#5 A Nadie Más

8.9K 729 438
                                    

Sentí como había personas a mi alrededor, no escuchaba bien sus palabras pero pude reconocer la voz de alguien, Alastor estaba hablando con... Ángel y Charlie. Que querrán se escuchan muy exaltados.

Lentamente habrí los ojos que de inmediato fueron molestados por la luz de día.

-¡Oh por Lucifer!-grito Ángel- creí que ibas a morir.

Grito para luego saltar sobre mí y sacudirme, cosa que hizo que Alastor lo reprendiera por tal acción, se pusieron al rededor mío y todos tenían cara de alivio.
En la habitación estaban Charlie, Ángel, Alastor, Vaggie y Niffty.

-¿Cuánto tiempo estuve dormida?- pregunté.

-Un día y medio-Contestó Charlie.

Volví a sentir ese dolor terrible en la espalda y un solté un quejido que hizo que Angel pusiera una mueca de preocupación.

-Bueno, yo me ocuparé de ti- dijo Alastor.

Todos incluyéndome volteamos a verlo sorprendidos, ¿Alastor cuidándome? Eso sonaba imposible.

-No hará falta fresita, yo me bastó solo para cuidar a____-. Dijo Angel.

-¿Y como porque tú la cuidarías? - preguntó Vaggie.

Alastor los miró con una sonrisa y levantó una ceja.

-Que pregunta tan estúpida señorita Vaggie, es obvio que soy el más apto para cuidarla, si____ vuelve a tener otro ataque de rabia no dudará en atacarlos-contesto Alastor.

A la vez levantando su brazo con vendaje, haciendo referencia a lo que le hice.

-Eso es estúpido, _____jamás nos lastimaria-replicó Angel.

-No Ángel, Alastor tiene razón no sé de qué sería capaz si vuelvo a sentir aquella rabia y nunca me perdonaría si les hago daño-dije.

Ángel se quedó en silencio y suspiro.

-Bien, solo porque me lo pides tú lindura- Contestó Angel.

Todos se retiraron pues debían atender el hotel a excepción de Alastor que se sentó en una silla roja con marco dorado que estaba aún lado de la cama; Sentí como me miraba fijamente lo cual era algo incómodo, me sentía realmente acalorada y el nerviosismo que Alastor me causaba no ayudaba mucho, pero no iba a poner eso de excusa frente a todos a demás de que tiene razón es la única persona que me puede hacer frente y seguir de pie.

Alastor se levanto de la silla y dijo:

-Casi se me olvida cariño, debes estar hambrienta- dijo con una sonrisa.

Este chasqueo los dedos y apareció el desayuno, lo puso sobre mi de forma que me fuese fácil tomarlo; de pronto Alastor se acercó a mí más de lo normal y con su palma tocó mi frente.

-Aún tienes una fiebre alta, ¿como vas con la rabia?- preguntó en un tono burlón.

Frunci el seño al sentir rubor en mi rostro, ¿que mierda me pasa?, es molesto.

-Hasta ahora no siento la necesidad de arrancarle la cabeza a nadie- Conteste con una sonrisa.

El rostro de Alastor se enrojecio un poco y aunque trató de ocultarlo lo pude ver, lo que me hizo sentir mejor de alguna manera ya que no era la única sonrojada. Después de tomar el desayuno sentí dolor en mi espalda de nuevo lo que hizo que Al reaccionara y tomará el Ungüento.

-Tendrás que quitarte la camisa para ponerte esto- dijo Al

Esas palabras me trajeron de vuelta a la realidad y lo mire confundida.

Por ti. (Alastor x tú). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora