Mi vida era normal.
Trabajaba medio tiempo en una trampa para turistas.
Tenía a mi novio y amigos hasta que, por un mínimo error, todo se fue a la mierda en pocas palabras.
Hasta que, en aquella solitaria celda, un niño apareció afirmando los barr...
Bill encerró a Dipper nuevamente al igual que el resto para así nosotros volver a la mansión en Reverse Falls. Yo mantenía a Damián abrazado a mi todo el tiempo hasta llegar a la cocina. Tanto él como Bill querían comer galletas, así que les dije un simple "que se diviertan" para irme a la cama.
Eran al rededor de las 8 de la noche...es extraño, sentí que habíamos estado tan sólo unas 2 horas en Raromagedon. Alce los hombros tirandome en medio de la cama cerrando mis ojos. Ni siquiera hambre tenía...nonono literalmente como sin hambre, asíquediciéndolo de manera correcta no tenía ganas de comer.
Abrace una de las almohadas de la cama cerrando mis ojos.
Cuando sentí mi cuerpo relajarse escuche la puerta abrirse y unos pequeños pasitos seguido de unos más pesados acercarse a mi.
--mami-- Escuche. Llore internamente antes de abrir mis ojos y notar los de Damián a la orilla de la cama. Sobre la misma había una charola con galletas y mantequilla de Maní. Dirigí mi vista a Bill quien sólo me miraba con una sonrisa. --las hicimos para ti-- las empuje un poquito.
--¿cómo las hicieron tan rápido?-- pregunte.
--magia-- respondió esta vez Bill.
--ahh...-- dije mirando las galletitas y luego a Damián.
--Estabas muy triste-- dijo. --si hicimos algo, discúlpanos, te amamos mami-- se intentó subir a la cama pero, le costó así que Bill fue quién tuvo que ayudarlo. Aquello me hizo bastante gracia por lo que lo tome en brazos sentandolo a mí lado viéndolo sacar una galleta para darmela.
Por supuesto la acepté y probé.
--mmm~ está rica-- le hable cubriendo mi boca con una mano antes de tragar el pedazo que comí.
--¿de verdad te gustó?-- preguntó a lo que asenti. De inmediato me abrazó.
--Ya no estás triste...--pidio despacito. --¿si? Me aportará bien-- levantó su cabeza mostrándole sus ojos amarillo. Sonreí y bese suavemente su frente.
--tú siempre te portas bien, pero prometo no estar triste nunca más-- comí otro pedazo de galleta levantando la cabeza a Bill. Este se mantenía serio, como si pensara en algo. No quise preguntarle siendo sincera.
Al rededor de unas pocas horas, ambos llevamos a Damián a lavar sus dientes y a acostarse. Lo arrope bien y bese su frente al igual que Bill.
De forma suave me senté en su cama, y puse mi mano en su pecho comenzando a dar suaves palmadas.
--esta vez, puedo ver... los recuerdos me envuelven, la cancion, que escuche, una vez en diciembre--
Comencé a cantarle una de mis canciones infantiles favoritas de mi infancia. La cante de forma suave, hasta que poco a poco comenzó a dormirse. Ya al sentir su respiración calmada, sonrei y bese su frente para levantarme. Ambos salimos de ahí siendo Bill quien cerró su puerta. Voltee a mirarlo, no sabía cómo sacar el tema de lo que ocurrió en Raromagedon, se por qué lo hizo, lo que no se es por que esta tan...serio.
--_____-- camino hacia mi tomando mi barbilla haciendo que lo mirada hacia arriba. Si,soy chiquita 1.60 señores. --¿esta mal querer besarte de nuevo?-- preguntó sacandome de mis pensamientos. -- lo he pensado desde que llegamos...y
Abrí mis ojos con sorpresa.
--¿eh?...
Una risa pequeña salió de sus labios antes de juntarlos con los míos. Mi corazón en estos momentos había comenzado a latir con mucha fuerza. Sentí como me moría el labio inferior cosa que me hizo reaccionar y empujarlo.
--Bill! No estoy para tus juegos! Para!-- me limpie los labios. --ya no estamos en Raromagedon , ya no estamos frente a Dipper para que me uses para tus idioteses! Ya no estamos frente a ellos para que me lastimes así!-- mi barbilla comenzó a tiritar.
No llores....no llores....no frente a él.
--deja se ser fuerte-- dijo acercándose otro poco a mi. -- se egoista-- acaricio mi mejilla. --disfruta conmigo y hagamos feliz a Damián-- comenzó a susurrar en mi oído. --hagamos feliz a nuestro hijo-- me miró a los ojos con aquello intensos ojos amarillos mientras sentía sus manos en mi cintura volvíendo a besarme.
¿estoy haciendoalgo mal?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tenía la almohada abrazada entre mis manos mientras intentaba dormir. Esta noche en sí hacía más calor que otras, por lo que mi pijama solo consistía en un camisón de tiras. Aparte de tener mi pierna afuera.
Gire mi cabeza hacia Bill, quien se encontraba dormido.
Espero estar haciendo lo correcto.
Le di la espalda y cerre mis ojos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.