#10 Celos.

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Despertaste y sentiste algo pesado en el abdomen, era el brazo de Alastor que estaba a un lado tuyo durmiendo y abrazandote con fuerza, como si no quisiera soltarte; jamás se había visto tan tierno e indefenso.

Me quedé mirándolo unos minutos, observando cada detalle, cada facción de su rostro, es tan hermoso. Alastor abrió los ojos lentamente y de inmediato los posó sobre mí, me dedico una pequeña sonrisa y hablo con la voz ronca.

-Buenos días florecita-dijo mirándome tiernamente.

Me quedé un momento inmóvil por el apodo que acababa de usar, ciertamente recuerdo haberlo escuchado antes pero supongo que es razonable tratandose de Alastor.

-Buenos días mi venadito- respondí.

Alastor agrando aquella pequeña sonrisa y pego su cabeza a mi pecho, nos quedamos un rato así acurrucado entre las sábanas; Alastor subió hasta mi rostro y me dio un pequeño beso algo corto, yo no me quedé con las ganas y besuquee su rostro por todas partes con emoción.

-Hoy es nuestro día libre y quiero que salgamos juntos- dijo Alastor mirándome fijamente.

-¿Una cita? -dije.

Alastor se quedó pasmado al escuchar mis palabras, para después voltear a otro lado y dejar de abrazarme.

-Te daré tiempo para que estés listas mientras planeo a dónde ir, ¿de acuerdo? - preguntó.

Acenti felizmente, Alastor se levantó de la cama y chasqueo los dedos para desaparecer.

Ahora, ¿Que se supone que se viste en una cita?, el nerviosismo me llegó de golpe como nunca. Tendré que pedirle ayuda a Ángel, solo espero que no se enfade por no haberle contado antes.

Tome un pantalón y le hice un nudo a mi camiseta para que esta no estuviese suleta, salí de mi habitación y camine por los pasillos hasta llegar al cuarto del demonio araña. Toque la puerta y pude escuchar su voz ordenando que entrará.

Ángel estaba sentado en su cama recargandose en el respaldo de esta dándole vista inmediata de su visita, traía un libro en manos con una expresión serena, alzó la vista y al verme su expresión cambió a una de emoción, había pasado un tiempo desde que no venía a su habitación.

-______¿Que haces ahí parada? Ven pronto pequeña perra- dijo Ángel con emoción.

Yo entre y cerré la puerta con seguro, cosa que hizo que Ángel levantará una ceja y pusiera una cara de confusión.

-Angi, tengo algo que contarte pero no te enfades ¿okey?- dije nerviosa.

-No lo haré- dijo.

Respiré ondo y solté la bomba.

-Tendré una cita con Alastor- dije.

Ángel me miró con una sonrisa tétrica y dijo.

-Tú_____ pequeña perra, ¿cuando planeabas decirme que ustedes dos estaban coqueteando? - dijo.

-No, no hemos...

Ángel no me dejó terminar.

-Nadie tiene una cita sin antes haber coqueteado.

Ángel me soltó un sermón de cómo había traicionado su amistad al no ir con él chisme de inmediato.

-Angi tengo la sensación de que conocí a Alastor mucho antes- dije sería.

-Eso es imposible ¿no?, digo el tiene siglos aquí y tú no habías nacido siquiera cuando él llegó- respondió.

-Lo sé Ángel, pero confío en mí, en mis instintos y en mis sentimientos- dije con pena.

Por ti. (Alastor x tú). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora