Noctuis | YoonKook || BOOK 2#

15. Ataques Constantes

Para acabar el paseo de manera decente decidieron ir a un restaurante a comer. No tuvo nada de particular excepto una conversación casi exclusivamente centrada en porque Taehyung y Hoseok son perfectos uno para el otro. De la forma tan escalofriante que puede hacer Jimin presuntamente borracho. El rato ameno murió junto a la electricidad en el local, del cual salen casi espantados por un repentino barullo.

Para cuando llegan es bien asentada la noche, por lo que poco o nada tiene de raro que Jungkook y Yoongi estén perfectamente despiertos –o tanto como puede esperarse de Yoongi-, mientras las otras dos parejas no pueden ni arrastrar apropiadamente sus existencias a sus respectivos departamentos.

Novatos...

—Te ponen muy nerviosos los rayos ¿no? —Comenta cerrando al puerta de entrada. Jungkook se muerde los labios a medida que entra más en la vivienda—. Estabas con el pulso disparado allá.

—Pues, es... Lo normal, supongo... ¿Aquí no hay nada propenso a que sea objetivo de un rayo o sí? —interroga como quien pregunta del clima. Yoongi niega con la cabeza—. Bien, todo estará bien. —afirma con una sonrisa.

Yoongi arruga más la cara hasta finalmente preguntar:

— ¿Cómo pasaste la tragedia del ahogo? La lluvia no te pone nervioso, sino los rayos y eso es muy extraño, pues casi todos los que conozco con una mala experiencia de ese día son prácticamente hidrofóbicos.

A veces, muy contadas ocasiones, es capaz de captar rápidamente situaciones y comportamientos. Con Jungkook pasa relativamente a menudo. Es muy fácil de leer. Es un niño aun, quizá eso contribuya como un factor. Jungkook jala las mangas de su ropa y mira a otro lado.

—En casa, con mi familia. —se encoge de hombros.

—¿Entonces? —Sacude la mano, buscando más que eso nada más.

—Es que no recuerdo mucho, era muy pequeño—Da un punto a ello, no debía pasar de los tres o cuatro años y exigir más allá de eso es mucho de su parte. También bastante cruel considerando lo incómodo que luce—. Pero estábamos en casa y... Cayó un rayo, se prendió en fuego—Abre ligeramente los ojos ¿Fuego? ¿En la tragedia del ahogo? —. Casi nos asfixiamos.

— ¿En dónde vivías?

—Busan.

Da un largo ¡Aah! Se le escapa y es que ¿Cómo mierda se va a sorprender de que le tenga miedo a los rayos sí estuvo en Busan? La tragedia del ahogo no es más que el nombre de lo ocurrido hace muchos años en temporada de lluvias, una semana llena hasta el punto en que partes de Corea se inundaron con ríos desbordados, cañerías a reventar, tsunamis de pequeña escala y en general el fin del mundo. Entre las zonas más afectadas esta Busan, estado costero que tuvo su propio apocalipsis.

La mayoría de muertos estuvieron allí, sin mencionar que ocurrió la anomalía de una parte en llamas precisamente por la cantidad de rayos que caían. Sume que Jungkook estuvo en esa zona por desgracia. Curiosamente, los que murieron consecuencia de los incendios también fue por asfixia.

Un tipo de ahogo.

El nombre no puede ir mejor.

—En realidad no recuerdo el fuego, tampoco el humo, aunque mamá decía que estuve a poco de asfixiarme con ella y que el escombro nos cayó encima—explica, empezando a dañar la tela—. Solo que... Muchos rayos caían, no dejaban de sonar y—da un bufido exasperado y espantado al mismo tiempo—. No sé. No me da miedo el fuego, solo los rayos.

—Asumo que Thor no te gusta. —bromea perezoso, intentando aliviar el ambiente.

—Me gusta Iron Man. —dice tímido y una débil sonrisa en sus labios.