Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 9

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Remy's PoV:

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Remy's PoV:

Lo primero que vi al prender el celular fue un mensaje suyo. Refregué mis ojos y traté de enfocar la vista. Estar recién despierta y sin los lentes de contacto no eran una buena combinación. Agarré mis lentes y me los puse.

 Agarré mis lentes y me los puse

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Bufé. No estaba mal con Toshinori, pero iba a ser un poco incómodo vernos después de lo que pasó y él ignorándome por días.

 No estaba mal con Toshinori, pero iba a ser un poco incómodo vernos después de lo que pasó y él ignorándome por días

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Le envié el mensaje enseguida y sin dar vueltas. Tengo que decir que soy un poco masoquista al gustarme alguien que, al parecer, no quiere saber nada de mí.

Ahogué mi cara en la almohada, soy una idiota, siempre me pasaban estas cosas. Conozco a alguien que me agrada, lo empiezo a ver con otros ojos aunque solo haya pasado poco tiempo de conocerlo y me ilusiono.

Me levanté de la cama para ir al baño y hacer todas mis necesidades. Como todavía no iba a salir a ningún lado me quedé en pijama.

Bajé las escaleras y me encontré con mi padre en el sofá, tomando un café. Nos dimos los buenos días y busqué algo para comer y así desayunar juntos.

En el almuerzo fue igual. Yo cociné unas pastas y comimos mientras veíamos una serie policial. A él le gustaban mucho, (más de lo que el admitiría) y podemos decir que... eso le hacía poner un poco de drama a su trabajo.

Ahora me encontraba lavando los platos. Mi papá revisaba unos papeles en la mesada de la cocina.

—En una hora tengo que salir, ¿vas a estar bien?

—Ya sabes que sí, no necesitas preocuparte tanto. —dijo, sin despegar la vista de los papeles.

Suspiré —Ya sé, ya sé, pero no puedo evitarlo. ¿Necesitas que compre algo?

—Mmm, creo que no. Más café, por si acaso.

—Está bien —volvimos al silencio.

—¿A dónde vas? —sacó el tema de repente.

—Voy a ver a alguien.

Me miró mientras secaba mis manos y sonrió.

—¿Qué?

—Nada, no dije nada.

Rodé los ojos y fui a mi cuarto para empezar a prepararme. Lavé mis dientes, me puse el maquillaje de todos los días para tapar alguna que otra zona rojiza, un poco de rímel y manteca de cacao en los labios. Me vestí con un jogger slouchy negro, para ir más cómoda, una musculosa blanca, y zapatillas. Para cuando terminé ya era la hora.

Bajé dando saltitos en cada escalón, al no ver a mi padre en el sillón, fui a la cocina. Él seguía sentado revisando los documentos del trabajo que le habían traído para que se ponga al tanto.

—Me voy —Le dí un beso en la mejilla y fui trotando a abrir la puerta.

—¡Suerte con Toshinori!

—¿Ah?

Cuando había llegado, él ya se encontraba ahí

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Cuando había llegado, él ya se encontraba ahí. No había ido en bicicleta así que podíamos caminar libremente. No nos estábamos dirigiendo la palabra, por lo que mientras caminábamos por uno de los muchos caminos que había en el parque decidí hablar.

—Así que... ¿Qué querías decirme? —puse mis manos en los bolsillos traseros de mis jeans, cosa que hacía seguido cuando estaba nerviosa y tenía jeans, duh, de todos modos trataba de no demostrarlo.

—Me siento muy mal por como te estuve ignorando, no estuvo bien —jugaba con sus dedos.

—¿Tú crees? —Lo miré alzando una ceja, sarcástica.

Suspiró. Pero antes de que diga algo lo corté.

—¿Sabes? No me hubiera importado si no quisieras nada conmigo o no quisieras algo serio, pero solo hubiera bastado con que no me ignores y me dijeras las cosas de frente. De todos modos, no pasamos demasiado tiempo juntos, o no nos conocemos desde hace mucho como para que quieras tener algo.

—No es eso, es solo que yo —Se pasó las manos por la cara nervioso y cuando las bajó pude ver un sonrojo—, no estoy... siento que no... no creo ser suficiente —suspiró de nuevo, como si se hubiera sacado un peso de encima—. Tengo 45 años, nos llevamos diecinueve, tienes toda una vida por delante, y si aún así eso no te importara tengo millones de problemas, mi cuerpo ya no da para más, escupo sangre, tengo casi todos mis órganos dañados y no tengo tiempo con lo ocupado que estoy siendo profesor y tratando de que mis alumnos no comentan los mismos estúpidos errores que yo. Créeme cuando te digo que mereces mucho más. Soy patético.

—Y con todos esos defectos aún quiero intentar algo contigo —paramos el caminar. Toshinori me miró a los ojos, como si estuviera buscando algún índice que le dijera que estaba mintiendo. Me acerqué a él y puse mis manos en sus mejillas—. Me gustas con todo lo que eres, si tienes problemas podemos solucionarlo. Arreglé los órganos de mi padre y fue bien, podemos intentarlo. Y si aún así, sabiendo lo que siento por ti y lo mucho que me esmeraria en que todo funcionase, decides ser un cobarde y alejarte, entonces tal vez sea verdad que necesite algo mejor.

Ví sus ojos, la vergüenza ya no estaba en ellos, ahora parecía decidido. Le tardó unos minutos tomar una decisión, y entonces agarró mi cintura con delicadeza y me acercó a él para unir nuestros labios por segunda vez.

 Le tardó unos minutos tomar una decisión, y entonces agarró mi cintura con delicadeza y me acercó a él para unir nuestros labios por segunda vez

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Sunshine | 𝑇𝑜𝑠ℎ𝑖𝑛𝑜𝑟𝑖 𝑌𝑎𝑔𝑖©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora