Más dudas y un, ¿qué somos?, pendiente

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Un profundo silencio reinó por toda la habitación durante un buen rato

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Un profundo silencio reinó por toda la habitación durante un buen rato.
Ambos nos encontrábamos confundidos y en parte intrigados, y todo a causa de la fotografía que me mostró Caín.

Todo estaba yendo bien hasta el momento en que miré la foto, y un pequeño flashback llegó a mi memoria, el cabello castaño liso hasta los hombros, una mirada dulce de color café idéntica a la de Caín, unos labios rojos y partidos por el frío y su piel pálida, era idéntica a la persona que Caín me mostraba en la imagen, no tenía dudas de ello.

Pero Caín me acaba de confesar que esa persona esta muerta y que no es posible que sea ella la que haya evitado que saltará del puente, no existía una explicación lógica para esto.

Escuché como el castaño soltaba un largo y profundo suspiro, se llevo ambas manos a la frente y se alejó el cabello de la cara peinandolo hacia atrás con los dedos, podía ver lo nervioso que estaba y a su vez, el temor que sentía por lo que dije.

-No, me niego, no es posible.

Se dejó caer en el respaldo de la silla, su penetrante mirada cobriza me analizaba con cuidado, como la primera vez que entró a mi departamento.

-Caín, se que es difícil de creer, pero yo nunca jugaría contigo de esta manera.

-Es que no es posible Kenai, yo la vi morir con mis propios ojos, yo la mate...

Su voz se quebró en la última palabra, entendía el miedo que sentía, y yo también estaba confundido, pero no podía soportar que siguiera repitiendo lo mismo.

-Tú no la mataste, fue un accidente...

Pero ni siquiera me dejó terminar cuando ya se había levantado de la silla y explotó finalmente.

-¡ESO NO ES LO QUE IMPORTA AHORA!, ¿es que no entiendes?, no hay, no existe una explicación para lo que me acabas de decir, ¡Eva esta muerta, lleva muerta seis años!.

Yo igual me levante de la silla e hice el intento de acercarme a Caín para poder calmarlo, pero él se alejaba cada vez más.

-Caín, calmate por favor, no es bueno que te alteres, ¿por qué mejor no vamos a la sala y olvidamos esto?, hagamos como si yo nunca hubiera dicho nada.

Su mirada café me busco de inmediato en cuanto termine de hablar, me miraba con enojo, como si quisiera matarme en ese preciso momento.

-¿Cómo jodidos esperas que me olvide de esto?, ¿Cómo demonios esperas que haga como si no te hubiera escuchado? -caminó decidido hasta donde me encontraba y se detuvo enfrente de mi, su mirada café peleaba contra la mía por ver quien cedería, estaba muy enojado, y sinceramente, estaba asustado. -Dime Kenai, ¡¿cómo?!.

-¡NO SÉ! -aparte la mirada a un lado y suspire. -No lo sé...

No hubo más palabras después de esa pequeña discusión, no me atrevía a mirar a Caín a los ojos, por alguna extraña razón, sentía como si acabará de cometer un grave error, el golpe que dio su cabeza al chochar con mi pecho me trajo de vuelta a la realidad, Caín se sujetaba fuertemente de mi camisa mientras gruesas lágrimas bajaban por sus mejillas mojandola en el proceso, mis brazos lo rodearon de forma protectora, lo sentía temblar por la forma tan violenta en que quería llorar, pero de la cual no se permitía hacerlo.

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