazo pero una punzada de dolor me hizo bajarlo de inmediato, tomé un respiro e intenté de nuevo con el otro brazo, y esta vez lo que me impidió alcanzarlo fue el dolor al estirarme que sentí en la costilla, solté un pequeño jadeo y me lleve la mano a esa zona, suspire con pesar, no lo alcanzaría, al final decidí llevarme uno que si estaba a mi alcance, tome con fuerza la caja azul y camine para ir al pasillo de lácteos, hasta que sentí un fuerte golpe en mi brazo que me hizo soltar la caja y gruñir de dolor, algún idiota chocó conmigo, mientras trataba de recuperar el aire escuché un leve lo siento y seguido alguien me dio la caja de cereal abollada, levante la vista y me quedé helado, el aire se fue de mis pulmones y me puse pálido, el chico que me defendió hace un par de horas estaba enfrente de mi, me puse tan nervioso que comencé a temblar.
Vi como dio media vuelta después de darme una disculpa, pero algo dentro de mi me gritó que lo detuviera, y sin pensar lo llamé, le agradecí con voz temblorosa lo que hizo por mi y esperé una respuesta, sentí su mirada azul escanearme, y al levantar la mirada quede hipnotizado con su apariencia, su cabello negro despeinado con pequeños mechones cayendo en su frente, sus ojos azules profundos con distintos tonos de azul, piel ligeramente morena, y una altura de aproximadamente 1. 80 m, si no es que más, su voz profunda me sacó de mis pensamientos y una profunda tristeza me invadió cuando me dijo que nadie más haría lo que el hizo por mi hoy.
~Busca ayuda~
Fue lo que me dijo antes de dar media vuelta y comenzar a caminar hacia la salida, el nudo que estaba en mi garganta se apretó más y un pequeño sollozo se escapó de mis labios, sabía que necesitaba ayuda, pero no sabía a quien pedírselo, estaba tan asustado que buscar ayuda era una de las tantas opciones que pasaron por mi mente en una de tantas ocasiones en que pensé en que debería de hacer, pero me sentía tan perdido que sentía que no necesitaba ayuda de nadie, ya que él tenía razón, de todas esas veces en las que Rubén me golpeó en público el único que tuvo el valor y la gentileza de ayudarme fue él, y yo le dije que no lo volviera a hacer por miedo a ocasionar un daño colateral en las que no sólo mis decisiones me afectarán a mi, sino también a él o a alguien más que no lo merecía.
Después de comprar la leche y el cereal camine hasta mi apartamento y al entrar deje todo sobre la mesa y me fui a la cama directamente, de todas formas, no tenía hambre, las palabras que el extraño me dijo no dejaban de volar por mi mente, una pequeña vocecita me decía que tenía que hacer algo antes de que fuera demasiado tarde, pero mi miedo era más grande y en sólo pensar en hacer algo que pudiera enfurecer de nuevo a Rubén comenzaba a temblar de forma descontrolada.
~No mereces esto~
~El no lo vale~
~Busca ayuda~
Palabras tan fáciles de decir y difíciles de creer, ¿quién querría ayudarme?, nadie en este mundo hace algo sin pedir nada a cambio, y yo ya estaba cansado de ofrecer todo lo que no tengo, de todas formas, a nadie le interesó, nadie me necesita.
El único que me ama es Rubén, es el único que siempre ha estado para mi, a pesar de que aveces me golpee y me insulte, se que me ama, se que lo hace sólo porque nadie lo entiende, incluso debo admitir que ni yo lo entiendo aveces y es esa confución la que lo orilla a cometer estos actos de violencia, pero se que él se arrepiente siempre que lo hace, se que él llegara con una cara arrepentida y me pedira perdon, y se que lo perdonare y seremos felices de nuevo, hasta el momento en que el me vuelva a golpear y el patrón se repita.
Las lágrimas siguen cayendo como si no tuvieran fin, decir que estoy cansado del mismo ciclo tóxico de siempre es decir poco, estoy más que exhausto de todo esto, ¿pero que puedo hacer para cambiarlo todo?, si soy un completo inútil que nunca hace nada bien.
~Apartamento 37 B~
No sé que es lo que quiere lograr dándome su dirección, de seguro será como los demás y sólo se quiere burlar de mi, levanto una mano en direccion a mi frente, mi cabeza ya duele por culpa de todo lo que pienso, ni siquiera se en que momento deje de llorar, busco con la mirada el reloj digital de la mesita de noche, son las cuatro de la mañana, de nuevo estuve llorando toda la noche.
Decido levantarme para darme una ducha y prepararme para ir a trabajar, al salir escojo un suéter delgado y unos pantalones de color negro, tomó mi bolsa con mi bata y mi mochila con mi laptop y demás cosas, camino con cuidado hasta la puerta y al abrirla me quedo parado viendo a la persona enfrente de mi, Rubén trae un pequeño ramo de flores y una sonrisa que dice disculpame, y yo como el idiota dependiente que soy, lo perdonó para volver a caer en el mismo patrón repetitivo de siempre, cayendo de nuevo en esas falsas disculpas llenas de un hipócrita arrepentimiento acompañado de venenosas palabras de amor con las que mi estúpido corazón late errático al sentir un poco de falso afecto lleno de mentiras donde me dice que no volverá a pasar y en las cuales yo caigo de nuevo y le creo, le creo cada una de las mentiras que alimentan mi corazón, callando los pensamientos de mi mente que me gritan que despierte de esta absurda y tonta fantasía, de la cual no quiero despertar por miedo a enfrentarme a la verdad, una donde aceptó que no soy más que un juguete para él y que él nunca me amo.
Le muestro una de mis sonrisas, feliz por ver que se siente arrepentido, a pesar de que sé que esta no será la última vez en la que me pida disculpas por haberme golpeado.
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Save Me
General Fiction-Si no aprendes a amarte, ¡nadie lo hará por ti! - rugió furioso, -Antes de amar, amate, porque cuando él idiota al que le entregues tu estúpido corazón se vaya, al menos aún te tendrás a ti mismo, y así nadie te podrá pisotear. Una historia de amo...