Es más fácil decirlo, que hacerlo...

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Me quede callado después de enfrentarme al desconocido del apartamento 37-B, este me sonrió de una forma extraña y eso me confundió, cuando iba a hablar él de pronto me tomo de los hombros, me dio media vuelta y comenzó a empujarme hasta no sé donde, intente forcejear pero era inútil, en mi estado no tenía ni la mitad de la mitad de mi fuerza normal, (a pesar de que no era mucha), al fin nos detuvimos en frente de una puerta blanca, él desconocido la abrió y ante mi apareció un baño bastante amplio, me empujo dentro, al entrar cerro la puerta y yo entre en pánico.

-¿Qué...

Me dio vuelta de nuevo y termine enfrente de un espejo de cuerpo completo, mire confundido su reflejo, y cuando iba a reclamar sentí algo que me asusto, con una mano me sostenía firmemente del hombro, inmovilizándome en mi lugar sin necesidad de usar mucha fuerza para no lastimarme, mientras, con la otra mano comenzaba a subir la camiseta, la cual a penas me di cuenta que no era mía ya que me quedaba como cinco tallas más grande, su mano pasaba con suavidad por mi costado, su mirada azul estaba clavada en mi reflejo, al igual que la mía, sentí como mi cuerpo temblaba con su caricia inesperada, para al final detenerse una vez que ya estaba por encima de mi pecho sosteniendo la camiseta para dejar mi torso al descubierto sin necesidad de quitarla, mire confundido hacia el espejo y me quede viendo mi cuerpo.

Los recuerdos de como es que termine así seguían frescos en mi memoria, y todos me llegaron como flash de una sola vez, mareandome y provocando un nudo en mi garganta, un recuerdo de mi juntando una cerveza rota del suelo me llego, luego uno de Rubén jalando mi cabello mientras me gritaba por haberla tirado "a propósito", luego un puñetazo seguido de una patada en mis costillas, mis ojos picaban ya por las lágrimas contenidas causadas por esos horribles recuerdos.

De pronto una voz me saco de mis horribles pensamientos provocando que contuviera el aliento.

-Mira -su voz me hablo en un susurro y un escalofrío me recorrió entero, me quede a la espera de que continuará -Mira... observa con atención tú cuerpo -y eso hice, los hematomas rojizos casi morados sobre salían en mi blanca piel al igual que las cortadas, era horrible el sólo verme y me sentía peor, quise apartar la mirada pero él me sostuvo firme de la mandíbula y me obligo a mirarme -No... necesito que veas esto, ¿Crees que te lo mereces? -yo lo pensé por unos minutos y al final negué con la cabeza de forma lenta mientras mis ojos me escaneaban, pasando sobre las vendas perfectamente colocadas, -¿Crees que esto es lo correcto? -negué nuevamente -¿Crees que esto es vida? -negue otra vez -¿Crees que esta será la última vez que suceda? -negue de nuevo con lágrimas a punto de caer, me dolía porqué sabía que era cierto, todo el tiempo me dice que esa será la última vez, que no volverá a pasar, y yo siempre le creo, me tomó de ambos hombros y me giro con lentitud, obligándome a darle la espalda al espejo, -¿Crees que esto es amor? -mire hacia el espejo de nuevo y vi más moretones y cortadas, y mis lágrimas cayeron mientras negaba.

No, esto no era amor, sólo era una absurda obsesión a la que me aferraba con fuerza porque no tenía a nadie más que me ame, y Rubén sólo era eso a lo que me aferro a pesar de que se que no me hace bien, me sigo aferrando a este tóxico amor que de seguro ya no es nada más que una tortura que me creo merecer, un castigo que estoy dispuesto a aceptar con tal de que se quede a mi lado y me siga "amando".

Me cubrí la cara con las manos y comencé a sollozar, sabia que él tenia razón, sabía que esto no era amor, sólo es una absurda obsesión tóxica que ambos tenemos, sabía que necesitaba ayuda, sabía que tenía que terminar con esto antes de que algo peor me pasará, pero es más fácil decirlo que hacerlo, lo sé, pero al mismo tiempo siento que no lo necesito, me recargue en el pecho del desconocido y me aferre a su camiseta, sentí como apoyo sus manos en mis antebrazos y los acarició con cuidado de no lastimarme.

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