17. Pequeña Explosión

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—Es mi maldito vino. Deja mi mierda ahí.

—No.

—Me puse a beber ayer nada más. No es el-

—No has tomado tu medicación, te emborrachaste hasta el punto de empujar a alguien de la azotea y andas imbécil y estúpido ¿En serio esperas que deje esto a tu alcance? ¿En serio?

—No tengo seis años.

—Lo parece.

Namjoon acaba de poner las botellas en una caja. Cargarla no es ningún problema para él. Yoongi piensa en la manera de quitárselas sin romperlas en el proceso. Esa cosa no puede ser el mejor vino de todos, pero aun así costó su dinero y no quiere que se pierda vuelto vidrio roto en el suelo.

—Te las devuelvo en un mes donde sepa que estás tomándote la medicina y no estás siendo imbécil. Hasta entonces van a ocupar espacio en mi casa. —Despide sin prestar mucha atención.

De forma que Namjoon no se explica Yoongi se desliza, le arrebata la caja y la pone en la mesa del comedor. Las alas se le crispan y da un movimiento tan brusco con la cola que rompe un pequeño adorno en la mesa de centro. Yoongi blanquea los ojos con hastío, ya tendría que buscar la escoba.

Cosa que odia.

—No necesito que te comportes como mi niñera.

— ¡Si lo haces! ¡Porque es obvio que tú ya te rendiste en hacerlo bien! —Yoongi desvía la mirada—. Tienes una oportunidad de oro con Jungkook. Ese niño ya está tan pegado a ti que parece una sanguijuela. Estuve a esto de llamar al programa para avisar de lo que hiciste y ahora no tengo ni celular, teléfono fijo o una calculadora porque lo lanzó todo por la ventana.

— ¿Cuánto cuesta todo eso? —pregunta asustado ¿¡Qué demonios está haciendo Jungkook!?

— ¡Ese no es el punto! Tampoco es tan caro, pero no es el punto—Apresura a decir—. Estoy hablando de que ese adolescente se puso a llorar apenas insinuamos que sería mejor guardar distancia.

—Ya lo estamos haciendo.

— ¿Por qué?

—No sé. Supongo que ya no le agrada tenerme alrededor. —Cruza los brazos, con la larga e interminable lista de opciones por las cuales a Jungkook ya no debe agradarle en lo más mínimo su compañía. No lo puede culpar. Solo le entristece y esas botellas de vino se hacen terriblemente tentadoras en este preciso momento.

Namjoon toma aire. Reúne toda la paciencia que puede.

— ¿Lo has intentado hablar? Digo... ¿Sabes qué es eso lo que realmente siente?

Por la cara de Yoongi queda claro que no y que tampoco pasa mínimamente por su mente hacerlo. No lo sorprende. Yoongi es así. Es un total problema que él y Jungkook sean de la misma clase de persona que deben decirle las cosas... ¡Porque ninguno de los dos dice nada! Uno por tímido y el otro por ser demasiado perezoso, irritable y que decirlo significa repetir lo que quiere, cosa plasmada en su mirada o actitud.

—Él no está triste porque lo hagas sentir así, está por ese fastidioso camino de sentirse culpable por lo de tu ala. Aun cuando sabemos que te lastimas de nada—rueda los ojos, no es algo bueno de todos modos—. Intenten ser un poco más directos uno con el otro. Hablar no es tan difícil.

—Es inútil.

—No lo es. Jimin me ha dicho que Jungkook es bastante dado a entender razones. Hasta el absurdo. Así que: Habla con él, pídele que te diga que pasó y se acabó... Háblenlo lejos de mis próximos celulares.

. . .

— ¿Tuviste Omegas antes?

La pregunta sale prácticamente de la anda. Apenas llegó y pregunta. Yoongi se estira un poco en su asiento, habiendo estado revisando el celular sin nada en específico. Asiente y se encoge de hombros. Desinteresado a la máxima potencia. Jungkook se muerde los labios.

— ¿Y por qué no...?

—Soy insoportable—Rasca tras su oreja—. Mi presencia es pesada, apenas se acercaba mi celo querían huir. No soy buen candidato para nadie. Además, al enterarse de que soy "defectuoso" perdían aún más el interés. —explica sin sentir real molestia por quienes lo hicieron.

Llegado a este punto excusa a cualquiera por tratarlo como la mierda, porque posiblemente él lo haría peor o bien esa persona-

— ¡No eres pesado! Tampoco defectuoso. Yoongi es extraño. Es como si no se quisiera para nada y por eso se insulta a cada rato—jala el suéter que está usando—. L-lo que pasó fue culpa mía, también que estés herido; t-también debí darme cuenta de que no te estabas tomando las pastillas.

—No es tu deber. Eres un-

— ¡NO SOY UN NIÑO! —Interrumpe realmente molesto. No lo había visto así de crispado nunca. Es una total sorpresa—. ¡No tengo cinco años! Sé que pasa, sé que puede suceder y ¡Por eso no quiero que pase! —Patea—. Yoongi es alguien demasiado encantador, pero no se da cuenta de eso por qué no puede, porque nadie lo ha hecho darse cuenta de eso. Esos Omegas son malas personas, son una basura por hacerte sentir una basura.

—Jung-

— ¡Los odio! ¡Son horribles! ¡Y tu demasiado tonto para creerles de esa manera!

Y con un último gruñido frustrado se va a su habitación, golpeando la puerta. Yoongi parpadea, con la boca entreabierta sin entender absolutamente nada ¿Y eso de dónde salió? ¿Desde cuándo Jungkook puede explotar de esa manera?

Jungkook por su lado golpe a una almohada para luego ponerse a llorar ¡No se supone que le gritara! No obstante, no pudo aguantarse a ello. Lo sacó de quicio de una forma tan bestial que lo tuvo que sacar. Casi un vómito. Entierra la cara en la almohada, aun sollozando. Siente una caricia en el cabello y el área de las alas.

—No vengas aquí, estoy molesto contigo.

—Tienes quince, no soy tu papá para estarme aguantando el berrinche, pero si tu Alpha para escuchar tus quejas así que lo otro sí, pero esto no.

Agarra otra almohada y se da golpes constantes en tanto que Yoongi continua dando muy contados mimos. Inseguro de que tocar y que no. Jungkook gira la cabeza, con la nariz hinchada y roja como los ojos. No pudo evitar dar una risita.

—Eres más narizón cuando lloras.

—Y tu borracho.

—No estaba borracho.

—Lo estabas.

—No tanto.

— ¡Lo estabas!

—Más o menos.

— ¡Yoongi! —replica a poco de ponerse a llorar más. Con su expresión estoica se encoge de hombros antes de exhibir una pequeña y divertida sonrisa. Obviamente divirtiéndose a costa del Omega que continua lloros un buen rato.

Asumen que es el acercamiento esperado. Nada seguro enrealidad.

Noctuis | YoonKook || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora