22. Charla de Nido

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Toda persona que conoce a Yoongi es muy consciente de su aversión a que tomen sus pertenencias. Casi la misma aversión a hacer contacto físico. Tomar algo sin su permiso es sinónimo de muerte lenta y dolorosa, tomar algo con su permiso es sinónimo de muerte lenta y dolorosa, insinuarlo dirige por el mismo camino y en resumen es mucho más fácil vender el alma a satanás antes que pedir nada al Vamp arisco.

Por lo que no es de sorprender que notar ropa desaparecida empiece a enfurruñarlo. Son camisas y pantalones más que todo. Lo cual lo estresa. Tiene armario grande y repite muchas veces las prendas debido a que a duras penas sale y es un hombre limpio. Se da el beneficio de ello. El problema sigue siendo el mismo: ¿Por qué mierda está desapareciendo mi puta ropa? No tuvo que hacer mucha investigación.

Pues ya tenía una idea.

Sin embargo, quiso dar el beneficio de la duda... Para una mierda, porque si fue lo que imagino.

Lo descubrió una buena noche. Despertaba de pasar todo el día durmiendo, guinda del techo y por el suelo ve que hay una cosa pequeña moviendo el cumulo de ropa sucia que le dio flojera llevar a la cesta la noche anterior. Muy lentamente se mueve, saliendo de su habitación. Guiña los ojos. En un principio creyó que una rata o algo peor estaba en su casa.

Luego se dio cuenta del caminito de plumas. Baja del techo, se estira y luego sigue el camino grisáceo que lo conduce a la habitación del Omega. Al entrar encuentra todo relativamente bien, exceptuando que su ocupante falta. Revisa bajo la cama, tras la misma y lo encuentra en el último lugar.

Dentro del armario.

—Jungkook—da un suave empujón con el pie para despertarlo ¿Tan sonámbulo es? —. Hey, Jungkook, apesta a sudor, si quieres mi ropa toma al menos la que no está tan olorosa... ¿O cuantos días tiene ahí dentro? Jungkook. —El menor no responde. A menos que sus movimientos de ojo cuenten. Lo dudo.

Se agacha y le da un suave zarandeo, pues a veces da respuestas mal humoradas y entiende a matar el sentimiento. Sin embargo, contrario a lo que esperaba, Jungkook abre los ojos, siendo totalmente blancos como aquella vez en el centro comercial.

—Jungkook, Jungkook—Lo toma del rostro, expresión preocupada y pulso disparado ¿Qué tiene? Gira hacia la ventana como puede, percatándose del cielo despejado a media y la luna medianamente escondida—. ¡Jungkook! —Insiste zarandeándolo, apretando un poco el rostro. Jungkook guiña de forma perezosa, soltándose y volviendo a acurrucarse.

Yoongi recurre a una técnica un poco más extrema e incómoda para todos: Echarle agua fría. La parte buena es que Jungkook reaccionó, la cómica es que empezó a agitar las alas y chocó con el fondo del hondo armario y la mala es que le dio una cachetada con el ala izquierda.

— ¡¿Qué?! ¿¡QUÉ!? —gimotea, demasiado sensible y adolorido por el golpe, así como el agua helada. Yoongi suspira aliviado, tirando el envase platico a un lado con desinterés—. Yo-Yoongi. —Lloriquea con deje berrinchudo.

—Te llamé y no despertabas.

— ¡¿Y eso qué?! —Mira el reloj electrónico en su mesa de noche—. APENAS SON LAS OCHO.

—Yo me desperté temprano, te lo tragas. — Jungkook vuelve a echarse en el nido, in ser siquiera consciente de que lo armó para empezar—. Saca esa mierda de ahí, se va a poner aún más oloroso y-

—Bien. —ronronea escondiéndose entre un abrigo grueso que se salvó al salpicón. Yoongi arruga la cara, con una especie de asco.

Cosas de Omegas. Su olor acumulado es de todo menos bueno.

—Hablo en serio, va a apestarlo todo.

—Es mi cuarto y quiero que apeste—Justifica aun escondido—. Me gusta tu aroma, porque me gusta mucho Yoongi. es un Alpha lindo. —La nariz y los ojos quedan a la vista. Vuelve a acuclillarse, levanta el abrigo para dejar la cabeza de Jungkook a plena vista. Los ojos enormes y su bonito color dorado, ligeramente dilatados, ayudando a que luzcan aún más grandes.

—te sinetes extraño ¿cierto? —asiente—. Escucha, supongo que ya entiendes por ti mismo que estás a poco o nada de entrar en celo...

—Nunca he tenido celo ¿Cómo es?

—Ni la más puta idea. En un Alpha es solo sentirte un masturbador crónico y cogerte una almohada a falta de más—Jungkook guiña los ojos. Vale. Eso es un poco extraño—. Estás haciendo un nido con mi ropa oliendo a mierda y no es lo más saludable para nadie.

—Me gusta dormir aquí.

—Y a mí me gusta no despertar, pero no siempre se cumple con todo lo que se quiere—Jungkook luce como quien no entiende el punto de la conversación—. Dame eso, al menos lo que está húmedo. Luego te daré lo que me ponga hoy.

—Y podré ir a dormir contigo cuando vayamos a dormir.

—Esto es dictadura, no una negociación con ladrones, dame mi porquería.

En el tironeo de telas acaba de forma torpe con Yoongi echado en el nido y Jungkook encima. Este sonríe, arrugando la nariz y agitando las alas. Este movimiento contribuye a que el hedor joven llegue más fácilmente a las fosas nasales del Alpha. No es muy buena idea. Intenta aguantar la respiración para no hacer tonterías.

Ya luego tendrá los dilemas morales.

Y con eso se refiere a un día antes de que Jungkook entre en celo.

Sin embargo, su plan se va esfuma. Jungkook se deja caer sobre el Vamp, quien por inercia arropa a sí mismo y a Jungkook en el proceso. El Avia sonríe y estira el cuello para llegar a la boca de Yoongi y darle un beso. Es tan torpe y simple como la primera vez.

Eso es lo que ayuda a que se vea sin más opción que respirar. Dar inhaladas a esa esencia casi infantil. Hormonas alborotadas a medio despertar. Se relaja un poco, enganchando las garras de sus alas en la ropa que usa Jungkook, las manos en la cadera de Jungkook y estarle comiendo la boca con ansia.

Es de hecho cómico como cada uno quedó con un compañero de labios similares. Taehyung y Hoseok con un grosor usual es hombres, Yoongi y Jungkook con una línea apenas existente al sonreír y finalmente al trío de los labios cual muñeca.

Yoongi imagina que Jimin y Jin rebotan si intentan besarse.

—Yoongi si quiere ser mi Alpha. —sonríe satisfecho, volviendo a arrugar la nariz y mostrando los dientes frontales.

—Lo seré cuando tenga mi título en Pedofilia. De momento sigo sin poder.

—Gradúate rápido—Continúa la broma. Ya se volvió una especie de chiste interno entre ellos por más extraño que sea al resto—. Yoongi no me hará nada malo ¿Verdad? Como los Alphas de los que me hablaban en el proyecto.

—No. Para nada ¿Qué te haría?

—Morderme, solo... —Arruga la cara, sin ánimo de decir el resto. Más bien abochornado. Yoongi es el grosero de los dos—. No quiero que me duela ¿Eso se puede?

La cara de Yoongi evidencia molestia ¿Quién demonios le dijo que es obligatorio que duela? Suena a que está resignado. No es un experto, pero un Omega en celo lubrica hasta el punto de que a veces no hace falta nada. No va a sentir dolor sino después de hacer mucho. Como cualquiera.

—No quiero dañarte y si no quieres que te muerda, dímelo, lo resolveré.

—Aun no. —confiesa con deje asustadizo.

—Vale. Aún no.

Es una respuesta muy buena para cualquiera. Es una tentativa para el futuro.

Puede decirse que el primer celo va a ser la prueba definitiva. Yoongi añade otra fantasía: acompañar y tener celo con Jungkook. Ojalá pueda cumplirlo.

Noctuis | YoonKook || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora