21. Primeros rastros

952 160 9
                                    

— ¿No pudiste pedirme esto por la tarde?

—No. Debo entregarlo ya o Jin va a matarme.

—Con el malhumor que se carga últimamente voy a creer que es una mujer de encubierto... Está lloviendo, pero puedes abrir la puta ventana. Huele fatal aquí.

Namjoon olisquea un poco su propia ropa y brazo. Yoongi blanquea los irritados ojos antes de continuar escuchando y arreglando mínimos detalles. De vez en cuando Namjoon produce música también, especialmente para doramas que Jin ayuda a crear. La cosa es que con las prisas se tiende a estresar y acaba por necesitar al menos una segunda opinión para saber que no la está arruinando.

Yoongi es su única opción cercana debido al mal clima. Nadie saldría de su casa en una actitud de buen samaritano. El Alpha Vamp da un bufido, incómodo por el aroma del estudio. Aletea para alejarlo así sea un poco, pero es insuficiente.

— ¡¿Qué coño haces aquí dentro?! Huele a mierda y-

—Jooooooooooonie... —ambos se giran a la puerta, encontrando a un adormilado Jimin, Yoongi no sabe que lo cubre realmente: Las plumas exageradamente cuantiosas o la sábana que arrastra consigo—. Cerraste la puerta de tu cuarto...—Ve a dormir al tuyo donde te- Ya voy, ya voy. Ya regreso. —indica a Yoongi, este mantiene la vista en el par. El Draga se agacha y toma al Avia sin mucho problema. Un peso casi inexistente para él.

Le parece curioso como una de las alas está tan floja y vendada de mala manera. Tarda apenas unos minutos en regresar, cerrando la puerta tras él y volviendo a su asiento. Se acerca, indiscreto, olfatea superficialmente a Namjoon y resopla con cara asqueada.

—Más te vale no habértelo cogido en esta silla porque si no te la parto en la puta cabeza. —Advierte con cara abochornada. Namjoon ríe, bajando la cabeza y poniéndose colorado a pesar de su color de piel.

—Ay claro que no, que incómodo, para eso está ese sofá—blanquea los ojos, menos mal nunca se sienta ahí—. Está un poco extraño últimamente. Quizá tiene vestigios del celo y- ¡YOONGI! —chilla por el repentino golpe al teclado.—Mierda, el celo.

— ¿Qué? ¿Jungkook lo tiene?—No, solo se estaba restregando de mí cama como un gato por quince minutos creyendo que yo no estaba—Aprieta el puente de su nariz. Vaya, había olvidado por completo que ellos tienen celo. Los Alphas también, pero tienden a ser más espontáneos y cortos en comparación. Además de que no son tan dependientes—. ¿Qué se supone que haga con eso? Le doy inhibidores o qué... —Se pregunta finalizando con lo que le pidieron que hiciera. Namjoon ladea la cabeza.

— ¿Por qué no lo pasas con él? —la mirada de Yoongi es capaz de asesinar a un maldito oso pardo—. Vale, entiendo ese punto, pero es tu Omega. Tarde o temprano va a pasar y honestamente, si es cierto que se frota en tu cama es porque no se va a negar.

—Es un crío de quince hormonado hasta las cejas ¿Cómo mierda se va a negar? Es casi... Violarlo. —Opina incómodo. Namjoon ríe, encantado por el cuidado de Yoongi con el tema.

—Estará bien, tranquilo, no te ahogues en un vaso de agua ¿se ha disgustado contigo alguna vez? —Niega con la cabeza—. Estás normalizado y no borracho así que yo diría que cumples con todo. Con la mejor de las suertes no lo embarazas y estas con la conciencia limpia.

—La verdad no.

—Es... incómodo, no te lo niego. —Yoongi estira los labios. La experiencia de Namjoon le causa ligera curiosidad. Jimin sigue vivo y siendo el queso de ese sándwich entre el Draga y el Avia de Águila. El albino tiene dos opciones: Ser muy resistente o el par ser muy cuidadoso.

Duda más de la segunda que de la primera.

—Sin embargo, caes en cuenta de que tienen todas las oportunidades de irse, no lo estás obligando a estar, nada. Es un consenso y vale que él es menor, es complicado, pero... También tiene cierta consciencia de sus propios deseos.Su mal sabor de boca se acentúa aún más. No puede evitar tener la misma impresión sabiendo que Jungkook es más niño de lo que los demás puedan creer. Exhala con hastío, cruza los brazos, las piernas y saborea un poco adormilado. Son las dos de la tarde. Es como si despertara a Namjoon a las dos de la madrugada.

— ¿Puedes hacerme un favor?

—Si es buscar veneno, licor, un-

—Nada de eso—gruñe, Namjoon aguarda que diga lo que quiere—. Necesito que busques a la familia de Jungkook. Él es de Busan, asumo que siguen allí.

— ¿Su familia? ¿Para qué? Si lo dejaron—Yoongi resume de forma apresurada lo que realmente sucede con ese tema y es que todos tienen la misma impresión. Mucho sentido no hay en que un niño esté en un proyecto para crear parejas—. Ah, vale... Ew, ahora me siento mal.

—Pide mucho por su mamá. De verdad la extraña. Quizá si vienen al menos a visitarlo, números de teléfono, toda esa mierda, pueda sentirse más a gusto. —Rasca tras su oreja ligeramente avergonzado por estar exhibiendo su tierno gesto con el Omega.

—Puedo intentarlo. Dudo que haya muchas familias Wingless con un Wing entre sus miembros. Él es bastante anómalo en todos los sentidos posibles ¿Eh?

Yoongi recuerda vagamente lo ocurrido en el centro comercial. Si Namjoon supiera que hay forma de empeorar esa impresión de animalia que Jungkook posee. Ah~ Pobre ignorante. Tiene ganas de preguntar a Jimin sobre la luna, pues él entiende mejor de esas cosas extrañas de tinte espiritual, aunque por como lo vio es mejor ni siquiera intentar interrumpir su descanso.

A diferencia de otros, él si respeta ese sagrado tiempo de reposo.

. . .

Se deja caer en la cama y respinga al instante por hallar un bulto allí. Rezonga, decide que es más fácil dormir en el techo. Antes de poder hacerlo Jungkook lo agarra, más dormido que despierto. Guiña los ojos, se retuerce y lo jala con él, estirando perezosamente las alas. Algunas plumas se sueltan en la sábana. Yoongi resopla. Hay un hedor ligeramente anómalo y si levanta la cobija es aún más obvio.

—Jungkoo-

Este lo jala con más fuera, hasta el punto de darle golpes con las alas sin querer. Sin más opción que seguirle la corriente se acuesta en la cama. Jungkook no lo suelta ni por accidente. Tiene la impresión de que va a dejar una marca de su mano en su piel. El sueño es más fuerte que el reclamo de su espacio personal y cuando finalmente duerme el ambiente en la habitación es más relajado.

Libera un suspiro, caído en sueño pesado y agarrando a Jungkook con una de sus alas tan enormes. Al lograr aproximarlo se envuelve con él. Una perfecta y viva cobija para ambos. Jungkook saborea, bosteza y se acurruca aún más. A pesar de la sensación de las alas aplastadas no se despierta.

El aroma de Yoongi es tan tranquilizante.

Inhala y exhala.

Quiere restregarse más contra este.

Acumular ese aroma y quedarse así, dormido en calidez y comodidad.

Noctuis | YoonKook || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora